A un chofer en particular, dentro de la empresa que explota el itinerario de la línea 49, se lo conoce por precavido y esta mañana no fue la excepción.

Todos lo que se subían a esta unidad de la línea 49 se sorprendían de observar al chofer con un casco protector, que muchas veces ni los motociclistas utilizan.

"Por si acaso", dijo el trabajador del volante ante la consulta.

Es que durante la huelga del transporte del 3 de noviembre pasado, varias unidades fueron violentadas, según la denuncia de los empresarios, dentro y fuera de sus paradas.

En esta ocasión, con la huelga general, nuevamente surgió este temor, más porque algunos sindicatos del transporte se plegaron a la medida de fuerza y otros no.

Esto ocasionó además el retraso en la salida de los ómnibus de sus respectivas paradas y que gran parte de los usuarios hayan llegado tarde a sus lugares de trabajo.