Montevideo, Uruguay. AFP.

“¡Qué salado está el mate!”. La queja se repite estos días en Uruguay, un país surcado por múltiples arroyos y ríos que debió recurrir a fuentes de agua salobre por una sequía que lleva más de tres años.

Es el peor déficit hídrico desde el comienzo de los registros, hace 74 años, según datos oficiales. Amenaza el suministro de agua potable en Montevideo y la región metropolitana, donde viven unos 1,8 millones de personas, más de la mitad de la población del país.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

El embalse de Paso Severino, a unos 90 km al norte de la capital, es la principal reserva de agua dulce para la zona, que la empresa estatal Obras Sanitarias del Estado (OSE) potabiliza y bombea a la red. Pero, sin precipitaciones, allí queda agua para unos 18 días, advirtió el lunes el presidente de OSE, Raúl Montero.

Ante la excepcional falta de lluvias, la OSE resolvió el 26 de abril agregar agua proveniente de aguas abajo del río Santa Lucía, salobre por la cercanía al estuario del Río de la Plata.

Desde entonces, el agua de OSE pasó a tener niveles de hasta 440mg/l de sodio y 720mg/l de cloruro, muy por encima de la normativa vigente, que establece un tope de 200mg/l y 250mg/l, respectivamente.

Dejanos tu comentario