A veces surgen reuniones espontáneas de amigos, ex compañeros de colegio o con los primos. Si este finde vas a ser anfitriona de algún encuentro de este tipo te recomendamos preparar dos tapas y aderezos fáciles y riquísimos que te sacarán del apuro al toque. Vas a quedar de 10 con las visitas.

Pueden ser el complemento perfecto en una picada, también acompañar a una hamburguesa o sándwich. Su preparación es sencilla y requiere de pocos ingredientes. Para esta preparación se pueden usar cebollas blancas o moradas, la diferencia entre ambas estará en el sabor, siendo las blancas más suaves y dulzonas, mientras que las moradas más intensas y picosas. Otro dato es que para prepararlas, lo ideal es que sean de un buen tamaño (medianas a grandes).

• Cebollas medianas a grandes
• Harina
• Huevo
• Pan rallado
• Sal y pimienta
• Aceite

Lo primero es pelar la cebolla y luego lavarla. El corte es muy importante: la cebolla debe estar entera y las rodajas deben tener un grosor de medio centímetro –ni muy anchas, ni muy finas–, de esta manera se asegura una cocción correcta. Una vez que tengas tus rodajas es momento de separar los gajos. Prepará en un recipiente harina, podés agregarle alguna especia de preferencia para darle un toque extra. Vas a agarrar cada aro de cebolla y lo vas a enharinar bien. Una vez listas lo vas a pasar por huevo batido y con­dimentado, y después por pan rallado. El proceso es similar al de la preparación de milanesas. En una sar­tén calentá suficiente aceite para poder sumergir los aros y una vez que esté a temperatura media-alta, freí hasta que tomen un color dorado. Lo ideal es cocinarlas de a tandas de a 4 o 5 aros, esto va a depender mucho del tamaño de la cebolla y la sartén, pero es fundamental que no queden encimadas. Retiralas, dejá reposar en papel absorbente y agregale un poco de sal a gusto –también opcional–, lo siguiente ya es dis­frutarlas con lo que más te guste, pueden ser solas, con alguna salsita o acompañando algún otro manjar.

Este paso es opcional: si no te gusta el sabor fuerte de la cebo­lla, las podés sumergir en agua fría con sal durante 10 a 20 minutos, de esta manera también su olor va a disminuir; des­pués hay que escurrir bien.

La mostaza es uno de los mejores condimentos. Se basa en una semi­lla que se usa como condimento y con la que se elaboran diferentes tipos de salsas para acompañar toda clase de comidas. Esta es ideal para los aros de cebolla. Vas a necesitar: 6 cucharaditas de mos­taza, 40g de mantequilla, 200 ml de crema de leche, 2 cucharaditas de orégano fresco y sal a gusto. ¿Cómo se hace? Derretí la mante­quilla a fuego muy bajo, añadí la mostaza y el orégano fresco, cocina a fuego muy bajo o al baño María hasta homogeneizar. Luego agregá la crema de leche y sal, mezclá y retirá al mínimo hervor.

Se trata de un aperitivo italiano que puede pre­sentar una mezcla simple y armoniosa de tomates jugosos, dulces y cortados en cubitos con hojas de albahaca, aceite de oliva y una sutil pasada de ajo picante. Puede servirse en trozos de pan más pequeños para que puedan comerse a mano, y en el caso de que las prefieras como plato principal, es necesario que los ingredientes vayan en trozos más grandes y que incluyas otras opciones, como berenjena a la parrilla o coliflor. También podés agregar queso vegano.

• 900 gr de tomates frescos en cubos pequeños a medianos
• 3 dientes de ajo picados y 1 entero
• 3 a 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
• 150 gr de albahaca fresca
• 1 cucharadita de sal, pimienta negra a gusto
• 10 rebanadas de pan francés crujiente, vinagre balsámico y queso parmesano (opcional).

Empezá precalentando el horno a 200°C. En un recipiente mediano reuní los tomates, el ajo y el aceite de oliva, corta las hojas de albahaca en trozos pequeños y agrégalas a los demás ingredien­tes. Luego condimentá con sal y pimienta y revolvé suavemente para incorporarlos mejor. Prepará el pan colocando las rebanadas en una bandeja para hornear y rociales con aceite de oliva por ambos lados. En una parrilla caliente o en un horno precalentado, tostá el pan hasta que esté crujiente y dorado por fuera, pero aún ligeramente flexible, o durante 10 minutos, volteándolo a la mitad del tiempo de cocción. Retirá el pan del fuego y dejalo enfriar un poco, después frotá el diente de ajo restante sobre la superficie del pan tostado y condimentá con sal. Para terminar cubrí las rebanadas de baguette tostadas con la mezcla de tomate y albahaca, rociá vinagre balsámico sobre la brusche­tta y espolvoreá la parte superior con queso parmesano.

Combiná berenjena a la parrilla, cebolla morada y pimientos para realzar el sabor de la bruschetta. También podés añadir aceitu­nas, orégano y un toque de azúcar para darle un sabor semidulce, incluso queso ricotta batido como base para la cobertura de vegetales.El pan tostado cortado en diagonal es mucho más fácil de comer que las rebanadas de pan cortadas en línea recta. Dado que la bruschetta es un aperitivo de mano, es más común morderla directamente que usar un tenedor y un cuchillo.

Es la fruta de moda. El aguacate, además de delicioso, va bien con todo. Al ser tan versátil nos brinda la posibilidad de usarlo para pre­paraciones dulces o saladas, así que aprove­chalo al máximo. En esta ocasión te lo propo­nemos en la forma de aderezo que presenta dos variantes: la versión “fit”, que sería apta vegana, y la tradicional, que incluye huevo como la receta original de la mayonesa.

• 2 aguacates
• Jugo de 1 limón
• 250 ml de aceite de oliva
• Sal.

Cortá el aguacate por la mitad y retirale la semilla. Una vez que tengas solo la pulpa colocala en la licuadora junto con el jugo de limón, el vaso de aceite, la sal y batí hasta que la mezcla quede homogénea y cremosa.

• 1 huevo
• 250ml de aceite de girasol
• Jugo de un limón
• Sal
• 1 aguacate

En un vaso largo o jarrita poné el huevo, el aceite, un chorrito del jugo de limón, también se puede utilizar vinagre blanco y, por último, la sal a gusto. El siguiente paso es muy impor­tante para evitar que la mayonesa se corte.Con la ayuda de una batidora eléctrica, intro­ducí la paleta hasta el fondo de la jarrita y encendela; una vez que veas que la mezcla se empieza a espesar mové la batidora arriba y abajo de manera lenta y suave. Una vez que la mayonesa esté lista agregale el aguacate previamente pisado con un tenedor o en la licuadora, y volvé a batir durante algu­nos segundos hasta que la mezcla quede homogénea.