El Contralor General de la República Roy Rodgers ordenó la intervención del vertedero de Cateura, ante las publicaciones periodísticas que hablan de un potencial desastre ecológico, a raíz de la situación de la pileta del vertedero administrado por la firma Empo, la cual contiene aproximadamente 120 millones de litros de lixiviados, producto de la acumulación de desechos industriales, químicos y hospitalarios. Indican que si la pileta se desborda o cede, el líquido terminaría "en horas" con el Río Paraguay.

La aguas se cubrirían de negro matando toda fauna íctica y otros productos pesqueros, la biodiversidad completa (fauna y flora acuática), además de dejar inservible el agua para preparar alimentos, lavar ropas, etc. Aumenta la gravedad de la situación el hecho de que la contaminación avanzaría por su cauce hasta llegar al Río de La Plata.

Vale recordar que el antecedente más cercano se produjo en noviembre de este año, cuando la rotura de un dique de contención de la minera Samarco provocó una catástrofe ecológica en Brasil. El agua contaminada llegó al mar arrasando con toda la vida que se le atravesó.

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Rubén Figueredo de la Fundación Itá Enramada coincidió con el diagnóstico hecho por Bustos y su equipo. Agregó que al tratarse de aguas compartidas las que están en peligro, la responsabilidad del Paraguay y sus autoridades es mucho mayor, porque un desborde representaría problemas ecológicos también para la Argentina.

Figueredo cuestionó también los métodos que la empresa Empo utiliza para mantener el nivel de lixiviados en la pileta.

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