La ciudad de Capiatá se convirtió en los últimos meses en el lugar favorito de los malvivientes. Además de los asaltos callejeros, los distintos barrios están siendo invadidos por adictos que se hacen pasar por recolectores de residuos para posteriormente cometer sus fechorías.

Estas personas, conocidas popularmente como “chespis”, recorren en cualquier horario y se apoderan de todo tipo de objetos que les pueda ser útil para revenderlos a ínfimo precio, para posteriormente adquirir sus drogas. Además, el robo de cables de la Copaco se convirtió ya en una rutina para los malhechores, exponiendo de esta manera hasta sus vidas ya que corren el riesgo de ser alcanzados por una descarga eléctrica; sin mencionar el gran perjuicio que ocasionan al vecindario.

Algunos de los barrios más afectados de la Ruta 2, según las denuncias son: Piro´y, Santo Rey, Pycasú, San Blas, Naranjaty, entre otros. Si bien, patrullas de la Policía Nacional realizan sus recorridos, no son constantes y el horario pico en el que por lo general se disponen a robar los cables es entre las 01:00 y las 04:00 de la madrugada, según comentan los lugareños.

En comunicación con La Nación, uno de los vecinos del barrio Piro´y, cuya identidad la resguardamos por su seguridad, comentó que esta madrugada, alrededor de las 03:00, entre tres a cuatro personas intentaron apoderarse de cables de la calle que lleva el mismo nombre. En el intento lo que consiguieron fue derribar la columna con todo el tendido eléctrico, ocasionando una fuerte explosión. Un total de cuatro cuadras quedó sin energía eléctrica. Estas personas lograron escapar ya que además del cortocircuito, los vecinos activaron el botón de alarma del barrio.

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Cuando hablamos de este tipo de delincuentes, los famosos chespis, lo que menos nos imaginamos es verlos delinquiendo en vehículos, pero aunque cueste creerlo, es así. Ya que no pudieron llevar el cable en horas de la madrugada, los ladrones no tuvieron mejor idea que volver bien temprano a bordo de un vehículo. Ya a plena luz del día se dispusieron a cortar y robar lo que horas antes no pudieron hacerlo, amenazando incluso con machete a quienes quisieron impedirlo.

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“Esto ocurrió anoche, pero no es la primera vez que pasa en esta misma cuadra. No van a parar hasta robar en su totalidad. La primera vez también se escaparon y los vecinos les seguimos en un vehículo, pero entraron en un asentamiento, el famoso cable guy, que es donde tienen su campamento. Esa misma mañana volvieron y echaron la columna de otra de las casas. Esta vez fue lo peor, tumbaron la columna con el tendido eléctrico completo. En verdad esto se está saliendo de las manos”, manifestó el denunciante.

Ante tanta ola de inseguridad, los vecinos de estos barrios se organizaron para apoyarse entre ellos y de alguna u otra manera ahuyentar a los malvivientes. Sin embargo, también se necesita del acompañamiento de los agentes del orden que puedan hacer su patrullaje de noche/madrugada, que es el horario preferido de los chespis y de esa manera recuperar la tranquilidad que anteriormente había en la ciudad.