El Ministerio Público, el Ministerio del Interior y la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en representación del Poder Judicial, conformaron una mesa interinstitucional con el fin de coordinar acciones para la implementación de una política integral penal. Alberto Martínez Simón, ministro de la CSJ, habló de la necesidad de articular esfuerzos en el marco del respeto de los roles propios de cada institución.
“Fue el arranque de una serie de reuniones que vamos a mantener y hoy fue el punto inicial. Hay muchas cuestiones de interés común institucionalmente hablando porque nos involucra a los tres entes, Ministerio del Interior, Fiscalía General del Estado y el Poder Judicial, que tienen a la Corte Suprema de Justicia como cabeza de la institución en temas que hacen a la seguridad y al servicio de Justicia en nuestro país”, explicó.
El ministro detalló que el trabajo de las tres instituciones está vinculado, por lo cual se debe trabajar coordinadamente y poner sobre la mesa las cuestiones que atañen al mecanismo de trabajo de modo de armonizarlo. Martínez Simón señaló que el hecho de que la Corte tenga digitalizados los expedientes, hace necesario que el Ministerio Público y del Interior hagan lo mismo.
“Debemos coordinar para que esto funcione dentro del respeto de los roles propios, la Policía Nacional en su rol de investigadores de ciertos delitos y crímenes, la Fiscalía como acusador y los jueces como juzgadores imparciales, pero a efectos de que en el ámbito propio de estas tres instituciones se muevan armónicamente debemos tener estas reuniones de trabajo”, manifestó a la 1080 AM.
La conformación de esta mesa de trabajo nació a raíz de una conversación entre el Ministerio del Interior y la Corte Suprema de Justicia, en la que se abordó la necesidad de incorporar la Fiscalía General del Estado y establecer acciones en conjunto que permitan dar una respuesta rápida y eficiente tanto en la seguridad como en la investigación y persecución de los delitos y crímenes.
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Analizan política energética con profesionales del sector
El presidente de la República, Santiago Peña, se reunió con autoridades del Instituto Paraguayo de Profesionales del Sector Eléctrico (IPSE), ocasión en la que abordaron los desafíos de la política energética paraguaya. El encuentro sirvió para hacer un análisis general sobre lo que es “El potencial energético del Paraguay”, que permitirá impulsar el desarrollo del país, según refirió el jefe de Estado.
Al respecto, el viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, explicó en comunicación con La Nación/Nación Media que el IPSE es una entidad conformada por ingenieros del sector eléctrico y otros profesionales, que presentaron un estudio acerca de la disponibilidad de potencia y la demanda de energía eléctrica futura, y las eventuales soluciones para la generación de la misma.
Mencionó que durante la charla llegaron a muchas coincidencias, ya que el Gobierno cuenta con su propia política energética escrita que ya mantiene la satisfacción del presidente de la República, pero aún falta la firma del decreto del Ejecutivo. Indicó que en ella se diversifica la matriz de generación energética y la necesidad de nuevas fuentes de generación, así como la posibilidad del uso de todos los recursos naturales.
COINCIDENTE
“En estos aspectos hemos coincidido ya que ellos también tienen una visión coincidente, con la hoja de ruta de Gobierno que nosotros tenemos plasmada como Política Energética 2050. Básicamente el debate se centró en la necesidad de más fuentes de generación y en la forma que nosotros abordaríamos”, precisó.
Bejarano señaló que se les informó sobre el plan del Gobierno que ya está impulsando de manera importante sobre la fuente solar fotovoltaica, con una licitación pública internacional, que está prevista para finales de junio de este año. Indicó que se estarán licitando 140 megavatios.
“Estamos atendiendo la posibilidad de responder a las demandas con generación solar fotovoltaica (energía solar), que será la primera que se estará haciendo con 140 megavatios en el Chaco central, y eso se estará replicando luego”, indicó.
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Incógnita sobre el retorno de Fernando Lugo a la política
El exsenador y principal referente del Frente Guasu, Fernando Lugo, ya volvió de Cuba, donde fue para someterse a una evaluación médica en el marco de su rehabilitación tras el accidente cerebrovascular (ACV) que sufrió en agosto del año 2022 en su oficina del Congreso Nacional.
Tras su regreso, nuevamente aparece la incógnita si vuelve o no activar en la política. Al respecto, la senadora Esperanza Martínez, sostiene que Lugo sigue siendo un gran referente de un sector político en el país, sin embargo, en este momento la prioridad es su recuperación.
“Creo que él sigue en su proceso de recuperación y en este momento su estado de salud y recuperación debe ser la prioridad y luego pensar si quiere o no quiere volver (a la política). Lugo sigue siendo importante porque es un símbolo del único periodo de transición política en Paraguay en 70 años”, refirió Martínez en entrevista a la 1020 AM.
Agregó que no es imposible que Lugo vuelva a la arena política si logra recuperarse. “Nada es imposible, porque él está mejorando, pero va a tener que ser una decisión, en algún momento si él logra su recuperación total”, refirió la legisladora.
Mientras tanto, indicó que el expresidente de la República volvió de Cuba, bastante mejorado en su salud. “Tengo entendido que vino bastante mejorado, principalmente en la parte motriz, en caminar, está bastante mejorado y quiero ir a verlo si es posible este fin de semana”, expresó Martínez.
El 16 de abril de este año se cumplieron 16 años de la elección de Lugo como jefe de Estado, siendo la única vez en 70 años que un candidato opositor logró vencer en una puja electoral a la Asociación Nacional Republicana (ANR).
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La política debe retomar el camino de la virtud
La política nació como una necesidad de la naturaleza para que los hombres pudieran organizarse en sociedad y estructurar jerarquías e instituciones que les permitan alcanzar sus propósitos de bienestar y felicidad. Desde el primer tratado de Aristóteles, que abre el camino para su formulación como ciencia, se establecieron cientos de teorías plasmadas en libros, algunos de ellos verdaderos clásicos de la literatura de esta disciplina, en que se busca demostrar su autonomía, su autosuficiencia, sus imperativos éticos, su cientificidad y su fin último. Sin embargo, es la realidad práctica la que se impuso a su deber ser filosófico, perdiéndose en la nebulosa o en el desconocimiento todas las reflexiones que intentan alcanzar su perfeccionamiento y, sobre todo, la concreción de sus fines más nobles y elevados en la búsqueda incesante de una convivencia centrada en la solidaridad, la fraternidad y el bien común. Y terminó siendo contaminada por la trilogía perversa del poder, la plata y el placer. Lejos de la virtud humanista, que promueve una vida más justa y digna para todos, se ha llegado al extremo de generar una inhumana pobreza en el mundo y, especialmente, en lo que respecta a nosotros, en América Latina, siendo los niños las víctimas preferidas de este flagelo brutal e inmisericorde. Es por ello que, ya en 1979, los obispos reunidos en Puebla, México, condenaban que “el lujo de unos pocos se convierte en insulto contra la miseria de las grandes masas”.
Esos mismos vicios han inficionado nuestra política. Y la gravedad aumenta de nivel cuando son los propios gobernantes los gestores y autores de la corrupción que escamotea los recursos que debieran dirigirse a programas e inversiones sociales destinados para los sectores más carenciados. Hemos padecido esta obscena decadencia moral en el gobierno que cumplió su ciclo el pasado 15 de agosto, dejando como herencia el nefasto saldo de sus latrocinios, obras mal construidas y sobrefacturadas, hospitales y escuelas en condiciones calamitosas y deudas que el nuevo gobierno tuvo que asumir retrasando sus propios proyectos. No fue la virtud sino los vicios los que movieron los intereses de quienes utilizaron el poder discrecionalmente durante ese periodo de cinco años. Estos crímenes no pueden quedar impunes. Suponemos que la administración actual estará recogiendo toda la documentación pertinente para remitirla, luego, al Ministerio Público y, de esta manera, castigar a los responsables de tan despreciable procedimiento. La indolencia, por un lado, la improvisación, por el otro, y la codicia, como telón de fondo, fueron mortales durante la pandemia del covid-19, provocando la muerte de 20.000 personas. Miles de esos fallecimientos se hubieran podido evitar con una gestión honesta, eficiente y sensible.
El gobierno del presidente Santiago Peña tiene la gran responsabilidad de devolver a la política su sentido humanista, de gestionar el Estado para beneficiar a las grandes mayorías populares y de cortar las manos de la corrupción sin considerar los orígenes partidarios o lazos personales de sus ejecutores. El pueblo necesita recuperar la confianza en sus autoridades. Y las autoridades precisan proyectar otra vez credibilidad a la ciudadanía. Esa identificación entre las partes es de urgencia absoluta, pues es la bisagra esencial para levantar al país de su postración de pobreza y postergaciones. Como en los tiempos de guerra, aunque con otras características y objetivos, el trabajo mancomunado se torna imprescindible para que cada proyecto sea encarado como empresa nacional, en la cual ningún compatriota pueda retacear su apoyo y contribución, a riesgo de quedar en evidencia de que no es el bienestar del pueblo su preocupación y prioridad, sino obstaculizar y frustrar la tarea de su adversario político, eligiendo el mezquino trayecto de la destrucción deliberada del otro para alcanzar el poder.
Cuanto antecede tiene sus fundamentos enraizados en un fenómeno que preocupa a nivel mundial: el desencanto por una democracia que no puede solucionar los problemas más acuciantes de la gente, tales como trabajo, educación, salud, seguridad, pobreza y juventud. Nuestra ventaja es que el Paraguay cuenta con suficientes recursos –materiales y humanos– para superar este crónico estancamiento, que tuvo su contraparte de ciertos avances, aunque breves, porque, lastimosamente, algunos gobiernos no toleraron ni lo que se hicieron bien en periodos anteriores, a causa de inquinas y malquerencias personales o sectarias. Con Peña, sin embargo, no se percibe esa actitud de animosidad, ni aun en contra de sus más encarnizados detractores. Da la impresión de que ha perdonado a todos a razón de una causa superior. Tampoco ha demostrado debilidad para enderezar lo torcido y corregir los errores. Aunque algunos medios –eufóricos– calificaron de “reculadas” que el mandatario retocara algunas de sus propuestas, lo que, por el contrario, demuestra su amplitud de criterios y abierta capacidad de escuchar todas las voces. Lo trascendente, ahora, es trabajar con y para el pueblo, con las virtudes de la honestidad, la trasparencia y la confianza mutua. La política, reiteramos, debe retomar su camino original: organizarse sobre la base del bienestar y la felicidad de los ciudadanos y ciudadanas, sin exclusión alguna.
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Paraguay recuerda su independencia política con un valioso logro económico
Unos días antes de la recordación del 213.º aniversario de la independencia política de nuestro país, la nación paraguaya ha recibido la gran noticia del acuerdo de la nueva tarifa de Itaipú, que es un paso importante para procurar el avance económico y social del Paraguay. Para una nación no es suficiente la estabilidad política, con la tranquilidad social que implica, como se vive hoy día. Al mismo tiempo necesita asegurar el bienestar de su pueblo mediante el mejoramiento de sus actividades productivas y comerciales, además del rumbo cierto que se les dé a sus finanzas y otras realizaciones económicas.
Hay que resaltar que en el acuerdo reciente que se hizo con Brasil se estableció una nueva tarifa por la energía de Itaipú muy conveniente para Paraguay, que es uno de los logros más importantes alcanzados en los últimos tiempos, por su gran valor monetario y económico. Pues se superó la postura inicial del vecino país de fijar una cotización muy baja, que no resultaba rentable.
Mediante la fijación de ese nuevo precio de la energía, que era 16,71 dólares por kW/mes en 19,28 dólares el kW/mes, Paraguay recibirá 650 millones de dólares anuales que el Gobierno destinará a los sectores sociales prioritarios. Esta suma no percibía anteriormente y resulta una de las novedades más resaltantes. Era lo que las autoridades nacionales deseaban para poder encarar sus numerosos proyectos con dinero propio y no con préstamos del exterior. Esto aparte de recibir las otras cifras que corresponden a las compensaciones por cesión de energía, utilidades y demás, que tendrán destinos como la Ande, con lo que se alcanza el total de 1.250 millones de dólares anunciado por el presidente Santiago Peña.
Este nuevo precio de la energía regirá por tres años (2024, 2025 y 2026), por lo que a partir de 2027 se tendrá que fijar otra cotización para el futuro. La idea del Gobierno es vender estos tres años la energía a los sectores económicos privados de Brasil que requieren ese elemento fundamental. Como dijo el ministro Carlos Fernández Valdovinos: “Ahora vamos a seguir vendiendo energía, porque no tenemos capacidad de consumirla domésticamente y a futuro vamos a consumir la mayor cantidad posible y olvidarnos de tener que vender esta materia prima tan valiosa para nuestro país”. El propósito es que a partir de 2027 el uso de la energía sea básicamente para Paraguay.
Por todo ello es que los entendidos califican el resultado de estas negociaciones por la electricidad de la binacional como un acuerdo histórico, lo que en términos futbolísticos muy elocuentes algunos señalaron como un “golazo de media cancha”. Y no es para menos, porque el mayor ingreso de divisas al país no quedará en las grandes empresas, pues se estima que finalmente irán a parar a las finanzas del ciudadano común ya que migrarán a la microeconomía, con el aumento de la mano de obra que requerirán las nuevas inversiones que vendrán.
La obtención de esta conquista económica constituye una oportunidad para que nuestro país pueda mejorar fuertemente su capacidad para realizar nuevas obras de infraestructura y mejorar las existentes. Esto aparte de la inyección monetaria a los proyectos sociales que tiene previsto el Gobierno en la construcción de hospitales, el aumento de oferta de viviendas y el sostenimiento de los más necesitados.
También hay que poner de resalto que lo que se obtuvo ahora ha sido posible mediante la capacidad técnica, la responsabilidad profesional y el patriotismo de los negociadores paraguayos, que han cumplido las directivas emanadas de la más alta cúpula del Poder Ejecutivo.
Hoy, hace 213 años, la mañana del 15 de mayo de 1811 los patriotas lograron desplazar de la conducción del país al gobernador español Bernardo de Velasco y comenzaron a dirigir los destinos de la nación como una patria independiente de España y de cualquier otra potencia. Gracias a la acertada gestión del gobierno actual, esta fecha histórica de alta significación se puede recordar hoy en medio de un gran logro, que es la nueva tarifa de Itaipú, que constituye también un acto de emancipación, ya que ha podido sacarse algunas ataduras que tenía para ser más libre en el manejo de sus intereses. Con ese avance económico, la independencia nacional se hará aún más fuerte.