Dolly Galeano, dolly.galeano@nacionmedia.com

El medio de transporte icónico en las aguas del río Paraguay durante 43 años, el barco Aquidabán, hará mañana domingo 31 de diciembre su último atraque en el Puerto de Concepción, con lo cual dará fin a un servicio a las comunidades del norte del país por casi cinco décadas. El conocido “mercado flotante” dejará de operar, para tristeza de muchas poblaciones que han crecido al amparo de ese medio de transporte. El río Paraguay pierde a su habitante más leal.

Para dar destaque a ese acontecimiento histórico, la Gobernación de Concepción y la Prefectura Naval invitan a un acto en el puerto, previsto a las 11:00, con el objetivo de acompañar el atraque del barco, y a la vez brindar los reconocimientos de ocasión, para cuyo acto esperan el acompañamiento ciudadano.

El barco partió por última vez del Puerto de Concepción el pasado martes 26 de diciembre rumbo a Bahía Negra, cumpliendo con itinerario habitual y regresará mañana para no partir nunca más. El capitán de fragata DEM (Diplomado de Estado Mayor), José Aguiar, informó a La Nación/Nación Media que la Prefectura Naval entregará el último rol de navegación, mientras que la Aduana lo hará con el último cabotaje y la Gobernación de Concepción, entregará un reconocimiento a la familia Desvars.

El capitán Aguiar compartió un poco de historia sobre el barco Aquidabán señalando que fue construido por una familia de astilleros de Concepción que siguió en manos de hijos hasta llegar a este último acontecimiento, en que se da fin a la operatividad. Julio Desvars, el patriarca de la familia, junto a cuatro de sus 14 hijos crearon el astillero: Esteban, Alías, Ángel y Hugo, además de la madre Epifanía, refirió el militar.

Agregó que los cuatro hijos citados del fundador fueron ingenieros navales y ellos hicieron en el astillero, la empresa familiar, el barco Aquidabán. El capitán José Desvars, quien está dirigiendo el barco por última vez hasta mañana en que llegará al puerto, es un familiar también.

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El barco Aquidabán cumplía prácticamente con un servicio comunitario porque era el único medio de transporte de personas y de diversos alimentos para toda la zona chaqueña, como también de enseres varios a comunidades que no tuvieron por décadas otras formas de comunicación con el resto del país.

El barco partía de Concepción hasta el Bahía Negra y en el camino iba atracando en varios otros puertos como Casado, Pinasco, Vallemí, Isla Margarita, Fuerte Olimpo, Guaraní, Peña Hermosa. “Es conocido el mercado que se formaba en el puerto de Bahía Negra, después de llegar el barco, con toda la carga de productos que llevaba para nutrir a poblaciones de diferentes sitios, dijo el capitán José Aguiar a La Nación.

Miguela Vega contó que la falta del Aquidabán generará mucho perjuicio porque todavía no existen rutas de todo tiempo a diferentes rincones y, por eso, los viajes por agua fueron siempre más seguros para llevar las cargas de alimentos y demás necesidades. Esto, según el noticiario del SNT.

También, Amaro Irala, una mujer que llevaba 30 años de viaje por el mercado flotante, lamentó el cierre de operaciones de la embarcación y anunció que quedará en su casa. Mencionó que muchos revendedores, unos diez, todavía seguían muy activos en el transporte fluvial. Durante décadas su vida trascurrió entre cajas de alimentos, bebidas y hasta electrodomésticos, dentro del barco, surcando las costas del río.

La falta de rentabilidad es la causa del término de operaciones del barco. El capitán José Desvars, explicó a SNT que para los dueños de la empresa ya no es rentable mantener operando el barco, el único que llevaba a Bahía Negra.

“La ruta va avanzando, nosotros ya estamos sin pasajeros y sin carga, entonces es difícil porque para mover esta embarcación tiene un costo muy elevado, entonces ya es imposible, prácticamente ya no cubre los gastos. Subió mucho el combustible en los últimos años y nosotros mantuvimos nuestro precio. Ahora parece que llega a su fin”, dijo el capitán Desvars, con cierta emoción.

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El barco Aquidabán, construido de madera Lapacho, llevaba unos cien pasajeros en sus mejores épocas, pero en los últimos tiempos ya bajó a unos 20 a 25 como promedio, según el capitán José Aguiar. Los precios de pasajes oscilaban entre G. 45.000 a G. 140.000, dependiendo del puerto de destino, siendo Bahía Negra el lugar más lejano y con costo más alto.

La historia del barco se remonta al año 1979, cuando la información sobre la quiebra de la Flota Mercante del Estado Paraguayo alentó a los astilleros de la familia Desvars a construir un carguero de madera que pudiera hacer el tránsito fluvial, que se abriría con la salida de la flota paraguaya. Es así que comenzó a operar el Aquidabán, con matrícula 1524, en el año 1980.