El ministro del Interior, Enrique Riera, se refirió a los operativos preventi­vos y disuasivos impulsados recientemente en Asunción, Central y otros departamen­tos del país como Boquerón, con la finalidad de dismi­nuir el índice delincuencial y devolver a la ciudadanía la tranquilidad en las calles. Destacó que la Policía es responsable de la seguridad interna.

“Estos son procedimientos que se planifican con base en lo que se llama mapas de calor, es decir, nosotros tenemos registradas todas las denuncias, los delitos, aprehensiones y detencio­nes mediante una georrefe­rencia en donde salen la deno­minación de zonas o barrios rojos, lugares donde la ciu­dadanía reclama la presen­cia policial”, manifestó en el programa “Arriba hoy”, emi­tido por el canal GEN y Uni­verso 970 AM/Nación Media.

Asimismo, el alto funcionario de Estado refutó los cuestio­namientos realizados por un grupo de abogados conside­rados expertos en derechos humanos, quienes calificaron a los operativos como “ilega­les y autoritarios”.

“Respeto la opinión de quie­nes piensan diferente, pero no comparto. Son 30 segun­dos de control, donde el perso­nal policial te solicita presen­tar la cedula, esto teniendo en cuenta que hay mucha gente con orden de captura dando vueltas, con antecedentes por microtráfico o narcotráfico. Todo esto para el ciudadano de bien es positivo, sienten que su barrio está siendo con­trolado o contenido”, indicó.

Riera volvió a insistir que los procedimientos de control son realizados con base en una planificación exhaustiva y de manera aleatoria. “Todo esto no se realiza a la bartola, se procede con mucho res­peto, se verifican los docu­mentos y si las personas cuen­tan con antecedentes. El que tiene todo en regla, no tiene ningún problema, al contra­rio, agradecen”, puntualizó.

Continuó sosteniendo que “la Policía tiene el monopo­lio de las fuerzas públicas, es el único que puede apreen­der y detener. Es el auxiliar de la Justicia, si debilitamos a la Policía, no permitimos que haga su trabajo, enton­ces se tendrá problemas. Acá la gente de bien no tiene pro­blemas en poder ser contro­lada. Constitucionalmente, los policías son responsables de la seguridad interna”.