En los últimos años, el campo inmobilia­rio ha cosechado un gran crecimiento en el país, dinamizando parte de la eco­nomía, ya que se trata de un nexo apropiado para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos que desean tener una casa propia.

La edad y etapa de vida en la que uno se encuentre son los filtros que se toman en cuenta para decidir qué tipo de vivienda comprar; así explicó a La Nación/Nación Media Carlos Colombino, gerente de marketing en Cre­cer Inmobiliaria.

Según el especialista, los jóvenes solteros, un grupo etario entre 25 y 40 años, tienden a valorar más la ubicación y la accesibilidad de un departamento. Prefieren espacios modernos o que sean funcionales a “zonas más populares”; es decir, la cercanía a lugares de entre­tenimiento y/o compras. En ese segmento también dife­renció a los jóvenes empre­sarios, ya que estos prefie­ren invertir en edificios, pero aquellos que tienen otra cul­tura desean salir de la ciudad. “Prefieren el turismo”, dijo.

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LOS CASADOS

Con respecto a los jóve­nes casados, la búsqueda se enfoca en propiedades que se adapten al creci­miento familiar, con espa­cios amplios y áreas verdes, con una ubicación cercana a escuelas, colegios y super­mercados. Consideró que estos aspectos son esencia­les para los recién casados. Luego, mencionó que en esta etapa también se destacan quienes ya tienen su casa propia, pero quieren dar el siguiente paso y disfru­tar de la segunda vivienda, más conocida como la casa de verano o casaquinta. “Esta es la vivienda de fin de semana, donde uno va a des­conectar y encontrarse con la naturaleza”, mencionó.

GENERACIÓN SIN TERRENO

En medio de la conversación, Colombino reflexionó acerca de la necesidad que existe de redireccionar las nece­sidades actuales, especial­mente en jóvenes de entre 18 a 30 años, ya que este grupo etario se destaca por ser “la generación sin terreno”.

“Nosotros hicimos un estu­dio de mercado y vimos que es difícil que los jóvenes capten la idea de invertir en terrenos o ahorrar para comprarse uno.

Ellos están más perfilados a comprar más iPhone, motos o autos, que en el tiempo se va deteriorando y no te da una retribución”, lamentó y resaltó que esto se debe mejo­rar con una mejor educación financiera, y que las inmobi­liarias en general deben diri­girse hacia ellos con una mejor estrategia de comunicación.

EXPANSIÓN HACIA EL INTERIOR

Carlos Colombino, gerente de marketing en Crecer Inmobiliaria

El empresario recordó que según datos del Ministerio de Urba­nismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), el déficit habitacional en Paraguay es de 780.000 personas. Es decir que 638.000 familias aproximadamente no viven en alquiler, pero no gozan de vivien­das en buenas condiciones. Cerca de 96.000 familias no tienen casa propia en Paraguay.

Por eso, señaló que el rubro inmobiliario ha experimentado una expansión importante en los últimos años, especialmente en el interior del país con distintos tipos de urbanizaciones. Destacó un auge significativo en la ciudad de Concepción y Encarnación. “Y creemos que esto va a seguir creciendo más y con más alterna­tivas”, afirmó.

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