El ex gerente de Presta­ciones Económicas de IPS, Pedro Halley, sos­tuvo que toma la destitución como un desafío para seguir luchando desde fuera. Ade­lantó que solo volvería al IPS para ocupar la presidencia, pero “con las manos libres”, y con la posibilidad de cambiar a todos los que no son idóneos al cargo. Confesó que está en diálogo con amigos del sector de jubilados, para lanzarse a la arena política, con miras a una banca en el Congreso en el 2023.

–¿Qué siente tras dejar el cargo en el IPS?

–Como un desafío. El IPS es un barco a la deriva que tiene que ser capitaneado por gente idónea. Ahora mi desafío es que lleguen al IPS gente idó­nea, con capacidad y con coraje cívico y ciudadano. En paralelo me dedicaré a la docencia, a la universidad, a la literatura, porque escribo y tengo 5 libros.

–¿Continuará en la función pública, o se va a jubilar?

–Yo ya no soy fun­cionario, me estoy jubilando en un año, pero con un grupo de amigos estamos planificando lanzar una propuesta política, con miras al Senado de la Nación en las próximas elecciones generales.

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–¿Con qué grupo político?

–Estamos hablando con un grupo de jubilados para crear una plataforma política, para la dignificación de los adultos mayores, y tener en el Senado una o dos voces, o en Diputa­dos, por qué no, voces que le represente al segmento de los adultos mayores, y que tra­bajen en leyes que les favo­rezcan. Son más de ocho mil adultos mayores, cuyos dere­chos son olvidados.

–Dijeron que volvería al IPS solo si lo nombran pre­sidente.

–Sí, en IPS hay que cambiar todo, cambiar personas, la estructura, los procesos; tanto en el área de salud, administrativa y financiera. La persona que asuma; o si a mí me ofrecen yo pondré mis condiciones, en el sentido de tener las manos libres para modernizar el IPS y sacar de esta situación de a la deriva que se encuen­tra. Buscar meca­nismos innovadores para que la atención en salud sea buena, trabajar en una ingeniería finan­ciera para fortale­cer las inversiones del IPS, para que la institución invierta en el sector productivo, no solamente en el sec­tor especulativo. En término de jubi­laciones y pensiones trabaja­ría en la reforma del sistema para lograr jubilaciones más justas y dignas para los ase­gurados.

–¿Cómo ve la gestión del Dr. Bataglia?

–Bataglia es un excelente médico, una excelente per­sona, pero no tiene el expertise, ni el carácter para manejar el IPS, la falta de experiencia y de muñeca, es lo que le está cau­sando problemas. Sumando tiene un Consejo de Admi­nistración, digitado, resultado de acuerdos y ternas de cúpula que no tiene tampoco la idonei­dad para acompañarlo. Salvo, uno, o dos que tienen alguna formación y buena carrera en el instituto, el resto son gente improvisada totalmente.

Si bien a Bataglia le tocó bai­lar con la más fea, o sea la pan­demia. Su error fundamental, al igual que los que le prece­dieron, es considerar que el IPS es un brazo o un apéndice del Ministerio de Trabajo, o del gobierno de turno. El IPS necesita reformular su visión de lo que es, en el sentido que es autónomo, autárquico, y que tiene que dar predomi­nio en su administración a los asegurados aportan­tes. El Gobierno tiene que estar presente, sí, pero para reali­zar controles, fis­calizar, no en la administración.

–Además del fallo a favor de los mari­nos, ¿Qué más pone en riesgo el futuro del IPS?

–Las amenazas inminentes son este tipo de fallos que son manotazos que le quieren dar al fondo de pen­siones. Además, el IPS tiene como cotizantes a 4 de cada 10 trabajadores, lo que indica que hay 6 trabajadores que están fuera del sistema, informali­dad laboral que campea en el Paraguay. En ese sentido, el IPS tiene que articular estra­tegias para que el seguro social sea obligatorio para toda per­sona que trabaja.

–Haciendo un cálculo, ¿Cuántos años de vida ten­dría el IPS?

–Continuar con la informa­lidad, una evasión del 60% a 70%, con el número de jubi­lados en aumento, la expec­tativa de vida va para arriba, pero la población cotizante no crece en la misma velocidad. Entonces llegará el momento en que los aportes que se reci­ban ya no serán suficientes para pagos de beneficios. Eso nos dijeron los actuarios y están agendado para el 2045. Mientras que el agotamiento de las reservas está en el 2060 y lo dicen los actuarios, no lo digo yo. El otro gran desafío que tiene el IPS es la evasión patronal, de cada 10 patrones que se tiene, uno está inscripto en el IPS, es decir, que la eva­sión patronal es del 90%, si un patrón no se inscribe no hay trabajador asegurado.

–¿Qué acciones se deben realizar para lograr la sos­tenibilidad del IPS?

–Diversificar las inversio­nes, hacer que sean mucho más rentables de las que se tiene ahora. El dinero del IPS está en el sistema ban­cario, a tasas de pérdida, pro­medio 8%. Invirtiendo en el sector productivo, gene­rando empleos, financiando construcción de fábricas, o financiando grandes obras de comunicaciones o rutas, que brinden retorno seguro, y no tener la plata en una sola canasta. Si esa canasta llega a caer, como ocurrió en los 90, adiós seguro previsional. El secreto es diversificar las inversiones, generando capi­tal social, es decir, trabajo para los jóvenes.

“Si a mí me ofrecen yo pondré mis condiciones, en el sentido de tener las manos libres para modernizar el IPS y sacar de esta situación de a la deriva”.

“Bataglia no tiene el expertise, ni el carácter para manejar el IPS, la falta de experiencia y de muñeca, es lo que le está causando problemas”.

JUSTIFICACIÓN DE BATAGLIA

El presidente del IPS, Vicente Bataglia, intentó justificar ayer la destitución de Pedro Halley, de la Gerencia de Prestaciones Eco­nómicas, asegurando que fue una decisión unánime del Consejo Administrativo porque estaba “asustando a los asegurados” con algo que no existe.

Aseguró que no existe ninguna posibilidad de quiebre de la caja jubilatoria. “Esta sustitución se dio en forma unánime. Quedaron conformes con las explicaciones y pidieron la salida de esta per­sona, que de forma irresponsable estaba asustando a todos con algo que no existe”, aseguró.

Agregó que difícilmente “una denuncia judicial puede solucio­narse a través de la prensa. Esta persona, a través de la prensa, en una de las declaraciones dice que el comunicado institucional no tenía ni pie ni cabeza. Quedó claro que él no estaba a gusto en ser depositario de nuestra confianza. Se decidió su remoción y susti­tución por una persona de casi 20 años de carrera en la institu­ción, que conoce ampliamente”, añadió.

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