Con el objetivo de llevar al Siervo de Dios, Padre Julio César Duarte Ortellado a los altares y así convertirlo en el segundo santo paraguayo, junto a San Roque González de Santa Cruz, la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) designó a un equipo que tendrá la misión de estudiar todos los aspectos de la vida, los cargos, las obras y los testimonios conocidos del mismo.
Esto, según las normas emanadas por la Congregación de la Causa de los Santos del Vaticano. Mediante el trabajo de este equipo y sus investigaciones se recorrerán las instrucciones establecidas por la Congregación y cuyas conclusiones permitirán los siguientes títulos al candidato: venerable, beato y santo. Actualmente, tras su postulación ya lleva el titulo de siervo de Dios.
“El antecedente más importante es la creación de una Hermandad denominada Padre Julio César Duarte Ortellado, instituída por el Monseñor Nelson Yegros, el segundo Obispo de Carapeguá. Se trata de una asociación o agrupación de laicos, religiosos y sacerdotes que ayudan a la diócesis de Carapeguá en el proceso hacia la canonización del Padre Julio”, explicó a La Nación el profesor Santiago Caballero Britos, miembro de la nueva Comisión.
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Este equipo, denominado “Comisión Histórica de estudio de los antecedentes del Padre Julio César Duarte Ortellado” está conformado por el Presbítero Nilson Ortellado, quien presidirá la comisión; Margarita Miró, docente, historiadora e investigadora, y Santiago Caballero Britos, periodista y docente jubilado de la Universidad Católica, y docente titular de la Universidad Nacional de Asunción (UNA).
La designación se dio en el marco de un acto que fue presidido por el Monseñor Celestino Ocampo, obispo de Carapeguá y tuvo lugar en la curia diocesana. Participaron el Presbítero Óscar Hermosilla, postulador de la causa del Padre Julio, y el Presbítero Osmar López, delegado episcopal.
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Vida y obras del Padre Julio
Según el Observatorio Pastoral, el padre Julio César Duarte Ortellado fue un sacerdote ejemplar, nació el 12 de abril de 1906 y desde pequeño mostraba su amor al servicio de Dios, tanto es así que sus allegados lo recuerdan jugando a ser sacerdote y replicando las homilías del domingo sobre un tambor viejo que utilizaba como su atril. A los 14 años ya ingresó al Seminario Conciliar de Asunción.
“El padre Julio César Duarte Ortellado fue un sacerdote caazapeño, nació en el departamento de Caazapá, murió en el año 43 del siglo pasado en la ciudad de Ybycuí, donde se desempeñaba como cura párroco, atendía también además de Ybycuí a las parroquias de Mbuyapey y Quyquyo. Entonces, la hermandad tomó la idea de procurar que la gente lo conozca como pide la Iglesia, así como también recoger las gracias que eventualmente los devotos hayan conseguido por intercesión del Padre Julio”, explicó Caballero.
Predijo su muerte
Murió a la edad de 37 años, en 1943, por contagio de tifus. Según algunas personas cercanas al religioso, el Padre Julio predijo su muerte cuando una mujer anciana lo convocó a su lecho de muerte y le pidió que éste interceda por ella ante Dios porque tenía mucho miedo de morir.
El Padre Julio respondió que no tema a la muerte porque es la liberación del alma que envía Dios y que así como ella, él moriría en tres años y así ocurrió, un 4 de julio de 1943.
En este sentido, por orden de los jefes comunales de Ybycuí, Mbuyapey y Quyquyó, el 4 de julio de cada año es una especie de fiesta patronal, por el aniversario de la muerte del Padre Julio, quien fue muy querido y hasta ahora recordado por estos pueblos. Fundó el Hospital Distrital de Ybycuí, así como la casa parroquial y otras obras públicas con el apoyo de autoridades locales y parroquianos.
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