Son las plantas que cre­cen bien en recipientes con agua, sin tierra ni sustrato, pero no por eso no necesitan cuidado. Hay varias espe­cies que se habitúan perfec­tamente al agua y algunas de ellas son muy llamativas.

Una vara de bambú puede lucir muy bella en un reci­piente largo de vidrio que le permita recibir sufi­ciente luz; crece muy bien.

Crece muy bien en reci­pientes de vidrio, basta poner un tallo pequeño de esa planta en el agua cubriendo su parte inferior y crecerá en pocas semanas.

Si cortamos una rama y la intro­ducimos en un vaso de agua, al cabo de unos días comenza­rán a salirle raíces en los tallos.

Casi todas las plantas pueden crecer en agua, lo importante es mantener la limpieza del agua y por ello hay que cam­biarla por lo menos una vez por semana en invierno y en verano puede aguantar dos semanas, pero lo ideal es cam­biarla más seguido. Otro deta­lle es acercarla a la luz, no al calor directo del sol, pero si que reciba suficiente luz y que el recipiente que las contenga sea siempre vidrio y transparente.

También es importante obser­var la salud de hojas y ramas, si vemos que bajo el agua o en la superficie caen parte de ellas, se ponen amarillas o se ven blandas o con riesgo de pudrirse, hay que sacarlas, limpiarlas de todo ello y des­echar las partes afectadas.

Se las puede tener en repisas, muebles y especialmente suelen adornar las cocinas o en oficinas Siempre cerca de la luz del día.