Toms River, Estados Unidos | AFP | por Robert MACPHERSON

"Conducir significa mantenerse motivado", dice este exchofer de camiones del ejército, al comenzar un recorrido para recoger a otros coetáneos que ya no pueden manejar un auto, en el marco de un proyecto de una asociación de este estado del noreste de Estados Unidos.

En este país, donde 20.000 estadounidenses llegan cada día a los 65 años, el tema de los ancianos al volante y su capacidad de conducir a los 70, 80 o 90 años se vuelto un tema candente.

Casi el 85% de los mayores de 65 años tenía una licencia de conducir en 2010, el doble que al principio de los años 1970, según un estudio de la Asociación Americana del Automóvil (AAA).

"A través de investigaciones sabemos que los conductores mayores son más prudentes en la ruta. Son más propensos a ponerse el cinturón de seguridad, a no exceder la velocidad y a no beber", asegura a la AFP el ejecutivo de la AAA a cargo de la seguridad al volante, Jacob Nelson.

Pero las estadísticas muestran también que son más "vulnerables" y corren más riesgos de resultar heridos o de morir en un accidente que los jóvenes, subraya.

Porque con la edad vienen las complicaciones médicas que amenazan sus capacidades: la vista, el oído, la enfermedad de Parkinson, la demencia senil... Más de 90% de ancianos al volante toman algún medicamento.

¿Autos sin conductor?

En su impecable bungalow, Mary Roberts, de 88 años, espera a su chofer, recordando con tristeza el día que marcó el final de su vida al volante hace nueve años.

Sufrió un accidente de auto como pasajera, en el que se golpeó violentamente la cabeza contra el parabrisas. Después de una semana de reposo, Mary pensaba que estaba recuperada y lista para retomar su vehículo y el trabajo administrativo que seguía ejerciendo a pesar de su edad.

"Me encontré conduciendo sobre las aceras y por todos lados. Era como si no controlara el auto y no sabía qué hacer cuando vi un semáforo en rojo", recuerda. "Finalmente, logré llegar a mi oficina y sólo lloré, y lloré, y lloré".

Los médicos le explicaron que había sufrido un shock irreversible en el cerebro.

"No poder conducir cambió totalmente mi vida", dice Mary, al subirse al auto de "M. Don", como ella llama a su conductor voluntario Don Robertson.

En el condado de Ocean, donde Robertson forma parte de un equipo de conductores para ancianos, "la demanda es enorme", explica a la AFP Lynette Whiteman, directora de la asociación de Voluntarios Cuidadores de Central Jersey.

Uno de cada cinco habitantes tiene más de 65 años en esta región costera, donde además hay casi un centenar de residencias para la tercera edad.

Por eso es necesario reservar con dos semanas de anticipación para ir al médico o al dentista.

Si pueden conducir, la Administración Nacional de la Seguridad del Tráfico (NHTSA, en sus siglas en inglés) recomienda a los más ancianos que al comprar un auto elijan uno con asientos ajustables, un tablero visible y un lugar para el bastón o la caminadora.

A sus 88 primaveras, Mary Roberts se imagina en uno de los autos nuevos sin chofer que desarrolla Google, con un público adulto como objetivo principal.

"Piensen en los demasiado jóvenes, los viejos o los discapacitados que no pueden desplazarse", dijo en un congreso el año pasado el cofundador de Google, Sergey Brin.

Controles médicos

A la espera de esta revolución tecnológica, los cursos en internet o las prácticas para mantenerse el nivel de manejo están muy extendidas en Estados Unidos, con descuentos en los seguros para los que consiguen un diploma.

En Illinois (norte), los mayores de 75 años deben pasar un examen práctico cada vez que les toque renovar el permiso de conducir. Para los mayores de 87 años, la prueba es anual.

El tema de los ancianos al volante está siendo examinado también en otros países.

En Japón, el país con el envejecimiento de población más rápido del mundo, se estudia pedir a todo conductor mayor de 75 años que presente un certificado médico de aptitud.

Muchos países en América del Sur, como Argentina o Uruguay, ya introdujeron pruebas regulares en función de la edad del conductor.

Mientras en Europa, donde la población mayor de 65 años se duplicará entre 2010 y 2050, los reglamentos varían.

Los controles médicos son requeridos desde los 50 años en Italia y Portugal; pero en Francia, el Parlamento rechazó un programa similar para los mayores de 75 al juzgarlo discriminatorio.

"Para garantizar la seguridad de los conductores mayores, varios países establecieron procedimientos de control para renovar los permisos. Pero nada permite afirmar que estos controles han reducido los riesgos", sostuvo recientemente el Observatorio de Seguridad Vial de Gran Bretaña.

En la oficina de la asociación en Nueva Jersey, Larry Akins, un conductor voluntario de 69 años, dice recorrer 30.000 km por año. Y "toca madera" para poder continuar a este ritmo durante mucho tiempo.

"Tuve una crisis cardíaca en 2004. Después, no sabía si iba a volver a conducir. Pero las cosas se solucionaron, y estoy bien", aseguró.

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