• MALDONADO, URUGUAY. AFP.

¿Un bicampeo­nato de Liga de Quito o la primera copa continen­tal para el brasileño Forta­leza?, el cara o cruz de una final única de la Sudameri­cana 2023 inédita y sin claro favorito al título.

Uruguay coronará al cam­peón en el estadio Domingo Burgueño Miguel de Mal­donado, a pocos kilóme­tros de Punta del Este, en la antesala de la gran final de la Copa Libertadores que el 4 de noviembre disputarán en el mítico Maracaná Boca Juniors y Fluminense.

En 2009, un año después de ganar por primera y hasta ahora única vez la Copa Libertadores de América, Liga gritó campeón en la Sud­americana.

A más de una década de su época de gloria, el equipo albo volvió a soñar en grande en este 2023 a partir de cuar­tos de final cuando por pena­les sacó del camino al gigante São Paulo, finalista de la edi­ción pasada que coronó al también ecuatoriano Inde­pendiente del Valle.

Para Fortaleza, un equipo tradicional del nordeste bra­sileño que recién en los últi­mos años comenzó a ganar titulares en el fútbol conti­nental, el toque mágico llegó en semifinales cuando deja­ron fuera de la definición al gigante Corinthians.

Ganar en Maldonado sería tocar el cielo a nivel suda­mericano para el Leão y para todo el nordeste brasileño, alejado del poder deportivo del sur del país, que corona­ría por primera vez su fútbol en una final sudamericana.

Para Liga sería repetir título y dejar enterrada definitiva­mente la caída en la final del torneo en 2011, ante el chi­leno Universidad de Chile.

Cerca del ocaso de su carrera, a sus 39 años, el peruano Paolo Guerrero asoma como uno de los puntos altos de esta final.

Lejos de la potencia física y goleadora que lo transforma­ron en leyenda en su selección, el Depredador llega a la final de la Sudamericana conciente de que su lugar en el equipo va más allá de los goles que pueda aportar. “Falta un paso más”, advirtió Gue­rrero, conciente de la res­ponsabilidad que tiene en un equipo que se nutre de la experiencia del goleador.

Enfrente, Fortaleza presenta en el empuje de Ze Welison, uno de sus faros.