El Ministerio Público imputó a la madre de la niña de tres años asesinada en la ciudad de Pedro Juan Caballero, en el departamento de Amam­bay, y a un adolescente de 17 años por homicidio doloso. El cuerpo fue encontrado el sábado pasado en una vivienda abandonada tras la denuncia de una supuesta desaparición de la pequeña, que habría ocurrido en horas de la noche del jueves anterior.

La madre de la pequeña fue detenida por los indicios de haber entregado a su hija a una tercera persona a cambio de drogas. Posteriormente fue imputada por el Minis­terio Público. El cuerpo de la niña fue llevado a la Mor­gue de Asunción el domingo último, donde se tomaron las pruebas laboratoriales que ayudarán a determinar la causa de su muerte. El hecho conmocionó al país.

El médico forense del Ministerio Público, Pablo Lemir, explicó ayer lunes que los resultados toxicológicos tardarían unos 20 días, que determinarán la causa de muerte. El profesional informó que no existen sig­nos de estrangulación, pero sí hay rastros de abuso sexual.

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“Hasta el momento no pode­mos definir con certeza la causa de muerte, pero existe la posibilidad de una intoxi­cación, también hay signos en la zona genital que podrían corresponder a lesiones de abuso. Tardaremos al menos 20 días en obtener los resul­tados de estudios toxicológi­cos”, dijo el forense en comu­nicación con la radio 1080 AM.

Aproximadamente a las 15:00 del domingo, vecinos del asentamiento Romero Cué incendiaron la vivienda de un presunto microtraficante que fue detenido en el marco de la investigación sobre el crimen de la niña, que habría sido dejada por la pro­pia madre en el lugar a cambio de drogas.

La madre de la menor denun­ció que su hija le pidió comida a las 3:00 del último viernes, la dejó sola por 5 minutos buscando alimento y al vol­ver se percató de su desapa­rición, según había relatado. El hecho ocurrió en el asen­tamiento Romero Cué. Por otra parte, datos policiales indican que la madre realizó la denuncia recién a las 7:00 en la Comisaría 9.ª de Yvypé.

El jefe de Prevención y Segu­ridad de Amambay, José Por­tillo, señaló que el cuerpo de la niña de tres años fue llevado ayer lunes desde Asunción hasta la ciudad de Pedro Juan Caballero, departamento de Amambay, para su velatorio y posterior sepelio.

“Esta madrugada llegó el féretro y se está velando en el asentamiento Romero Cué. La madre tiene nueve hijos, de los cuales tres son meno­res de edad. Los vecinos cono­cían la situación de la venta de drogas, pero nadie comuni­caba”, dijo el comisario en una entrevista con el programa “Así son las cosas”, emitido por la radio Universo 970 AM/Nación Media.

NENA “ENTREGADA” A SU ABUSADOR ERA TUTORA

El entorno familiar de la nena de tres años asesinada estaba pla­gado de episodios de abusos y violencia. Este detalle fue confir­mado por el fiscal José Luis Torres, quien puntualizó algunas aris­tas que rodean al infanticidio. Dijo que la madre ya había perdido la patria potestad sobre la criatura, por denuncias de maltratos que infligía a la pequeña (golpizas y abandonos).

“Ella (la mamá) había perdido la patria potestad, y se concedió la tutela a la hermana mayor de la criatura”, dijo el fiscal Torres a la 730 AM. El dato sorprendente del hecho es que la hermana que asumió la tutela solo cuenta con 13 años, y desde los 12 fue “entregada” por la madre para vivir en concubinato con un hom­bre de 30 años, ahora sospechoso de tener participación en la trama que terminó en el brutal crimen.

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