Bruno Defelippe, candidato a senador por la Concertación, y su grupo de amigos repartidos junto con él en algunas oenegés, entre ellos los prósperos publicistas de la última campaña presidencial que amasaron cifras millonarias a través de Itaipú y Yacyretá. Otro amigo muy cercano está en firma que se adjudicó anteproyecto de US$ 33.000 para bicisendas, mientras que, el esposo de la candidata a vicepresidenta Soledad Núñez acapara consultorías a emprendedores beneficiados a través de Conacyt, etc.

Bruno Defelippe, can­didato al Senado por la Concertación Nacio­nal, misma chapa por la que puja su esposa Soledad Núñez, candidata a la Vicepresiden­cia, coincidentemente junto con selectos amigos distribui­dos en algunas oenegés, des­cubrieron la tecla del negocio consistente en las consultorías de publicidad, emprendedu­rismo, tecnología, y así se alza­ron con jugosas adjudicaciones o contratos.

Conacyt, Mitic, Ministerio de la Mujer se convirtieron en rentables clientes de pro­yectos sociales ejecutados mediante la triangulación de organismos multilaterales.

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Defelippe concentra al menos cinco proyectos financiados a través del Consejo Nacio­nal de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con plata que de alguna manera toca el bol­sillo de los contribuyentes, ya que algunos provienen de préstamos del Banco Intera­mericano de Desarrollo (BID) que terminaremos pagando todos. (Ver infografía).

Para incubar empresas, Cona­cyt le adjudicó G. 648 millo­nes en el 2021, pero desde la institución confirmaron que ya tiene desembolsado a favor G. 583 millones. Ade­más, Defelippe, a través de su empresa Koga SA, presta ser­vicio de consultoría en otros proyectos de (EBTs), empre­sas de base tecnológica, de las cuales en dos de ellas apare­cen sus socios en otras oene­gés (Alma Cívica y Sistema B).

Agendia es uno de los proyec­tos EBTs, al que figura vincu­lado Diego Sosa Maciel, cofun­dador de Alma Cívica, la ONG creada por Soledad Núñez y su esposo Bruno Defelippe que hoy busca controlar eleccio­nes y que está manejada por leales de la pareja.

Redciclaje es otra EBTs finan­ciada por Conacyt en la que salta como parte del equipo beneficiario Guillermo Este­ban Russo, asociado de la ONG Sistema B, impulsado por Defelippe. En este pro­yecto Koga también factura por consultoría.

Con Koga, Defelippe es uno de los consultores favori­tos del BID y no desaprove­cha proyectos sociales en el sector público. Una manera práctica de evitar concurso a través de Contrataciones Públicas y alzarse con cifras nada despreciables como el concurso de soluciones digi­tales que organizó en Ciudad Mujer por US$ 40.000 en año de pandemia.

Koga agrupa a otros selectos amigos también muy favo­recidos con megacontratos estatales que puentean con­trataciones públicas. Camilo Guanes y Rodrigo Weiberlen, socios de Defelippe en Koga, integran junto con él otro organismo no gubernamen­tal; la Asociación de Empren­dedores del Paraguay (Asepy), que constituye el brazo polí­tico con el objetivo de impul­sar fondos para emprende­durismo, elementales para las consultorías que puedan generarse en el proceso.

Guanes y Weiberlen con Oni­ria se llevaron unos G. 2.352 millones de Itaipú por “aseso­ría especializada en desarro­llo creativo de comunicación, materiales visuales y afines”, sin licitación. Esta adjudica­ción fue muy criticada porque la firma fue la agencia de mar­keting de la campaña prose­litista del presidente Mario Abdo Benítez, además de ser una de las consultoras favori­tas del BID en el proyecto de la Agenda Digital.

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