El Departamento de Agricultura de EEUU (USDA), que publicó las primeras estimaciones relativas a la nueva campaña agrícola 2022/23, llegó con “noticias” alcistas para el mercado. En ese sentido, a pesar de que los datos son preliminares, el organismo prevé un mejor resultado para la nueva campaña.

Por otro lado, las primeras estimaciones para la zafra siguiente indican que la producción de la soja sería de 394,7 millones de toneladas, en la que la mayor participación la tendría Brasil con 149 millones de toneladas. Esto sería mayor a los 349,4 millones de toneladas previstas para este año, que será a su vez unos 18,8 millones de toneladas menos que la zafra anterior.

No obstante, dichas proyecciones son aún preliminares debido a la alta dependencia a los factores climáticos, señalan los analistas de la consultora local Mentu.

El stock final de soja en 2022/23, en el escenario planteado por el USDA para EEUU, terminaría con un magro volumen de 8,4 millones de toneladas, apenas por encima de los 6,3 millones que quedarían hacia fines del próximo mes de agosto, señala el portal bichosdecampos.com.

“La recuperación de la oferta exportable de soja 2022/23 quedaría en manos de las naciones del Mercosur –con Brasil y Argentina a la cabeza–, aunque para ese partido climático aún falta mucho tiempo”, sostuvo el organismo.

En cuanto a la presente campaña 2021/22, el USDA redujo la oferta prevista en la Argentina a 42 millones de toneladas de soja contra 43,5 millones estimadas un mes atrás, al tiempo que mantuvo en 125 millones de toneladas la cosecha brasileña estimada.

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Otro factor alcista es que EEUU continuará incrementando el volumen de procesamiento interno de soja para alimentar tanto a su industria cárnica como el creciente rubro del biodiésel. En 2022/23, el USDA proyecta que producirá 48,1 millones de toneladas de harina de soja versus 47 y 45,8 millones en 2021/22 y 2020/21 respectivamente.

En esta campaña, las estimaciones de producción por países sitúan a la región (Brasil, Argentina y Paraguay) con una merma productiva de 23,9 millones de toneladas con relación a la campaña anterior, lo que deja en evidencia el fuerte impacto de la sequía.

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