El mes pasado, don Cle­mente Zapata, bom­bero retirado que sir­vió por 51 años a la ciudadanía, fue internado de urgencias en el Hospital Nacional de Itau­guá (HNI). Allí fue sometido a una cirugía de urgencia para amputarle sus piernas. Hoy sus familiares están organizando una rifa solidaria para poder costear los gastos que implica la nueva vida que lleva actual­mente el paciente.

Sentado en el sofá de la sala-co­medor de su casa en J. A Sal­dívar, don Clemente, de 68 años, un bombero retirado diagnosticado con cáncer de peritoneo, toma mate. Este es ahora su único vicio. Estuvo internado en Hospital Nacio­nal de Itauguá por 22 días, donde le amputaron las dos piernas, debido a unos trom­bos que sufrió, complicación de la enfermedad. Ahora su vida cambió radicalmente. De ser quien ayudaba, ahora es él quien necesita ayuda.

Tras su delicado estado de salud y luego de la amputación, la familia usó todos los ahorros que disponían. Las hijas pidie­ron créditos para poder salvar las situaciones diarias y salvar la vida de don Clemente. “Esta­mos organizando una rifa que tiene un costo de G. 5.000, porque realmente estamos pasando muy mal y tenemos muchos gastos”, detalló Clau­dia Zapata, en entrevista con La Nación/Nación Media.

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Los gastos siguen en medi­camentos que debe comprar, así como también pañal para adultos y cremas dérmicas y traslado para los controles. A fin de recaudar fondos que le permitan seguir con su trata­miento, la familia organiza una rifa solidaria con numerosos premios, producto de dona­ciones.

El costo de la rifa es solo G. 5.000, una suma práctica­mente simbólica, pero que sumado a lo que todos pueden aportar puede hacer la diferen­cia, ya que estará ayudando a mejorar su calidad de vida. “Tenemos 17 premios, todos donados”, nos comenta Mer­cedes, la esposa de Clemente. El sorteo será el 5 de noviembre.

Las personas interesadas en comprar la rifa pueden comu­nicarse al (0972) 253-232, el número de Clemente, o al (0975) 143-357, con su esposa Mercedes. Para ellos todo suma, todo ayuda y es justa­mente por eso que prefirieron vender la rifa a solo G. 5.000, ya que es una suma que está al alcance de la mayoría.

Entre los premios figuran: dos juegos de vasos, una botella de vino tinto Las Moras, una cajita de regalo (con 2 cervecitas), un libro, una jarra de vidrio, un hoppy, un kit de alimentos no perecederos, un termo de agua caliente y muchos más.

UNA VIDA AL SERVICIO DE LA GENTE

En sus años de juventud, desde los 15 años, sirvió como bombero voluntario. “Es mi pasión”, comenta a La Nación/Nación Media, mientras está sentado en el sofá, que ahora es su cama. “Me inicié en el cuartel de Florencio Varela, en Argentina”, recuerda. Hace más de 30 años conoció a su esposa, Mercedes, y tras ella vino a Paraguay, donde trabajó para la creación de varios cuer­pos de bomberos voluntarios.

Como bombero voluntario tiene más 50 años de servicio y ayudó no solo a sofocar incen­dios, sino además a salvar miles de vidas mediante la asistencia rápida e intervención oportuna en los llamados de auxilio: acci­dentes de tránsito, atraganta­miento, heridos de poda, prac­ticando RCP, etc.

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