Por Lourdes Torres, lourdes.torres@nacionmedia.com

El analista político y exsenador Marcelo Duarte realizó una breve evaluación del rol de la oposición y sostuvo que este sector debería de dejar hacer oposición por simple oposición y enfocarse en presentarse como un bloque fuerte que, junto con el Gobierno, puedan afrontar los problemas reales como es la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.

En comunicación con el diario La Nación/Nación Media, señaló que Paraguay tiene problemas que son bastante graves y tiene que ver con el crecimiento exponencial de los elementos de corrupción, y que si esto no se detiene de una manera decidida podría agravarse. Puso, como ejemplo, la excelente labor que hizo el gobierno en el penal de Tacumbú, que después de muchos años se realizó una acción importante y decidida, que se debería dar en todos los demás ámbitos.

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“Para eso se necesita una oposición fuerte y un Gobierno firme, porque dentro de poco el problema ya no será solamente oposición y gobierno; sino que la delincuencia y el crimen organizado que van a estar poniendo en peligro todo el sistema democrático, como ha ocurrido en otros países”, señaló Duarte.

El analista resaltó que si bien es sabido que oposición y gobierno, en Paraguay y en cualquier país democrático, nunca van a estar del todo de acuerdo, eso es prácticamente imposible que estén 100% de acuerdo. “Pero hay asuntos que se deben sentar a conversar y ponerse de acuerdo, y una de ellas; y para mí, en este momento y la más urgente es el combate a la corrupción y el narcotráfico”, sentenció.

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Bloque desorientado

En otro momento, el ex senador de Patria Querida, señaló que lo que percibe en línea general es un bloque desorientado, que no tiene una línea clara de acción, y tampoco tiene una visión de conjunto; por lo que resalta la acción de algunos actores de manera individual, y cada uno con sus características particulares.

“No estoy viendo que haya algún eco más o menos homogéneo. Existen varios factores que impiden esta unidad, por un lado hay una grave fragmentación dentro del Partido Liberal que hasta el momento es el sector mayoritario de la oposición. Por otro lado, hay sectores de la oposición que están actuando a veces de manera próxima, o muy próxima al gobierno, y eso desdibuja un poco su imagen de opositor”, mencionó.

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No obstante, aclaró que esto no significa que la oposición tenga que hacer oposición a todo lo que provenga del gobierno, sin discriminar. “Sí se necesita una línea crítica sobre las cosas que fundaron su programa de gobierno en la campaña electoral”, acotó.

Finalmente insistió que cada sector tiene su rol, el gobierno es el ejecutante y la oposición tiene que ser el vigilante o contralor. “Pero sí hay cosas que hay que ponerse de acuerdo y tener un solo criterio, como por ejemplo las negociaciones de Paraguay con los países vecinos, respecto a temas energéticos, la venta de energía eléctrica. Pero hay cosas que la oposición tiene que cumplir un rol de contralor firme, si se pone en una posición no de contralor, sino de aprovechar ciertas circunstancias para sacar ventaja, entonces quién le va controlar al gobierno”, concluyó.

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