Por: Jorge Pereira (perjor55@yahoo.com).
Entre ruido de máquinas, intercambio de ideas y pruebas de instrumentos, alumnos y artesanos construyen y restauran guitarras en el Taller y Escuela Luthelier Borja, que tiene más de 100 años de tradición y se encuentra en la compañía Marín Ca'aguy, de Luque.
Luz Borja, fundadora y directora de la primera escuela taller de luthería en el Paraguay, señaló que desde este año se inició con la enseñanza y está acompañado por los maestros Nelson Laurent, Aníbal Borja, Roberto Borja y Óscar Colmán.
Entre los alumnos se encuentra Rosaliz García, de Luque, quien es bisnieta del ilustre arpista digno García, quien se está especializando en el arpa paraguaya. Gabriel Cáceres, de Asunción; Sebastián Córdoba, argentino; Yahira Sosa, de Luque; Fabián Riveros, de Asunción, son algunos de los 15 aprendices que estudian en el taller.
Borja cuenta cómo fue conformándose la escuela-taller de luthería: "empieza cuando mi padre me dijo que se él iba a dejar de fabricar guitarras. Tiempo antes él me anunció que debía estudiar otra cosa y que dejara el taller. Dejé todo y me especialicé en otras áreas. Por eso tuve que abandonar todo y volver al taller de guitarra. A pesar de tener muchos cuestionamientos de la gente, acompañé a mi padre y le dimos nueva vida a esto y fortalecimos esta tradición".
Maestros
"Hicimos una pequeña investigación con mi padre, Aníbal Borja, y vimos que en Marín Caaguy, Luque, zona de guitarreros, habían 45 talleres y más de 45 constructores de guitarras, donde cada taller suele haber uno, en otros dos o tres luthiers, por lo que en Luque tenemos unos 80 maestros luthiers", explicó.
La directora Borja indicó igualmente que la mayoría son adultos mayores de entre 65 y 70 años que están trabajando solos en sus talleres, haciendo guitarras y arpas, entonces esa situación le preocupó y se dijo mirando la sustentibilidad que dentro de poco iba a desaparecer la luthería, que es una identidad, patrimonio cultural de Luque.
"Ahí me di cuenta de que los artesanos extranjeros jerarquizaban sus trabajos, poniéndole otros nombres , acá nosotros vendemos una guitarra por 100 dólares, allá por 1.000 , 3.000 y hasta 10.000 dólares, enfatizó.