Al mes de mayo del 2022, la industria aceitera nacional ha procesado 1.125.380 toneladas, una mejora del 2% si se compara con el mismo período del 2021, pero una caída de alrededor de 180 mil toneladas con relación al promedio de los últimos tres años, según informó la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro).

En este sentido, cabe destacar que en los primeros meses del año pasado los registros de molienda fueron muy bajos a causa del retraso de la cosecha de soja, por lo cual las comparaciones hasta ahora no reflejan muy bien la situación tan compleja que atraviesa la industria aceitera.

“El escenario de este año, con una sequía que generó una caída de más del 60% en la producción de soja, es todavía más negativo si consideramos que ya se viene de 3 años seguidos con caída en la molienda, incluso habiendo sido buena la producción agrícola en esos años”, expresan los representantes del citado gremio.

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Las fábricas cerraron el mes de mayo con muy bajo stock para seguir procesando, por lo que seguramente los números seguirán cayendo al cierre de junio, y es altamente probable que la mayoría de las fábricas deban parar sus operaciones de molienda en estos últimos días del primer semestre del año, expresaron.

UTILIZACIÓN SE MANTIENE EN EL 57%

La molienda de soja hasta el mes de mayo alcanzó 1.102.323 toneladas, casi 27 mil toneladas más que en el mismo período del 2021, lo que representa una utilización de la capacidad nominal del período del 57%, mismo porcentaje que se había conseguido al cierre de abril.

Este valor se sitúa un punto porcentual por encima del 56% que se había conseguido hasta mayo del 2021, pero 9 puntos porcentuales por debajo del promedio de los últimos tres años, en ese mismo lapso.

A pesar de la aprobación del régimen de admisión temporaria (a través del Decreto N° 7.051/2022), su falta de reglamentación dificulta la posibilidad de realizar operaciones de importación para que las industrias intenten suplir la pérdida de soja en la cosecha; todo esto en un período del año donde las cosechas de los principales productores de la región ya finalizaron, con lo que la ventana comercial se cierra.

EFECTO DE LA INDUSTRIALIZACIÓN

De acuerdo a los directivos de la Cappro, los eslabones industriales de la cadena agroindustrial, en particular la industria aceitera, son los únicos capaces de contrarrestar en cierta medida los efectos negativos de un evento como la sequía que atraviesa actualmente el Paraguay; ya que permite transformar materias primas agrícolas en productos de mayor valor, ingresando más divisas al país que las que hubieran ingresado por la exportación en estado natural.

“Si consideramos la última estimación de cosecha de soja en toda la zafra, industrializar el 100% de esta producción hubiera producido un ingreso adicional de casi US$ 600 millones si se compara con lo que podría generar la exportación del mismo volumen de granos”, explicaron los representantes del sector.

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