En el marco de la detección de gripe aviar en el mundo y nuestro país, el sector avícola se encuentra analizando las posibilidades con las que cuentan los productores para evitar que la enfermedad avance. Respecto a ello, según explicaron desde la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), a nivel nacional todavía se están acopiando informaciones y no hay un convencimiento sobre este método.

Así lo indicó en comunicación con La Nación/Nación Media el doctor Aníbal Romero, vicepresidente del gremio y de la Asociación Latinoamericana de Avicultura, quien comentó que en Paraguay todavía no se tienen delineamientos claros con respecto a la inmunización. “Tendría que darse un acuerdo entre las partes que son los productores de carne de pollo, autoridades oficiales y llevar un plan, pero hay todavía una cierta incertidumbre sobre la cobertura”, añadió.

En tanto, agregó que el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) sigue recabando informaciones y los mantiene informados. El problema radica en que si un país vacuna y es exportador de carne de pollo, los compradores se resisten a adquirir el producto. “Eso es algo que no tiene sentido, porque se fabrican en base a virus muerto y no hay posibilidad de que la carne aviar transmita la enfermedad al comprador”, sostuvo.

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Dijo que si los compradores dejaran de utilizar como barrera arancelaria, se podría facilitar la inoculación sin consecuencias económicas. “En este momento ya no existe país libre de influenza aviar. Brasil y Paraguay son los únicos que no tienen sus instalaciones industriales contaminadas”, subrayó, agregando que en lo que respecta a la explotación de aves, muchos no cuentan con la capacidad de repoblar planteles.

Todos estos delineamientos fueron tratados en la última sesión de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) en París, la que advirtió que no debería darse dicha barrera comercial. No obstante, en todo el mundo se continúa analizando la eficacia, y tal es así que en Francia se realizaron dos experimentos para probarlas en patos con resultados positivos, limitando la transmisión directa cuando los animales están en estrecho contacto y bloqueando la indirecta por vía aérea.

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