• Por Luis Irala
• Periodista Nación Media

Ameliano sufrió más de la cuenta para superar 1-0 al equipo alternativo de Trini­dense, que tiene como obje­tivo la Copa Libertadores.

El dominio de Ameliano fue sostenido en la primera etapa, pero careció de efec­tividad en el momento de resolver frente al arco rival. El equipo suplente de Tri­nidense se defendió como pudo y el mayor bastión de la resistencia fue el arquero Wilson Quiñónez, quien salió airoso en un par de sofocones frente a su valla. La lluvia se hizo fuerte en los primeros 15 minutos, pero no fue impedi­mento para el buen desarrollo del cotejo. La visita fue puro toque y tuvo la posesión del balón por lo menos 30 minu­tos de los 45, pero su mayor pecado fue la lateralización excesiva de las jugadas.

Trinidense tampoco se hizo ver en ataque y tanta fue la desidia local en ofensiva que recién a los 37 minutos tuvo su primera y única ocasión de marcar el gol, pero el cruce oportuno de Juan Patiño dejo el marcador en blanco y la primera etapa terminó sin abrirse el marcador

La complementaria fue más cortada, pero Ameliano siguió siendo dueño de la pelota y campo. Los cambios potenciaron al cuadro local, que también se acercó al arco contrario. El gol de Ame­liano llegó a los 30 minutos y el autor fue el recién ingre­sado Iván Valdez, con golpe de cabeza tras un centro medido de Abel Paredes. A poco del final, Tomás Rayer se perdió el empate y el cotejo terminó con el merecido pero sufrido triunfo de Ameliano.

“El triunfo fue bien merecido. Sabíamos la importancia de este juego, tuvimos muchas ocasiones para marcar. Por suerte, el gol de la victoria vino por una asistencia mía. Creo que realizamos un buen primer tiempo, creamos como cua­tro ocasiones sin aprovechar al igual que en la etapa final. El zaguero se refirió al juego ante Olimpia por Copa Sudameri­cana. “En el plantel vinieron grandes jugadores de refuerzo que potenciaron nuestras posibilidades y estamos seguros de que contra Olimpia tendremos una gran actuación”.