Los beatles Paul McCartney y Ringo Starr asistieron el lunes pasado al desfile de Stella McCartney en la Fashion Week femenina de París, un show militante en favor de la moda eco-responsable. Defensora de los animales y del medio ambiente, Stella McCartney llamó al mundo de la moda a “despertar” durante un desfile en el que reivindicó que el 90 % de los materiales de la colección son eco-responsables, empezando por el cuero vegano de los bolsos.
La creadora multiplicó los trajes con “proporciones exageradas”, muy estructurados y los vestidos de noche con materiales nobles, pero esta vez con más excentricidad de lo habitual, con vestidos como bolas de ganchillo azul cielo o rojo. En cuanto a los materiales, la diseñadora dijo “estar buscando soluciones que permitan no distinguir la diferencia a simple vista”, como un conjunto “total look” de cuero sintético blanco.
Después de días de lluvia en París, el sol lució para el desfile bajo la claraboya del Parc André Citroën, con la asistencia especial de una plétora de estrellas y amigos. En la pasarela, varias “nepo babes”, “hijas de”, como Lily Moss, la hija de la supermodelo Kate Moss. Stella McCartney, que fundó su marca homónima en 2001 después de trabajar en Chloé, dejó Londres para desfilar en París, siguiendo el ejemplo de Alexander McQueen o Victoria Beckham.
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Creadora de 32 años, Marine Serre es una de las portavoces de la nueva moda callejera francesa, la que mezcla sin complejos zapatillas y chándales de deporte con diseños y materiales nobles, con el color, los estampados chillones y reciclaje textil como guía.
Para su desfile montó un ambiente de mercado, con stands de café, de bebidas, pizzas y floristerías. “Escogí el mercado porque es un lugar que conecta a las personas, un lugar donde se toma el tiempo de estar juntos”, dijo Serre.
Los modelos, elegidos completamente en “casting salvaje”, tenían desde unos meses hasta unos sesenta años. Una madre desfiló con su hijo en una mochila portabebés, vistiendo un traje blanco serigrafiado con la luna creciente, la firma de la marca Marine Serre.
Entre los looks destacados: un vestido nocturno provocador, negro, un vestido corto negro con alas de ángel o demonio, y siluetas más streetwear con jeans serigrafiados y accesorios cotidianos como la cantimplora. “Veo la belleza en lo ordinario, con simplicidad (...) quería que las mujeres se sintieran cómodas, pero también elegantes y poderosas en la ropa”, declaró la diseñadora a la prensa después de su desfile.
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Un estilo chic, entre bohemio y sofisticado, fue la propuesta de la casa australiana Zimmermann. La colección otoño e invierno 24/25 fue concebida como “un homenaje a esas revistas que dictaban qué era moda y qué no lo era” en las primeras décadas del siglo XX, explicó a la prensa Nicky Zimmermann, fundadora de la firma junto a su hermana Simone hace más de tres décadas.
Nicky Zimmermann se declaró apasionada de esas grandes cabeceras como “Harper’s Bazaar”, y su desfile se abrió con una clara influencia de esa época, con un largo vestido de seda negra, cerrado en el cuello, estampado con rombos y flores.
Pero luego Zimmermann mostró un lado más bohemio, con chaquetas o pantalones denim, o un espectacular conjunto pantera “total look” de cabeza a los pies. El desfile fue oscilando entre ese estilo informal, con amplias chaquetas de cuero, de bolsillos enormes, seguido de vestidos ceñidos de noche, o vaporosos y transparentes, de tono burdeos.
“Es la ropa que me gustaría ponerme a mi” resumió la diseñadora. Para los rigores del invierno, un conjunto de pantalón y abrigo capa de color salmón, con un diminuto estampado. El cuello, cerrado con un gran lazo.
Fuente: AFP.