La fortuna que se maneja detrás del negocio del narcotráfico atribuido al ex diputado oficialista Juan Carlos Ozorio arrastra al banco de los dueños del diario Abc Color. Atlas aparece en un contrato fiduciario de un inmueble del ex legislador sumido en el ilícito de tráfico de estupefacientes.

A Ultranza Py deja a cara descubierta a varios políticos implicados en el negocio del narcotráfico. La reciente paliza fuerte que se dio tras el megaoperativo recayó en el ex diputado oficialista Juan Carlos Ozorio, comprome­tido hasta el cuello en el ilí­cito, según los audios reve­lados por el comunicador Alfredo Guachiré.

Mansiones, grandes inmue­bles como casas de retiro, colectivos de gran porte y una infinidad de bienes apa­recieron con los allanamien­tos, entre los cuales ganaron notoriedad los realizados en propiedades del pastor pró­fugo José Insfrán y su igle­sia, principal aliado de Ozorio en el negocio, según los tras­cendidos. Este terremoto que arrastró al hoy ex legislador comienza a sacudir al sistema financiero y salta el nombre del banco Atlas, propiedad de los dueños del diario Abc Color, que no está teniendo un papel preponderante en las “primi­cias” resultantes de los proce­dimientos antinarcóticos.

Documentos filtrados mues­tran que Atlas tiene un con­trato de prestación de servicios fiduciarios con el defenestrado ex diputado Ozorio que data del 2015 y a un plazo de 16 años. Es decir, el convenio del fideico­miso entre Atlas y Ozorio tiene vigencia hasta el 2031.

El acuerdo consiste en un fideicomiso de garantía cons­tituido con un inmueble de Juan Carlos Ozorio valuado en ese momento en G. 933 millo­nes, según parte del contrato adjuntado a este artículo.

Si el operativo A Ultranza reveló negocios clandestinos entre los hombres del poder y los líderes del narcotráfico, esto comienza a revelar cómo y mediante quiénes corren estas operaciones.

Durante la administración de Joaquín Roa, la empresa de Alberto “Beto” Koube, señalado como miembro del esquema del tráfico internacional de drogas, fue favorecido con contratos por G. 3.000 millones en fletes en la SEN, sin embargo, este hacía subcontrataciones cuyos pagos corrían a través del banco Atlas.

Siguen saliendo a luz datos respecto a las llamativas contrataciones de la Secre­taría de Emergencia Nacio­nal (SEN) en el tiempo en que Joaquín Roa fue minis­tro de dicha cartera. Che­ques filtrados revelan que la empresa de Alberto “Beto” Koube subcontrataba ser­vicios que el ex ministro le adjudicaba de manera directa, cuyos pagos corrían a través del banco Atlas, propiedad de los Zuccolillo.

La firma de “Beto” Koube allanada en el operativo A Ultranza Py posee CDA en la Cooperativa 8 de Marzo, como así también en el banco Atlas, GNB BANK y Continental.

Precisamente, a través del Grupo Tapyracuai, “Beto” Koube se alzó con contratos por G. 3.000 millones entre el 2018 y el 2019 en la SEN. La firma fue adjudicada de manera directa para proveer servicios de fletes a Emergen­cia Nacional, sin embargo, lo que hacía la firma era subcon­tratar a otras empresas para que realicen el trabajo.

Filtraciones de pagos de Tapyracuai dejaron al des­cubierto que en el 2018 la empresa de “Beto” emitió cheques en más de una oca­sión para el pago de la terce­rización de los servicios de fle­tes a la SEN. Varios cheques con membrete del banco Atlas emitió el proveedor favorito e íntimo amigo del ex ministro Joaquín Roa en el esquema de servicio de fletes a la SEN.

Cabe recordar que los contra­tos entre la SEN y Tapyracuai se hicieron fuera del sistema de Contrataciones Públicas, por lo que dichas adjudica­ciones no están registradas en el portal de la DNCP. Tam­poco hay que olvidar que en medio de estas contratacio­nes discrecionales está la ya famosa compra del lujoso yate por parte de Roa a su ex proveedor preferido.

El ex ministro Joaquín Roa había señalado en una entre­vista radial que las adjudi­caciones a las empresas de Koube se habían realizado debido a que estas cumplían con todas las exigencias indi­cadas en el Pliego de Bases y Condiciones (PBC), y que su vínculo de “amistad” no influyó en dichas contratacio­nes, no obstante, la SEN tam­bién contrató a la empresa de la pareja de “Beto” para un servicio de fletes, sin que esta cuente con un solo camión.