El papa Francisco, de 86 años, retomó el trabajo desde el hospital Gemelli de Roma, donde continúa su convalecencia de varios días tras una operación abdominal, anunció este viernes el Vaticano. “Después del desayuno, su santidad empezó a moverse de nuevo, pero pasó la mayor parte de la mañana en un sillón. Esto le permitió leer los diarios y retomar el trabajo”, indicó el director del servicio de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, en un comunicado emitido a mediodía.

“El equipo médico informa que el cuadro clínico mejora progresivamente y que la evolución del postoperatorio se considera normal”, agregó. El sumo pontífice argentino fue operado el miércoles bajo anestesia general durante tres horas para eliminar unas dolorosas “adherencias” en la pared abdominal, consecuencia de una operación de colon de 2021.

Francisco deberá pasar varios días ingresado en la décima planta del Policlínico Gemelli, conocido como el “hospital de los papas”, en la misma habitación que ocupó en numerosas ocasiones Juan Pablo II. El Vaticano informó que todas sus audiencias fueron anuladas hasta el 18 de junio.

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El papa tiene un largo historial clínico y con 21 años sufrió una pleuresía, una afección grave que le supuso la ablación parcial de un pulmón, además de sus problemas de rodilla y de cadera. El papa argentino tiene problemas de salud recurrentes desde que en 2013 sucedió a Benedicto XVI, que renunció por motivos de salud y murió en diciembre pasado a los 95 años. En varias ocasiones Francisco ha reducido sus obligaciones debido a su estado de salud, lo que atiza la incertidumbre y las especulaciones. A finales de marzo, el pontífice fue ingresado en el hospital Gemelli por una infección respiratoria que lo obligó a tomar antibióticos durante tres días.

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Una salud frágil

El papa Francisco, hospitalizado este miércoles por una hernia incisional, es un anciano de 86 años con una salud frágil, que se desplaza en silla de ruedas y que tuvo una delicada cirugía de colon en julio de 2021. Las condiciones de salud de Francisco se han deteriorado debido a los problemas que padece en una rodilla, una dolencia de la que no hay información oficial y de la que el pontífice ha dicho que no quiere operarse.

Por casi una década, el mundo lo conocía por sufrir de una ciática crónica que lo obligaba a cojear vistosamente y por la que tuvo que renunciar en varias ocasiones a ceremonias oficiales y posponer viajes. Sin embargo, Francisco cojeaba por un pie plano más que por su ciática, según escribió el médico y periodista argentino Nelson Castro en el libro “La salud de los papas”.

Cercano a la muerte

A la edad de 21 años, Francisco casi muere por una pleuresía, según su biógrafo Austen Ivereigh, y por ello le tuvieron que extirpar unos quistes del pulmón en 1957. En ese libro recordó ese episodio y confesó que entendía cómo se sentían las personas que padecieron coronavirus. “Tienen que luchar para respirar a través de respiradores artificiales”, subrayó en alusión a su enfermedad juvenil.

En enero del 2021 Francisco fue vacunado contra el covid-19. De sus achaques se sabe que cuando era arzobispo de Buenos Aires solía ir a un acupunturista chino por los dolores de espalda, según contó su biógrafo en el diario The Tablet Catholic. También sufrió “cálculos biliares” y en 2004 tuvo un problema cardíaco “temporal” debido a un ligero estrechamiento de una arteria, de acuerdo con su biógrafo. Sus problemas hepáticos fueron resueltos en cambio con un cambio de dieta.

Bach y mate

Francisco, quien fue líder de los jesuitas durante la brutal dictadura argentina en la década de 1970, también tuvo que recurrir a apoyo psicológico, con consultas una vez a la semana durante seis meses para lidiar con su ansiedad. Al final confesó que la enfrenta escuchando música de Bach o bebiendo mate, la infusión típica de Argentina. El papa generalmente se acuesta a las 21:00, lee cerca de una hora antes de dormir unas seis horas. Se levanta alrededor de las 4:00 y siempre tomaba una siesta de 45 minutos después del almuerzo.

Operación de colon

En julio de 2021 fue sometido a una cirugía de estenosis diverticular que involucró una hemicolectomía izquierda, con anestesia general. Se trató de una intervención quirúrgica para extirpar una porción del colon y reducir los problemas causados por los divertículos, que son pequeñas hernias en su pared. En una entrevista concedida en enero dejó entender que los problemas de colon habían regresado.

Infección respiratoria

En abril de 2023, el papa ingresó en el hospital Gemelli por problemas respiratorios, y permaneció tres días, en los que se le administraron antibióticos. “Si hubiéramos esperado un poco más de horas, hubiera sido más grave”, reconoció más tarde en una entrevista con la cadena Telemundo. El papa argentino suele hablar en forma “libre y transparente” sobre sus problemas de salud, tanto físicos como psicológicos. Pese a ello, el Vaticano sigue manteniendo el habitual secretismo e informa en forma vaga, lo que genera dudas e interrogantes sobre las reales condiciones del papa.

“Hospital de los papas”

El hospital Gemelli de Roma, donde el papa Francisco era operado este miércoles, es conocido como el “hospital de los papas” y fue apodado por el fallecido Juan Pablo II como “Vaticano III” por ser el tercer lugar que más frecuentaba a causa de su estado de salud. El polaco, que fue papa entre 1978 y 2005, fue tratado en Gemelli nueve veces y pasó en total 153 días internado en este prestigioso centro médico. “El Vaticano número uno es la plaza de San Pedro, el Vaticano número dos es la residencia veraniega de Castel Gandolfo y el hospital Gemelli se ha convertido en la sede número tres del Vaticano”, bromeaba Juan Pablo II.

La tradición pontificia de acudir a este centro hospitalario empezó en mayo de 1981, cuando el papa polaco resultó gravemente herido en la plaza de San Pedro por los disparos del turco Mehmet Ali Agça y tuvo que ser ingresado de urgencia en Gemelli. La operación duró casi seis horas ya que una bala se había incrustado a pocos centímetros del corazón. Su robusta constitución le permitió superar la prueba, aunque le dejó secuelas. Juan Pablo II regresó al hospital universitario varias veces, las dos últimas en 2005, pocas semanas antes de morir, aquejado por la enfermedad de Parkinson.

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El hospital Gemelli, construido en un terreno donado por el papa Pío XI a inicios del siglo XX para la facultad de Medicina de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, se inauguró oficialmente en 1964. En la décima y última planta de uno de los bloques de hormigón armado, el bloque E, se encuentra el apartamento privado para los papas, de unos 200 metros cuadrados, con habitaciones para los acompañantes y asistentes, equipado con muebles austeros además de una pequeña capilla.

Benedicto XVI nunca fue internado en ese centro, mientras que el argentino Francisco ha estado ya tres veces, contando esta última para su operación por una hernia incisional. La primera vez fue en julio del 2021, para una delicada operación de colon, que lo obligó a permanecer diez días y la segunda, por una bronquitis a finales de marzo.

El hospital Gemelli, cuyo nombre completo es Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemell, es el mayor hospital de Roma y uno de los más importantes de Italia. Cuenta con restaurantes, librerías, una cafetería y varias capillas. Más de 5.000 personas trabajan en ese centro, según su página oficial, que aún forma parte de la Universidad del Sagrado Corazón y se encuentra a unos 6 kilómetros de la plaza de San Pedro.

Fuente: AFP.

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