El conflicto entre Israel y Hamás moviliza una acumulación de fuerzas en ambos bandos: por un lado, un Estado con poderosas capacidades militares apoyado por Estados Unidos y, por otro, grupos armados entrenados, con el respaldo de Irán, un fiel aliado.

Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), basado en Londres, las fuerzas armadas israelíes cuentan con 169.500 efectivos, entre ellos 126.000 en el ejército de tierra, además de 400.000 reservistas. De estos últimos, unos 360.000 fueron movilizados, según el centro de reflexión israelí INSS.

Este ejército se apoya en una de las industrias armamentísticas más avanzadas, especialmente con un poderoso sistema de defensa antimisiles: la ‘Cúpula de Hierro’. En conflicto casi permanente desde su creación en 1948, Israel cuenta con unos 1.300 carros de combate y otros blindados, artillería, drones, submarinos y 345 cazas, según el IISS. Israel, considerada como una posible potencia nuclear, se beneficia de la ayuda constante de Estados Unidos con un programa de cooperación militar que, en 2021, superaba los 125.000 millones de dólares desde 1948.

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El aliado estadounidense

Estados Unidos teme una “escalada” en el conflicto y una posible “implicación de Irán”, indicó el domingo la Casa Blanca. Washington envió municiones y desplegó en el Mediterráneo oriental el portaaviones “USS Gerald Ford”. “Este es un serio mensaje dirigido a Hamás, pero también a Irán y a Hezbolá”, declaraba días atrás a la AFP Eva Koulouriotis, experta independiente sobre Oriente Medio.

El sábado, Estados Unidos ordenó el envío de un segundo portaaviones, el “USS Eisenhower”, un despliegue que aumenta el número de posibles salidas aéreas, señala Nick Brown, de la compañía de inteligencia británica Janes. Los destructores, cruceros, submarinos y otros buques que apoyan a los portaaviones proporcionan “una amplia gama de capacidades”, incluida defensa aérea, capacidades de mando y una vigilancia del espacio aéreo, agregó a AFP.

Hamás

El movimiento islamista palestino Hamás se apoya en un arsenal variado construido durante hace años. Su armamento pesado procede de Irán, Siria, Libia y otros países de Oriente Medio. Sus armas cortas y fusiles de asalto vienen de China, de países del este de Europa y de las existencias israelíes incautadas durante los combates, asegura un experto occidental en armamento conocido como Calibre Obscura en la red social X (ex-Twitter) y que pide el anonimato.

La mayoría de los cohetes se fabrican localmente y son modelos rústicos. El grupo también está equipado de drones, minas, artefactos explosivos improvisados, misiles anticarro teleguiados, lanzagranadas, granadas de mortero, según otras fuentes occidentales. Ninguna cifra sobre su número está disponible. Según el IISS, las brigadas Ezzeldin al Qassam de Hamás representan entre 15.000 y 20.000 combatientes. El INSS por su parte retiene la cifra de 15.000, aunque precisa que medios árabes hablan de 40.000.

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Hezbolá

Los enfrentamientos se multiplican en la frontera con Líbano entre Israel y el movimiento proiraní Hezbolá. “Hezbolá puede movilizar recursos del ejército israelí sin implicarse completamente”, estima el centro de reflexión neoyorquino Soufan Center, en referencia a “ataques ocasionales con misiles o cohetes” para obligar a Israel a mantener fuerzas en su frontera norte.

En 2021, el grupo reivindicaba 100.000 combatientes. El INSS israelí cifra la mitad. Koulouriotis evoca 20.000 combatientes muy entrenados y una reserva de 50.000 “con un menor entrenamiento que incluye tres meses de formación en Líbano y tres en Irán”.

El INSS evalúa el arsenal de Hezbolá a entre 150.000 y 200.000 cohetes y misiles de todos los tipos, entre ellos “cientos de misiles de precisión”. El grupo organizó maniobras en mayo en el sur de Líbano, mostrando sistemas de armas iraníes, sirias, rusas y chinas.

Irán

El canciller iraní, Hossein Amir Abdollahian, advirtió de una “extensión del conflicto”, ya que “si los ataques del régimen sionista contra la población sin defensa de Gaza continúan, nadie podrá garantizar el control de la situación”.

“Por ahora parece que a Irán no le interesa que Hezbolá se involucre en una guerra total”, estima Raz Zimmt, experto sobre Irán en el INSS. Pero una “invasión terrestre” o un “éxito militar” israelí “podrían obligar a Irán a tomar una decisión sobre la apertura de un nuevo frente activo” a través de Hezbolá, precisa.

Fuente: AFP.

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