El presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), Oliver Gayet, habló acerca del aumento del salario mínimo y aseguró que tendrán que reajustar sus precios una vez que se decrete la suba. No obstante, indicó que ante la falta de controles, crece la competencia desleal con los informales, que no se adecuan a este aumento. La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasam) envió su propuesta al Poder Ejecutivo para el nuevo reajuste del salario mínimo en un 11,4%, con el que los trabajadores empezarían a percibir 2.550.307 desde el 1 de julio. Respecto a eso, Gayet, en comunicación con La Nación/Nación Media, aseguró que, como lo habían hecho otros gremios, no pedirán que se postergue el aumento.
Sin lugar a dudas, este nuevo aumento representaría también la necesidad de remarcar precios en el sector, por lo que vienen siguiendo de cerca todas las decisiones que tomen las autoridades. Gayet señaló que no fueron tenidos en cuenta para realizar esta propuesta, pero apuntó a que se regirán a las decisiones que se tomen a fin de garantizar el derecho de sus trabajadores. “Evidentemente, eso nos preocupa porque, sobre todo, una vez más juega en contra de los formales porque vamos a aumentar, eso va a hacer que aumente nuestro costo de mano de obra, nuestro costo del IPS (Instituto de Previsión Social), porque es directamente proporcional y nosotros no vamos a poder mantener una vez nuestros precios y vamos a tener que reajustar los precios a la suba”, aseguró el presidente.
Señaló que una vez más ven cómo la competencia desleal, la gente que trabaja en la informalidad, va a tener un margen mayor de diferencia con respecto a ellos. Apuntó a que estas situaciones, como la alta inflación y el aumento del salario mínimo, afectan en gran medida al sector que trabaja dentro de la legalidad debido a la falta de controles. “Con todo esto que viene, como una avalancha, no vamos a poder hacer frente y vamos a tener que subir los precios, y vuelvo a recalcar, subimos nosotros porque trabajamos dentro de la legalidad y aquel que trabaja dentro de la ilegalidad, que no emite factura, que no paga IPS, que no paga salario mínimo, evidentemente que la brecha es muy grande, y al consumidor final lo que le importa es su bolsillo, donde le sale más barato”, explicó.
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Sector gastronómico: la propina y el desafío con los pagos electrónicos
Paul Fernández
paul.fernandez@nacionmedia.com
En Paraguay no existe una ley de propinas y, por ende, su pago no es obligatorio y tampoco está regulado a pesar de mover cerca de USD 90 millones al año. Actualmente nace un gran desafío para algunos sectores que, en medio de un avance importante de los pagos electrónicos, deben agregar este ingreso extra en sus cobros.
La actividad en los servicios, específicamente el gastronómico, recuperó dinamismo en el país y representa uno de los sectores que más está creciendo y que, de acuerdo a los últimos datos, está empujando la economía. La evolución exige cada vez más tanto a los establecimientos, empleados como a los clientes que deben posicionarse y cumplir con las exigencias de un mercado cada vez más electrónico o digital. En medio de eso, sobresalen muchos desafíos que hasta ahora no cuentan con una solución, especialmente en el país.
Desde Geopagos, empresa líder en soluciones digitales, señalan que la irrupción de los pagos digitales y la progresiva, aunque lenta, retirada del efectivo impactan directamente en la forma en la que se pagan las propinas y no hay por qué negar que la industria de los pagos digitales tiene una deuda pendiente: facilitar el pago de propinas para garantizar a la vez el ingreso de quienes trabajan y una óptima experiencia de cliente.
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“La propina es uno de los desafíos que afrontamos como industria y es una problemática que trabajamos con muchos de nuestros clientes”, afirma Mariana Sigal, VP de Operaciones de Geopagos, firma que tiene presencia en 16 países de América Latina, incluido Paraguay.
Desafío
Sobre ese punto, La Nación/Nación Media habló con Oliver Gayet, presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay, quien afirmó que si bien en Paraguay no existe una ley que obligue o regule las propinas, los establecimientos se enfrentan a ese desafío o hasta incluso podría llamarse problema cuando los clientes piden incluir este “agasajo” de los trabajadores en sus pagos digitales.
“En Paraguay no existe ninguna ley de propinas, en otros países la ley te obliga a que coloques un porcentaje para la propina, en Paraguay es opcional. Nosotros estamos de acuerdo de que siga siendo opcional. El problema que existe es con la gente que quiere dejar la propina con la tarjeta de crédito”, dijo Gayet.
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Si bien, el titular del gremio indicó, que sólo algunos establecimientos aceptan, esta operación les genera la comisión de la tarjeta, el pago del impuesto a la renta y les genera tener que desembolsar en efectivo al mozo un dinero que va a recibir unos días después porque el cobro no es inmediato.
Otro de los inconvenientes, según Gayet, es que no existe una ley que pueda excluir a la propina del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) teniendo en cuenta que la factura deberá estar alineada al monto cobrado a través de la tarjeta de crédito. “La propina es un dinero que no es del establecimiento y si todo el mundo paga con 10 % de propina, al final del año el Ministerio de Economía va a pensar que ganaron más los establecimientos”, añadió.
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Una ley necesaria
El titular del gremio dijo que ya había propuesto realizar una ley de propina que no implique la obligación sino más bien que organice el cobro de ese ingreso extra y excluya a los establecimientos de retenciones y pagos de comisiones teniendo en cuenta que dicho porcentaje irá destinado a los trabajadores. “Ya lo hablamos en varias ocasiones, pero parece que no todo el mundo se muestra interesado en ello, pero para nosotros es un problema que ronda los USD 90 millones al año, eso es lo que mueve la propina al año”, reiteró.
Sostuvo que dicha situación se registra además en el sector supermercadista con los trabajadores que realizan servicio de embalado o traslado de bolsas que, en el caso de que los clientes no cuenten con efectivo, no pueden cobrar su propina por el servicio prestado. “Si existiese una ley de propina, inmediatamente al cajero del super se le podrá pagar esa propina”, aseveró.
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Desde Geopagos señalan que si bien la cultura de la propina es diferente en cada lugar, siempre debe cumplir una misma condición: la acreditación instantánea. El efectivo cumple con ese requisito, pero está lejos de ser la solución ideal. Una propuesta ya muy utilizada en todo el mundo es una combinación entre historia e innovación: una “caja de empleados” digital.
Plantean que con la creación de una cuenta especial para propinas y en base a una oferta amplia de medios de pago (desde transferencias instantáneas hasta tarjetas de crédito o QR), es posible pagar propinas de manera muy eficaz: fácil, rápido, transparente, de manera inmediata y sin comisiones.
El desarrollo de soluciones como estas requieren el trabajo codo a codo de los desarrolladores de tecnología con fintechs o bancos y luego con los restaurantes, hoteles u otros comercios que quieran aplicarlo y, en el caso de Paraguay, seguirá requiriendo de una ley que regule este ingreso extra.
Datos claves
- En Paraguay no existe una ley de propinas y, por ende, su pago no es obligatorio y tampoco está regulado a pesar de mover cerca de USD 90 millones al año.
- La irrupción de los pagos digitales y la progresiva, aunque lenta, retirada del efectivo impactan directamente en la forma en la que se pagan las propinas.
- Con la ley de propinas no se apunta a la obligación sino más bien que organice el cobro de ese ingreso extra y excluya a los establecimientos de retenciones y pagos de comisiones.
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Gastronómicos y hoteleros pretenden formalizar a trabajadores temporales
Representantes de gremios gastronómicos y hoteleros pretenden formalizar a los trabajadores temporales con miras a la llegada de la época veraniega. El presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), Oliver Gayet, explicó que precisan una ley que ayude a este sector, pues la actual no lo permite.
“Nosotros queremos contratar a una persona por 4 días al mes, que venga a hacer un refuerzo por 5 horas todos los sábados en los locales gastronómicos y no lo podemos inscribir al IPS si no lo inscribimos mínimo por 18 días. Si la ley no nos acompaña nosotros trabajamos en la ilegalidad”, refirió el representante del gremio.
Así también, comentó que solo en la Arpy cuentan con 11.700 funcionarios registrados en el Instituto de Previsión Social (IPS), de los cuales un 75 % está en Asunción y Gran Asunción. En tanto, el 50 % de la fuerza laboral de estas ciudades queda dormido en el mes de enero. “Se les da vacaciones porque no hay gente, la ciudad está vacía y algunos cierran”, mencionó.
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En tal sentido, ambos gremios se reunieron con la ministra del Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), Mónica Recalde, para analizar las alternativas. Según informaron desde la institución, la titular se comprometió a presentar una solución que se ajuste a los requerimientos de estos sectores, en el marco de las alternativas que ofrece la legislación laboral.
Además buscarán identificar una modalidad de contrato que respalde debidamente tanto al empleador como al empleado durante el periodo de trabajo acordado entre las partes y se analizarán medidas que optimicen las pasantías laborales en los dos sectores y hacer eficaz la capacitación a los futuros profesionales.
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Paraguay, uno de los países con menor predisposición a dejar propina
En la región, solo Chile, Brasil, Ecuador y Colombia son los países cuyos restaurantes incluyen el servicio de los mozos en la cuenta. En el resto de los países, la generosidad es a cuenta propia y se promedia en un 10% del total de la compra, la propina que se debería otorgar a los meseros. Un informe del medio económico Ámbito Financiero, señala que en Paraguay, Bolivia, Uruguay y Perú rige el 10 % del total, mientras que en Argentina va hasta un 15 %.
El empresario Oliver Gayet, presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), explicó a La Nación/Nación Media que el país más generoso en dar propinas es Brasil, porque está prevista por ley. Sin embargo, lamentó que nuestro país siga siendo uno de los menos generosos. “Hay países como Brasil, que es obligatorio la propina. Es diferente en cada estado, pero es por ley estadual. En Paraguay es opcional y son muy pocos los que dejan un 10% de propina. Generalmente, la gran mayoría deja G. 5.000 o G. 10.000, aunque haya gastado G. 300.000″, expuso.
Consultado si esta práctica es recurrente en restaurantes con target básico o medio, respondió que sucede en los “más lindos”. “Paraguay no tiene la cultura de dejar propina. Vamos a lo siguiente, te vas a un lugar, a una pizzería, probablemente no dejen propina. Tal vez si sos generoso le dejas un 2.000″, precisó para Nación Media.
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Gayet comentó que desde el sector se encuentran trabajando para presentar un proyecto de ley en el que se pueda justificar la propina que se recauda en los restaurantes en las facturas emitidas, ya que si una persona decide pagar con tarjeta de débito o crédito su cuenta más la propina, y en la factura solo figura la venta pero se vendió con un 10 % de excedente, desde de la Dirección de Ingresos Tributarios tendrán que verificar con un control cruzado el por qué.
“Así que nosotros estamos trabajando con un proyecto de ley para que nosotros podamos justificar esto. Son como USD 90 millones de dólares al año lo que facturamos en propina de 1.600, 1.700 millones de dólares en gastronomía. Estamos hablando de que se obtiene un 6 % de todo lo consumido, anualmente, y de esto no existe ningún registro”, expresó e indicó que ya están en conversaciones con el director de Ingresos Tributarios, Óscar Orué, para la presentación del proyecto.
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Conasam no logró acuerdo para el reajuste salarial
El Consejo Nacional del Salario Mínimo (Conasam) no logró llegar a un acuerdo sobre el porcentaje del reajuste del salario mínimo, y su definición podría quedar en manos del Ejecutivo. Los voceros de las centrales obreras se retiraron de la reunión de ayer disconformes porque no se tuvo en cuenta su planteamiento del reajuste de 25 %, en contraste con la estimación de 5 %.
Miguel Zayas, del Centro Nacional de Trabajadores (CNT), explicó que en nombre de todos los gremios se presentó un documento exigiendo un porcentaje diferente al que Conasam tomó de acuerdo a indicadores inflacionarios del Banco Central del Paraguay (BCP). Las centrales obreras plantean un incremento de G. 645.000 para el sueldo vigente de G. 2.550.307, mientras que el consejo presidido por Karina Gómez, titular de la Dirección del Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS), baraja un monto de G. 130.000. “Hemos exigido que ese documento sea anexado y enviado a la Presidencia de la República, que no sabemos de dónde saca el BCP; que sea estudiado y analizado y decida el Ejecutivo el reajuste del salario”, manifestó Zayas, tras finalizar la reunión.
“El 5 % no alcanza ni para comprar un paquete de yerba”, acotó el dirigente obrero, que también sostuvo que cada año se falsean los datos para tomar esta decisión, y que, por lo tanto, pidieron al representante de las centrales obreras, Ramón Ávalos, que no vote en la sesión y dé un paso al costado, para que la decisión final quede en manos de Mario Abdo Benítez. “Este año ya no nos vamos a dejar engañar. Por eso, hemos solicitado a nuestro representante, Ramón Ávalos, que no vote, que se retire de la sesión si es que este documento no va a ser anexado. Que no se vote hoy y que el presidente decida esto. Ojalá haga algo bueno por lo menos al dejar estos cinco años de mandato”, aseveró Zayas.
Alegó que un reajuste de 5 % es una “burla” para los trabajadores que perciben el salario mínimo y que como mínimo se debería tomar en cuenta el último reajuste que fue en torno al 12 % con el que sí estuvieron de acuerdo. “Yo creo que la directora de Conasam se muestra abierta para el empresariado”, denunció. Si el presidente nos convoca y nos dice hasta acá podemos llegar, está bien. En caso contrario, vamos a convocar a un congreso unitario y decidir qué acciones llevar adelante”, agregó.
Papel principal es guiar política monetaria
Aclaran que el BCP funciona como herramienta para medir varias áreas, no solo para determinar reajuste.
El Banco Central del Paraguay (BCP) difunde cada mes el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que funciona como una herramienta de mediciones para varias áreas, no solo para determinar un reajuste del salario mínimo. En ese marco, su principal misión es conducir la política monetaria, de acuerdo aclaró el economista jefe del BCP, Miguel Mora.
Sostuvo esto ante las críticas de gremios de trabajadores al Consejo Nacional del Salario Mínimo (Conasam), que toma en cuenta el resultado de inflación, medido a través del IPC, para definir el reajuste salarial. Según el último reportes del BCP se prevé un aumento de G. 130.000 sobre el sueldo vigente de G. 2.550.307. “Nosotros calculamos un índice que tiene varias funciones. Para nosotros la principal función es el de guiar la política monetaria del país. La segunda función nos sirve para elaborar las cuentas nacionales y valores reales. En tercer lugar tiene una función de factor de reajuste, por lo tanto, por ese lado nosotros entramos en este tema salarial porque se ajusta con la inflación”, dijo en contacto con Universo 970 AM/Nación Media.
Mora enfatizó y aclaró que el Banco Central no tiene nada que ver con la política salarial del país. Explicó que antes de la vigente ley, que prevé un reajuste del mínimo en junio de cada año desde 2016, se esperaba que la inflación se acumule en un 10 % para activar el reajuste. “Pero ni siquiera formamos parte del Conasam”, reiteró.