Matías Bogado, un adolescente de 14 años, falleció a causa del derrumbe de una gran muralla en el barrio 3 de Mayo de Asunción, producto de la gran tormenta que se desató durante la madrugada de ayer.

"Le advertimos durante mucho tiempo a la empresa Automotor que esto podía pasar, pero no nos escucharon porque somos pobres", dijeron los vecinos del humilde barrio. Miguel Soto contó que "los vecinos hicimos una carta y la firmamos todos. La llevamos a la gente de la empresa y se nos rieron. También le reclamamos a la municipalidad y nadie hizo caso".

Patrocinio Rambado viene cruzando la enorme laguna en que se transformó la cancha del 3 de Mayo. "Es la tercera vez que tengo que salir de mi casa por las inundaciones en el año, pero esta fue la peor", dijo al reclamar la asistencia de las autoridades. "Necesitamos terciadas, chapas, alimentos", expuso.

Luis Fernando Benítez salvó a sus pequeños de casualidad. "Creo que a todos nos salvó el árbol", dice señalando una sombrilla de playa cuyo tronco y raíces ayudaron a atajar el derrumbe de la muralla. "Si no, la tragedia iba a ser peor", concluyó.

También falleció una bebé de 45 días en Capiatá, que resultó arrastrada por el raudal cuando su madre decidió abandonar la vivienda que se estaba anegando por completo en compañía de sus otros dos hijos de 3 y 5 años.

Según relató la mujer, estos últimos caminaban sujetos a sus ropas, pero en un momento, el de 5 se desprendió de la madre. En la desesperación por recuperarlo se le cayó la bebé que fue arrastrada al curso del arroyo y encontrada sin vida varias horas después.

LAMBARÉ

La obsoleta estructura del puente sobre el arroyo Lambaré, sobre la avenida Luis Argaña, hizo que el torrente de las aguas fuera un embudo, haciendo crecer las aguas y desbordar a tal punto que afectó a vecinos que nunca habían sufrido algo así. Liduvina Díaz, propietaria de un instituto de belleza ubicado a menos de 100 metros de la municipalidad, quedó con su casa y negocio literalmente colgados por el socavón que le provocaron las aguas. Pobladores humildes que viven en el curso alto del arroyo sufrieron el anegamiento total de sus casas. "Perdimos todo lo que teníamos, electrodomésticos, camas, ropas, todo", contaron.