Por Ireneo Acosta Romero
De sus inicios en las inferiores del club Olimpia, en el Deportivo Caacupé y su llegada a Independiente de Campo Grande cuando éste se encontraba en la división profesional, Silvio Rodrigo Borjas, ha crecido muchísimo.
En su visita a la redacción de La Nación, el futbolista de 25 años explicó de su presencia en México, hace dos años. Relató todo lo que pasó y ahora le aguarda el más grande desafío: formar parte del equipo superior del Cruz Azul.
"Fueron dos años de intenso trabajo, porque uno siempre quiere y tiene ganas de superarse al máximo. Busco y trato de aprender cada día. Cuando llegué a vacacionar el miércoles, recibí la llamada del presidente del club y me pidió regresar de inmediato a México, para sumarme y hacer la pretemporada con el equipo principal. Es el sueño hecho realidad para mí y volveré con muchas ganas para buscar el cupo dentro del plantel", apuntó el zaguero.
Debutó en Independiente de Campo Grande frente a Libertad en Tuyucuá siendo Alicio Solalinde el entrenador. "Fue lo que me llevó a estar en México. Después, Adolfino Cañete me habló y me fui a una aventura. Fue complicado el primer semestre, por la comida, la altura y muchas cosas más que uno siempre pasa afuera. Después ya jugué más y esta temporada disputé los 44 partidos del torneo, sin lesiones ni expulsiones. Gracias a Dios, todo me fue bien y ahora a esperar lo que pueda pasar esta temporada".
Ilusionado y esperanzado en poder ganarse un puesto, Borjas recordó que "en el club todos recuerdan el paso de los grandes compatriotas de épocas pasadas y de hace poco tiempo. Recuerdan a Carlos Jara Saguier, Cristian Riveros, Roque Santa Cruz, Carlos Bonet, Pablo Zeballos, de muy buena forma. Ojalá, también pueda dejar bien en alto el prestigio de esas mismas personas".
Casado con Alicia Coronel, con quien tienen una hija, Danna Fiorella, Silvio regresa a México "quise tener vacaciones con la familia en Paraguay, visitar a los amigos, pero no se pudo. Voy contento y con ganas de superarme", anunció el defensor.