Mediante el acuerdo logrado con Brasil para fijar la nueva tarifa de energía de Itaipú, que ya no tendrá que cederle a valor risible, se estima que Paraguay podrá recibir alrededor de 1.250 millones de dólares anuales por la venta de su energía a diversos clientes. La noticia fue celebrada por todos porque constituirá un espaldarazo financiero inédito para lo que se pudiera hacer en el país. Hasta los negacionistas, que lo ven todo negro, se pusieron contentos por esa gran novedad y son también capaces de soñar.
La euforia es legítima y hay que celebrarla como un gran triunfo del Gobierno nacional, que ha sabido realizar las negociaciones por varios meses para tratar de obtener la mayor ventaja posible para nuestro país. No hay que olvidar que Brasil quería una cotización muy baja, que fuera menor a los 16,71 dólares el kW/mes que regía hasta la vigencia del nuevo acuerdo, y Paraguay pretendía que estuviera por encima de los 20 dólares. Por lo tanto, los 19,28 dólares el kW/mes que se fijó como nueva tarifa puede considerarse un logro importante, dado que la intención paraguaya es capitalizarse mediante los mayores ingresos que provengan de la binacional.
Un detalle importante es que, como ahora Paraguay ya no está obligado a cederle a Brasil la energía de Itaipú que le pertenece y que no utiliza, la podrá vender en el mercado a los precios que rigen en el mismo. Anteriormente, nuestro país tenía la exigencia de darle su energía a un valor muy bajo, que no significaba mayor utilidad. Eso terminó y llegó la hora de nuevas oportunidades para el país.
Los 1.250 millones de dólares que se prevé que ingresarán, no llegarán de inmediato porque comienza la tarea de buscar compradores y de hacer negociaciones para la mejor colocación posible del producto. Eso llevará su tiempo y el esfuerzo de conseguir las propuestas que sean más convenientes para los intereses nacionales. Por consiguiente, no se podrán hacer de entrada las inversiones que se pretenden, ya que el nuevo proceso tiene sus tiempos.
El Gobierno nacional ha aclarado que el dinero que ingrese al país por la venta de la energía paraguaya de Itaipú no se utilizará para gastos corrientes, como aumentos de salarios y otras erogaciones improductivas. Se harán inversiones importantes para la vida del país y su gente.
El presidente Santiago Peña señaló que con los fondos que se obtendrán con la nueva tarifa de Itaipú se construirán nuevos hospitales de referencia en varias localidades del país, ya que existe un gran déficit en los servicios de salud públicos. Habló incluso de hacer siete nuevos centros hospitalarios. Reconoció que existe un déficit tremendo en la materia y que ahora se van a acelerar los planes que ya se tenían anteriormente. Incluso existe la idea de construir un nuevo hospital en Asunción, ya que al trasladarse el nosocomio de la Facultad de Medicina a San Lorenzo, la capital no tiene una institución hospitalaria de gran nivel para los que habitan la ciudad.
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, enfatizó que los recursos de Itaipú no se utilizarán para aumentos de salarios del sector público. Resaltó que sería pésima una decisión de ese tipo. “Nosotros no estamos apoyando ningún tipo de incremento salarial”, aclaró, y agregó que de nada serviría conseguir esos recursos y luego no gastarlos de manera eficiente y transparente.
La necesidad de destinar los nuevos fondos para solucionar los principales problemas del país implica que, aparte de los gastos en salud y educación que se tienen previstos, se deberá invertir para potenciar el servicio eléctrico del país con el fortalecimiento de la Ande. El ente requiere muchas inversiones, sobre todo para mejorar la transmisión de la energía de manera segura y sin castigar a los consumidores como ocurre hasta ahora por el déficit que tiene. La población nacional no puede seguir sufriendo la falta de servicio que provoca molestias y grandes perjuicios económicos.
Los beneficios que significan la nueva tarifa de Itaipú solo podrán concretarse mediante el trabajo adecuado de los organismos que los administren. Para ello se requiere, aparte de la preparación técnica, una importante cuota de amor a la patria y su gente.