Fernando Burlando, abogado de la familia de Fernando Báez Sosa, inició a las 15:00 la lec­tura de sus alegatos. El letrado se dedicó a relatar el cuerpo del delito y la materialidad ilícita, resaltando que se ha podido acreditar con el grado de credibilidad que expone la coautoría de los ocho rugbiers acusados por la muerte de Fer­nando y con esto el abogado reiteró el pedido de cadena perpetua para cada uno de los imputados.

“Participaron todos y lo asesinaron. Esto se resume a dos escenarios de salva­jismo y horror; para sin­tetizar el suplicio de Fer­nando Báez Sosa y la cacería humana de la que fue objeto: él se encontraba de rodillas, con la cabeza abajo, pidiendo clemencia y lo que recibió fue una patada en la cabeza una y otra vez, desatando una car­nicería humana”, expresó Burlando.

“¿Cabe alguna duda a esta altura del debate si hubo o no intención de matar? ¿Se puede hablar de accidente? ¿Nunca Fernando fue ame­nazado o emboscado? Estas preguntas fueron respondi­das por las pruebas presen­tadas; ellos se llevaron el trofeo y celebraron, se abra­zaron y comieron hambur­guesas porque como en algún momento manifesté, matar les dio hambre”, aseveró el abogado.

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Alegato de la Fiscalía

“Se acredita una vez más que todos hicieron todo”.

En la continuación de la lectura de los alegatos por parte del Ministerio Público en el caso Fernando Báez Sosa, el fiscal Juan Manuel Dávila indicó que los rugbistas no huyeron tras matar a la víctima porque “estaban totalmente desinteresados y relajados”, aparte de señalar que “con todos los datos y hechos expuestos, se acredita una vez más que todos hicieron todo: pegar a Fernando e impedir que sea auxiliado”.

Así, el fiscal empezó a sintetizar cada uno de los elementos que derivan en la coautoría de los ocho implicados, finalizando con la solicitud de la cadena perpetua para los implicados, empezando con Ayrton Viollaz, al determinar que tuvo el codominio del hecho, al tener la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito.

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