En el último año, el peso argentino perdió el 60 % de su valor en relación con el guaraní y actualmente cotiza a G. 10 en la compra y a G. 12 en la venta. En Argentina, el dólar blue, que circula en el mercado negro, cotiza a $720.00 para la compra y de $730.00 para la venta, que implica una suba del 32 % respecto al mes anterior, y del 150 % en lo que va de este 2023, respecto al 2022.
Tras las elecciones primarias del 13 de agosto, el peso argentino se devaluó 18,3 %, al día siguiente, en la pizarra del estatal Banco Nación. El lunes 14 cerró con una cotización del billete verde de 365,50 frente a un cierre de 298,5 del viernes anterior. En el mercado informal se pagó hasta 685 pesos por dólar estadounidense.
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“Hay argentinos que vienen a Paraguay solamente para cambiar su peso a guaraní y después guaraní a dólares. Porque se surten acá para hacer negocios con Argentina porque así venden mucho más caro”, manifestó el analista económico y financiero, Stan Canova, a La Nación/Nación Media, ante esta complicada situación económica y política del vecino país.
Sobre la situación de las casas de cambio locales, respecto a esta devaluación, Canova dijo que el interés en tomar el peso argentino está disminuyendo porque se paga mucho menos. “Yo recuerdo que hace tres semanas un cambio estaba a G. 15 y ahora está a G. 6 o G. 7. Bajó muchísimo”, indicó, mencionando cotizaciones más bajas que aplican algunas entidades cambiarias. “Están pagando menos las casas a cambio ahora por recibir pesos, están saturados de pesos argentinos”.
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También hizo un recorrido por la historia de Argentina y puntualizó en que luego de los años 80 y 90, incluso hasta los 2000, Argentina comenzó a desequilibrar la moneda por las medidas que comenzó a implementar Néstor Kirchner con el cepo al dólar, lo cual provocó un crecimiento exponencial del mercado negro. “El dólar blue es eso, el mercado negro”, señaló.
Paraguay podría verse afectado por esta caída del peso en cuanto al ingreso de remesas por parte de los connacionales que viven en Argentina. También está vulnerable a que el contrabando se refuerce por el tipo de cambio que será aprovechado por los compatriotas que viven en la frontera para adquirir productos y alimentos argentinos.