El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en que solo habrá paz en la Franja de Gaza con la destrucción de Hamás, la desmilitarización del territorio palestino, tras prometer intensificar la campaña contra el grupo islamista. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que su personal visitó el lunes un hospital en Gaza que recibía a víctimas de los bombardeos a un campo de refugiados, donde escucharon “desgarradores” relatos de familias enteras muertas.

El implacable bombardeo israelí en el territorio palestino exacerbó las deplorables condiciones de los civiles en Gaza, y el conflicto agravó las tensiones en Oriente Medio, mientras crece la presión por un alto el fuego. Pero Netanyahu prometió mantener el curso, en un artículo de opinión publicado la noche del lunes en el diario Wall Street Journal.

Hamás debe ser destruido, Gaza debe ser desmilitarizada y la sociedad palestina debe ser desradicalizada. Estos son los tres requisitos para la paz entre Israel y sus vecinos palestinos en Gaza”, escribió. La desmilitarización “va a requerir establecer una zona temporal de seguridad en el perímetro” del territorio, agregó.

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“En el futuro inmediato, Israel deberá mantener una responsabilidad predominante por la seguridad en Gaza”. En cuanto a la desradicalización, Netanyahu dijo que “las escuelas deben enseñar a los niños a apreciar la vida y no la muerte, y los imanes deben dejar de predicar el asesinato de judíos”. Netanyahu visitó Gaza el lunes, y al regresar a Israel dijo a una reunión de su partido derechista Likud que “no vamos a parar”. “Vamos a intensificar los combates en los próximos días”, según un comunicado de Likud.

La guerra estalló cuando combatientes de Hamás incursionaron en territorio israelí el 7 de octubre y mataron a unas 1.140 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras israelíes. Entre los muertos figuran más de 300 militares. También tomaron unos 250 rehenes, según Israel.

En respuesta, Israel prometió destruir a Hamás y lanzó una campaña militar en el territorio, incluyendo un intenso bombardeo que han dejado al menos 20,674 muertos, en su mayoría mujeres y niños, según el ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás. Cuatro grandes bombardeos israelíes efectuados desde el domingo mataron a más de 100 personas, según el ministerio. Netanyahu dijo al Likud que pretende promover la migración voluntaria de palestinos desde Gaza.

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“Proyecto absurdo”

“Nuestro problema no es saber si se debe autorizar una salida, sino si habrá países dispuestos” a recibirlos, agregó. Hamás lo calificó como un “proyecto absurdo”. Los palestinos “se niegan a ser deportados y desplazados. No puede haber exilio y no existe más opción que permanecer en nuestra tierra”, replicó el movimiento en un comunicado.

En Gaza, la guerra provocó una amplia devastación y sus 2,4 millones de habitantes sufren escasez de agua, comida, combustible y medicinas debido al asedio impuesto por Israel dos días después del ataque de Hamás.

Personal de la OMS visitó el lunes un hospital que atendía a víctimas de un ataque el domingo contra el campo de refugiados de Al Maghazi, donde murieron 70 personas, según el ministerio de Salud. AFP no pudo verificar esa cifra. El “equipo escuchó relatos desgarradores compartidos por los trabajadores de salud y las víctimas”, publicó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en X, antes Twitter.

“Un niño perdió a toda su familia en un ataque contra el campamento. Una enfermera en el hospital sufrió la misma pérdida”, agregó. En el hospital Al Aqsa, en el centro de Gaza, había cuerpos de víctimas de ese ataque envueltos en bolsas blancas antes de un entierro colectivo.

Zeyad Awad, habitante de Al-Maghazi, aseguró que no recibieron aviso del bombardeo, que provocó “destrucción extensa, enorme, y pánico en los corazones de mis hijos”. El ejército israelí dijo que estaba “revisando el incidente” y que está “comprometido con el derecho internacional, incluyendo la adopción de pasos factibles para minimizar el daño a civiles”.

“Hambre de verdad”

Israel enfrenta presión creciente, incluso de sus aliados, para proteger civiles en su campaña contra Hamás. Desde el Vaticano, el papa Francisco denunció en su mensaje de Navidad “la desesperada situación humanitaria” de los palestinos de Gaza y llamó a un cese el fuego.

Aferrados a recipientes vacíos, decenas de gazatíes esperaban en la ciudad sureña de Rafah que les distribuyeran comida. “Ahora hay hambre de verdad. Mis hijos están muriendo de hambre”, expresó Nour Ismail, mientras esperaba. “Una tregua humanitaria en Gaza es el único camino adelante”, declaró Filippo Grandi, jefe del organismo de refugiados de la ONU.

Netanyahu también enfrenta presión de los allegados de los 129 rehenes que continúan en manos de Hamás para lograr su liberación. Muchos de ellos lo abuchearon cuando se dirigió el lunes a una sesión especial del parlamento sobre los rehenes. Los manifestantes se congregaron cerca del ministerio de Defensa en Tel Aviv con pancartas de “Liberen a nuestros rehenes ya - a cualquier costo”.

El lunes se intensificaron los temores de que el conflicto provoque una escalada regional, cuando la Guardia Revolucionaria de Irán acusó a Israel de matar a Razi Moussavi, calificado como uno de los principales asesores del grupo militar, en un bombardeo en Siria. Asimismo, rebeldes hutíes apoyados por Irán han atacado buques de carga en el mar Rojo, por lo que Estados Unidos conformó una fuerza naval multinacional para resguardar el transporte por esa ruta.

Fuente: AFP.

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