Islamabad, Pakistán | AFP
Los países de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) se comprometieron ayer a colaborar con Naciones Unidas para liberar cientos de millones de dólares de activos afganos y crear un fondo de donaciones para aliviar la creciente crisis humanitaria que azota a Afganistán.
En una reunión celebrada en Islamabad, Pakistán, la organización de 57 países decidió “empezar discusiones con la Organización de Naciones Unidas para desbloquear los canales bancarios y reanudar los flujos de efectivo y la ayuda humanitaria”.
Esta reunión fue el primer gran encuentro sobre Afganistán desde la caída del antiguo régimen, apoyado por Washington, a mediados de agosto y la llegada al poder de los talibanes. Desde entonces, miles de millones de dólares en asistencia y recursos han sido congelados por la comunidad internacional. Mientras el país se prepara para un duro invierno, Estados Unidos congeló por ejemplo 9.500 millones de dólares en activos del Banco Central Afgano.
AVALANCHA DE HAMBRUNA
La ONU advirtió que Afganistán está al borde de la peor emergencia humanitaria del mundo, con escasez de alimento, combustible y dinero. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) alertó de la llegada de una “avalancha de hambruna”. En una resolución publicada después de la reunión, la OCI pidió también que la comunidad internacional “contribuya” a un “fondo humanitario” administrado por el banco islámico de desarrollo, que será operacional “de aquí al primer trimestre del 2022″.
“Muchos (países) quieren dar, pero no directamente” al régimen de los talibanes, explicó el ministro paquistaní de Relaciones Exteriores, Shah Mahmood Qureshi.