Israelíes y palestinos llegan a un fin de año sombrío este domingo sin ver en el horizonte ninguna perspectiva para el fin de los combates, luego de la guerra desatada por el sangriento ataque de Hamás al que siguió la respuesta más mortífera de parte de Israel contra Gaza.

En las últimas horas del 2023, no cesan los bombardeos aéreos, el fuego de artillería y los combates en la Franja de Gaza para la profunda consternación de una población palestina “agotada”. Durante la noche, el Ministerio de Sanidad de Hamás informó de numerosas muertes en ataques en Al-Mughazi y Al-Zawayda (centro).

Según ese ministerio, desde el inicio de la guerra el 7 de octubre, la cifra de muertos - en su mayoría mujeres y niños - llega a 21.672 personas, el saldo más elevado de todas las operaciones israelíes. A lo largo de las últimas semanas, el ejército israelí se ha desplegado en el norte de Gaza, luego sobre Jan Yunis y últimamente en los campos del centro de ese territorio donde 1,9 millones de habitantes (85% de la población) han tenido que huir de sus hogares por los combates.

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“Esperamos que el año 2024 llegue bajo mejores augurios y que podamos celebrar el nuevo año, en nuestros hogares, en familia. Pero la situación es difícil”, comentó Mahmoud Abou Shahma, de 33 años, en un campo de refugiados en Rafah, en el extremo sur del enclave. “Esperamos el fin de la guerra y que podamos volver a nuestras casas y vivir pacíficamente”, añadió el hombre originario de Jan Yunis, la principal ciudad del sur de la Franja y nuevo epicentro de la guerra entre Israel y Hamás.

En medio del desplazamiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido contra la creciente amenaza de la propagación de enfermedades infecciosas. Esta devastadora guerra fue desatada por un sangriento ataque sin precedentes de parte de Hamás sobre territorio israelí, que cobró la vida de 1.140 personas, también la mayoría civiles, de acuerdo con un recuento de la AFP, a partir de datos israelíes.

Como respuesta, Israel juró “destruir” al movimiento islamista palestino que gobierna en Gaza golpeando sin cesar ese territorio donde todavía hay 129 de los 250 rehenes en poder de Hamás y de sus aliados locales desde el ataque del 7 de octubre.

“Tráiganlos”

La noche del sábado, más de mil personas se manifestaron en Tel-Aviv en apoyo a los rehenes y a sus familias al grito de “tráiganlos a casa”. “Trato de ser optimista, de verdad trato. Espero que haya otro acuerdo, incluso parcial, o que se publique información. Trato de aferrarme a cada pedacito de esperanza”, declaró en el lugar Nir Shafran, de 45 años.

Por su parte Gal Gilboa-Dalal, sigue traumatizado por el 7 de octubre. Él había ido junto con su hermano Guy a una fiesta rave en la que comandos de Hamás llevaron a cabo el ataque. “Yo estaba con él, y se lo llevaron en el momento en que yo no estaba con él. Fui con él y volví sin él y es como si el tiempo desde entonces se hubiera detenido. Espero que vuelva. Cada día es un infierno”, dijo al margen de la manifestación en Tel-Aviv.

“Varios meses”

Las negociaciones internacionales que realizaron Catar y Egipto lograron una tregua de una semana a finales de noviembre, lo que permitió la liberación de 100 rehenes y la entrada a Gaza de ayuda limitada. Hoy todavía siguen los esfuerzos para alcanzar una nueva pausa en los combates. De acuerdo con los sitios estadounidense Axios y el israelí Ynet, Catar indicó a Israel que Hamás aceptaría reiniciar conversaciones para la liberación de más de 40 rehenes a cambio de un cese el fuego de hasta un mes.

Una delegación de Hamás, grupo clasificado por la Unión Europea, Estados Unidos e Israel como terrorista, llegó el viernes a El Cairo para transmitir “la respuesta de las facciones palestinas” a un plan egipcio que prevé la liberación de rehenes y una pausa de los combates. Dicha respuesta será entregada “en los próximos días”, afirmó en un comunicado Muhammad al-Hindi, secretario general adjunto de la Yihad Islámica, grupo armado que combate al lado de Hamás.

Interrogado sobre el tema, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, permaneció evasivo. “Hamás planteaba toda una serie de ultimátums que rechazamos (...) Vemos un cambio (pero) no quiero crear expectativas”, declaró al asegurar que “la guerra continuará por varios meses”.

Varios frentes

La guerra en Gaza reavivó las tensiones en la frontera con Líbano, donde ocurren casi a diario -desde el 7 de octubre- intercambios de disparos entre el ejército de Israel y el Hezbolá libanés, grupo cercano a Irán y que apoya a Hamás. Israel afirmó el sábado haber multiplicado sus ataques contra “posiciones” de Hezbolá, grupo que anunció la muerte de cuatro de sus combatientes “sobre la vía a Jerusalén”, terminología usada para designar a sus miembros abatidos desde el 7 de octubre.

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“Golpeamos fuerte contra Hezbolá (...) y si Hezbolá quiere extender la guerra, recibirá golpes como nunca antes, al igual que Irán”, previno Netanyahu el sábado en la noche. En el este de Siria, al menos 23 combatientes relacionados con Irán - cinco sirios, cuatro miembros del Hezbolá libanés, seis iraquíes y ocho iraníes - fueron abatidos el sábado en bombardeos “probablemente israelíes”, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En el mar Rojo, un destructor estadounidenses derribó dos misiles balísticos antibuque lanzados desde territorio controlado por los rebeldes hutíes, también apoyados por Irán, y que amenazan el tráfico de mercancías sobre esta ruta marítima estratégica en “apoyo” a Gaza.

Fuente: AFP

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