Sin viático, sin agua, alimentos, sin nada fueron los 327 inspectores de la Patrulla Caminera al operativo Caacupé en el que están prestando servicio hace tres días. Según denuncias que llegaron a esta redacción es una represalia ante el caso filtrado de los agentes VIP, desde la institución alegan que se debe a una falta de disponibilidad presupuestaria.

Parados durante largas horas bajo el sol, sin viáticos y sin provisión de agua y alimentos, esa es la situación en la que prestan servicio los agentes de la Patrulla Caminera en el operativo Caacupé que perciben modestos salarios que con suerte ronda el mínimo vigente.

Unos 327 agentes prestan servicio en inhumanas condiciones, dado que tampoco se les proveyó de logística como toldos, mesas y sillas y los mismos agentes deben alquilar sillas o prestar de los vecinos del lugar dado que trabajan sin relevo durante largas horas.

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En medio de esta situación apareció un tuit del ministro Arnoldo Wiens felicitando a los agentes de la caminera por el impecable trabajo. Las críticas no se hicieron esperar por las lamentables condiciones en la que se comisionó al personal este año.

A toda acción una reacción. Las denuncias que llegaron a esta redacción indican que esta situación se debe a que los altos jefes de la Patrulla han tomado represalia en contra de los agentes puesto que sospechan que la información de los 15 inspectores VIP de la Caminera que cobraban su salario sin trabajar, fue filtrada desde la misma institución.

Para conocer la versión de la Caminera, nos comunicamos con el Coordinador Administrativo de la institución, quien negó que sea un caso de represalia o venganza y que más bien se debe a una falta de disponibilidad presupuestaria.

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De acuerdo a las explicaciones de Fabián Candia, coordinador Administrativo, la fuente que financia el pago de viáticos en Fuente 30, es decir, los recursos que genera la propia institución, en el caso de la Caminera, corresponde a lo que se recauda en concepto de multas a los conductores.

“Este año no se pagaron los viáticos teniendo en cuenta a que no tenemos la disponibilidad presupuestaria suficiente para el pago, por ese motivo no se pudo ejecutar el pago. Son más de 300 inspectores afectados, se necesita entre G. 450 y 500 millones y no contamos con eso”, señaló.

A pesar de que en la carta orgánica se prevé este pago para los agentes, sin embargo la misma ley de la Patrulla Caminera N.º 5498 establece que está sujeto a la disponibilidad presupuestaria.

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“Lastimosamente no contamos con los créditos que Hacienda debería darnos para que esto se pueda pagar de forma normal”, agregó Candia.

Detalló que la Patrulla tenía apenas unos G. 150 millones para destinar al pago de viáticos, los que fueron insuficientes y por ende se dejó a la deriva a los agentes en este agotador operativo.

En años anteriores, la Caminera proveía del pago y de toda la logística necesaria a sus agentes, sin embargo, coincidentemente tras la explosión del caso de los agentes de los VIP se los dejó sin las condiciones mínimas para prestar servicio.

Así también Candia indicó que cada año piden al Ministerio de Hacienda que cambie la fuente de financiamiento de este pago, es decir, que pase a formar parte de la Fuente 10 (recursos del Tesoro) de modo que se asegure este pago, sin embargo, desde la cartera fiscal no les permiten realizar este cambio.

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Recordemos que los agentes de menor jerarquía también son víctimas de este esquema administrativo, es decir, los salarios de estos inspectores también esta sujeta a la disponibilidad presupuestaria ya que los recursos provienen de fuente 30, esto mientras los altos jefes y los inspectores VIP tienen asegurado su salario puesto que se financia con fuente 10.

Este modelo de administración se presta a que los agentes en las calles desangren a los ciudadanos, en muchos casos, inventando multas multas dado que si no recaudan no cobran sus salarios.

Incluso, estos agentes recibieron recién este año el pago de su aguinaldo correspondiente al periodo 2020 y esto justamente debido a que desde la institución afirmaban la existencia de una falta de recursos.

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