Por Carolina Vanni

Inspirados en la obra de arte creada con los frutos de la tierra y hecha por el artista plástico Koki Ruiz para la misa del papa Francisco en Ñu Guasu durante su visita al país en julio pasado, la familia Sánchez, de Itauguá Guasu, se animó a utilizar los mismos elementos para crear un marco especial a la recreación del nacimiento del Niño Jesús.

El singular pesebre de 12 por 6 metros, construido en lo que fue una fábrica de miel negra en la zona de Itauguá Guasu, tiene de fondo un retablo hecho con cocos, tacuaras, mazorcas de maíz, arroz, poroto, locro y trigo.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Para hacer un cielo mágico y colocar bajo él las piezas que conforman el pesebre, los Sánchez pusieron cuadros de ñandutíes en el techo, mientras que a los costados colocaron plantas ornamentales y cascadas hechas con piedras.

La arena y el césped que no faltan en todo pesebre son complementados con las frutas que ofrecen la tierra, como la sandía, el melón, piña, choclo, maníes, miel y la flor de coco, que da un aroma único al pesebre paraguayo.

Ramona Sánchez, de 60 años, propietaria de la vivienda donde se montó este megapesebre, comentó que la recreación del nacimiento de Jesús en las dimensiones arriba mencionadas se realiza desde hace 25 años, aunque su casa es sede de la recreación desde hace 40 años.

No obstante, la tradición familiar se remonta a la abuela Liberata Cáceres, quien dejó la misión a su hija Julia Sánchez y a su vez, esta mujer, tras su fallecimiento encargó a sus sobrinos Ramona, Carlos, Darío, Martha, Víctor y Julia la prosecución de esta costumbre que se hizo tradición en la familia.

"Cada año, la alegoría cambia. Este año pedimos permiso al señor Koki Ruiz para usar los elementos y técnicas para hacer un retablo parecido a lo que él hizo. Trabajamos 8 personas, desde finales de setiembre y terminamos el fin de semana. Solo quedan hacer algunos retoques", sostuvo.

Déjanos tus comentarios en Voiz