Más de un metro de agua por sobre el nivel considerado normal cubre desde ayer las orillas de la localidad fronteriza de Nanawa, tras una nueva jornada de intensas lluvias que marcó 60 mm en los pluviómetros en la vecina Clorinda.
Desde inicios de semana, el pronóstico meteorológico anunciaba la llegada de precipitaciones de gran magnitud, lo que condujo a preparativos en la parte argentina de la frontera con miras a enfrentar posibles inundaciones en la segunda ciudad de Formosa, no así en Nanawa, donde la gente ya está habituada a convivir con la amenaza del agua.
"Es lo mismo nomás todos los años. Ahora no ha subido tanto y ojalá no crezca más el río porque entonces todo es más caro y el comercio se complica. Por ahora no tenemos que usar botes dentro de Puerto Elsa como el año pasado", dice Rodolfo, uno de los paseros que se gana la vida con el trabajo en la frontera.
Las bombas de desagote que garantizan que Clorinda no se inunde funcionaron el miércoles y este viernes al unísono con las fuertes lluvias, agregando con ello más agua directamente al caudal del brazo del Pilcomayo que rodea a Nanawa por todas partes.
Otra amenaza que se suma a los pobladores de la frontera paraguayo- argentina es la proliferación de mosquitos y con ello el aumento de los casos de dengue en ambas riberas.
Para los próximos días se espera continúe lloviendo aunque ya con mediana intensidad. No obstante, de equivocarse los pronósticos y ser de las lluvias de la categoría de estos últimos días, poco tardará Nanawa en transformarse de nuevo en la Venecia paraguaya.
Texto y fotos: Gentileza del periodista Pietro Sánchez ( Radio Toro 98.3 FM.TV Regional Canal 23).