Francisco ya está nuevamente en el Vaticano, pero en Paraguay su visita sigue en el recuerdo de la gente que lo acogió con mucho cariño y persistirá por mucho tiempo. Su presencia de tres días marcó a la población paraguaya que no escatimó esfuerzo para demostrar su afecto al Pontífice.

Primero en Caacupé, en la calle, luego las más de 1 millón de almas en Ñu Guasu, que a pesar de la fangosidad del terreno, a pesar del cansancio, de las miles de dificultades que padecieron, se quedaron para escuchar el mensaje de paz y amor de Francisco.

Otro encuentro emotivo también vivieron los 700 mil jóvenes que le aclamaron a Francisco en la Costanera de Asunción y no se queda atrás la visita que realizó a los pobladores del Bañado Norte, donde se sintió como si fuera en su casa. Todos estos recuerdos quedarán grabados por siempre en la memoria de los paraguayos.

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