La agenda de una opo­sición hueca, sin con­tenidos, cargada de odio, de falsedades revesti­das de “verdad” inició desde el origen mismo de la admi­nistración Peña, buscando desacreditar todo proyecto impulsado desde el Poder Ejecutivo. Así sucedió con la ley que crea la Superin­tendencia de Jubilaciones y Pensiones, como con la Ley de Hambre Cero, que tiene media sanción en el Con­greso. El objetivo es atacar y atacar –sin mucho funda­mento o con argumentos fácilmente rebatibles– para que la víctima/lector com­pre falsedades.

Cientos de mentiras corrie­ron contra estos dos pro­yectos que, por su notorie­dad, alcance importancia para el bienestar de –en este caso– miles de jubila­dos o estudiantes. Se han convertido en proyectos emblemáticos y de primera necesidad para las acciones que impulsa el presidente Peña.

El primero se convirtió en una ley que impuso su ver­dad, cuyo único objetivo es proteger los ahorros de los aportantes mediante una normativa que pone lími­tes, topes, y blinda recur­sos al prohibir préstamos de dinero al Estado, por ejemplo. Además, regula conflictos de intereses y responsabilidades de admi­nistradores que no existían, todo esto a lomo de la tinta recargada en la calle Yegros o Benjamín Constant. El disparador de la sataniza­ción del proyecto fue que en su inicio generó confusio­nes, posiciones encontra­das y hasta una innecesaria exposición de trabajadores y jubilados que se movili­zaron sin haber leído una línea del proyecto que desde el Ministerio de Eco­nomía y Finanzas se encar­garon de aclarar.

Las postergaciones y los análisis que iban dilatando la aprobación del proyecto de ley era aprovechado por la prensa amiga de la oposi­ción para lanzar coyuntu­rales ficciones de la famosa “reculada” del Gobierno. Así fueron tejiendo hilos de mentiras y “reculadas” que se diluyen en el brebaje de irrebatible realidad que deben tragarse reiterada­mente.

La campaña de sabotaje emprendida por estos medios tiene como fin dinamitar la credibilidad del actual gobierno colo­cándole en la posición de supuesta improvisación y de dar pasos en falsos, para volver sobre los ya andados. Pero lo que real­mente esconde este per­verso esquema de manipu­lación es maquillar la nula injerencia de una oposi­ción sin propuestas y sin poder reaccionar para dar señales institucionales y ocuparse de los problemas de calidad de vida de los paraguayos.

No hay que olvidar otra enorme mentira con la campaña de odio que inten­taron instalar días antes a la Convención del Par­tido Colorado. Con el doble relato de que se buscaría la expulsión del expre­sidente Abdo de filas del Partido Colorado, así como el “intento frustrado” de impulsar la enmienda constitucional que permita la reelección, la narrativa de los medios anticartistas fue cayendo.

Todo para justificar o equiparar la bestialidad que había cometido una semana antes la conduc­ción ejecutiva del Partido Liberal Radial Auténtico, que procedió a expulsar de sus filas a cuatro parlamen­tarios no alineados al auto­ritarisimo de quienes enca­bezan la conducción de la organización. Y como una sempiterna cantinela, los medios que rendían loas a Marito automáticamente titularon la “omisión” como una “reculada”.

A diario hay ejemplos de manipulación en la prensa anticartista, pero proba­blemente el epítome de la maniobra rastrera de estos medios sea el ataque al programa “Hambre cero”, aprobada en Diputados. La perversidad, con el único objetivo de mentar para des­truir, llegó a tal grado que prevalecen su campaña de odio antes que el estómago de los niños y niñas que necesitan la alimentación escolar, además de intentar instalar un coletazo con el supuesto riesgo para los fon­dos destinados al Arancel Cero que corresponde a los universitarios. La codicia del negocio jugó a matar el proyecto y es que en las filas de la oposición hay varios políticos que tienen como negocio la merienda esco­lar, obviamente con la ley se acaba el mercadeo.

La alimentación escolar está garantizada con “Hambre cero” con un servicio dife­rencial, con modalidad de catering universalizado y un programa de transferencia de recursos de los diferentes departamentos. En tanto que el Arancel Cero, que beneficia a miles de estudiantes univer­sitarios de nuestro país, queda asegurada directamente en el Presupuesto de Gastos de la Nación. Como dijera el vice­ministro Federico Mora, al convertirse en Fuente 10, que son fondos genuinos del Tesoro (anteriormente de Fuente 30), tiene un doble rea­seguro porque no solo estará incluido en la Ley de Hambre Cero una vez que se apruebe, sino en la Ley de Arancel Cero que ya rige desde hace un par de años.

En cada tapa y en cada zócalo de televisión estos medios enuncian sus reales inten­ciones: mentir por escándalo y que el escándalo se propa­gue. Pero la opinión pública no es idiota y distingue la fal­sedad de la realidad.

El objetivo es atacar y atacar –sin mucho fundamento o con argumentos fácilmente rebatibles– para que la víctima/lector compre falsedades.

En cada tapa y en cada zócalo de televisión estos medios enuncian sus reales intenciones: mentir por escándalo y que el escándalo se propague.