Recientemente la pareja anunció su compromiso y la relación también se sigue afianzado en terreno profesional. Rosalía y Rauw Alejandro acaban de estrenar su nueva colaboración titulada “Vampiros”; la canción pertenece al EP “RR”, proyecto en común que tienen los artistas para celebrar sus tres años de relación.
El hit llegó acompañado del video oficial, en él se puede ver a la pareja convertida en vampiros paseando de noche por las calles de Barcelona y, según la discográfica Sony Music, expresa “una hoja de ruta de su relación desde el pasado hasta el presente, con indicios de lo que les depara el futuro”. Ambos aparecen con outfits llamativos, cruces, y los colmillos característicos mientras que caminan y danzan al ritmo de la canción.
Leé más: ¡Se agrandó la familia! Nadia Ferreira presentó a Zuli, su nueva mascota
El clip fue dirigido por el colombiano-estadounidense Stillz, quien también trabajó para el artista puertorriqueño Bad Bunny en “Yo perreo sola” y “La noche de anoche ft. Rosalía”. Hace algunas semanas, la pareja anunció su compromiso con el estreno de “Beso”, que incluye al final del video una imagen de Rosalía emocionada mostrando el anillo que le entregó Rauw Alejandro; “Vampiros” sería la primer colaboración tras la noticia del casamiento.
Coachella
La artista catalana fue una de las grandes figuras que se presentó en el Festival de Coachella 2023 y revolucionó al público cuando invitó a su prometido, Rauw Alejandro, al escenario. “Esta vez es muy especial porque hace cuatro años vine a Coachella, pero lo hice sola (...) ¿Alguien ha escuchado “RR”?”, preguntó Rosalía durante el último tramo de su show en la ciudad desértica de Indio (California, EEUU). Luego, apareció el cantante puertorriqueño en el escenario y la artista se emocionó hasta las lágrimas. Primero interpretaron juntos la canción “Beso” y después “Vampiros”.
Te puede interesar: ¿Bad Bunny negó a Kendall Jenner frente al público en Coachella?
@rosalia.dvine ROSALÍA & Rauw Alejandro in COACHELLA🧛🏽♀️🧛🏽 #rosalia #rauwalejandro #motomami #viral #cuterosalia #motochella
♬ VAMPIROS - ROSALÍA & Rauw Alejandro
Dejanos tu comentario
¿Shakira volverá a Paraguay con su gira “Las mujeres ya no lloran”?
La cantante colombiana Shakira participó el viernes pasado en un espectáculo sorpresa junto al productor argentino Bizarrap en el festival de Coachella (Estados Unidos), aprovechó el evento para anunciar su gira mundial “Las mujeres ya no lloran” y este martes dará el primer anuncio de las fechas. ¿Volverá a Paraguay? Su primera y única visita fue el 8 de marzo del 2011, en el Jockey Club.
“¡Estoy muy feliz de anunciar finalmente que Las mujeres ya no lloran World Tour está en marcha! ¡No puedo esperar a volver al escenario para festejar y celebrar con mi manada de lobos! Próximamente fechas: ¡regístrese para obtener información/acceso de preventa ahora! ¡Auuuuuuuuuuuu! http://shakira.com/wolfpack #LMYNLWT“, publicó la artista en la red social X, el sábado pasado, luego que iluminara las pantallas de Coachella con el nombre de su nueva gira que lleva el nombre de su duodécimo álbum lanzado el 22 de marzo pasado.
Lea más: ¡Damon Albarn declaró su amor por Paraguay en Coachella!
Este lunes, la cantante volvió a compartir otro adelanto de su vuelta a un recorrido por varios países, que no hacía desde El Dorado World Tour (2018): “Están listos??? ¡La cuenta regresiva para el primer anuncio de las fechas #LMYNLWT comienza ahora mismo! ¡Nos vemos en 24 horas! ¡Regístrate en Wolfpack en http://Shakira.com para ser uno de los primeros en recibir todos los detalles!“.
Pese a la espectacular apertura de Lana Del Rey, que volvió a actuar en Coachella una década después de su primer espectáculo en el festival, fue el show conjunto de Shakira y Bizarrap el que generó más calor en la noche de la primera jornada. La colombiana ofreció una actuación potente que incluyó el éxito compartido en la taquillera sesión de Bizarrap, en el que Shakira buscó venganza contra su ex, el futbolista español Gerard Piqué.
Con información de AFP.
Dejanos tu comentario
Besos para todos...
El beso es una práctica transversal que trasciende la historia universal y, en general, como seres humanos marca hitos vitales. Etapas. Éxitos, fracasos. Inicios, finales. Llegadas, partidas. Recuerdos, de los que alguien se quiere acordar y de los que otros u otras se quieren olvidar.
- Por Ricardo Rivas
- Periodista X: @RtrivasRivas
- Fotos Gentileza
La historia de la humanidad está cruzada por el beso. Por los besos. En todo tiempo y lugar siempre –y desde siempre– hubo, hay y seguramente habrá y se contará la historia de algún beso. José Alves de Moura, portugués nacionalizado brasileño, es conocido en el mundo como el Besuquero. Su afición no conoció de límites ni de medidas de seguridad efectivas para evitar que besara a quien quisiera y deseara besar. El Beijoqueiro se mantiene en el podio como el más exitoso de todos los tiempos. Porque, hay que decirlo, los hubo antes que él, seguramente, los habrá después de él y, en el mientras tanto, algunos otros y otras lo intentarán.
Dicen que nació en 1940. A poco de cumplir 20 años, como polizón, escapó de su país para evitar el servicio militar. Sabía que sería enviado para cumplirlo en Angola. “No tenía ningún interés en que me mandaran allí para matar negros pobres como yo”, declaró alguna vez ante la prensa. Y lo consiguió. No mató a nadie. Sesentista convencido el hombre y, a su manera, claramente prefería hacer el amor y no la guerra.
En su afán, se cuenta que besó 17 veces los pies del papa Juan Pablo II –récord absoluto– cuando el líder universal de los católicos visitó Brasil en 1980. La hazaña fue en Manaus antes de que el Pontífice abordara el vuelo que lo llevara de regreso al Vaticano. Se sabe que trabajó como vendedor de flores, de billetes para la lotería, de taxista, de lustrabotas. Pero lo de él es besar. Pelé, Radamel Falcao, Garrincha, Zico, Roberto Carlos. Hasta Frank Sinatra, mientras ofrecía un concierto en Río, fue besado por José en la mejilla izquierda.
No supieron nunca cómo detenerlo para que no besara a los famosos, algunos de los cuales, aunque no en forma directa, lo denunciaron ante la Justicia sin ningún éxito. El juez Mayrino da Costa lo absolvió. “Besar no es un delito, qué bueno sería que los delincuentes que hay en Brasil reemplazasen sus armas con besos”. Fue claro y contundente. De Moura, sin embargo, no pudo con el presidente argentino Raúl Alfonsín (1983-1989). El intento lo obligó a dormir dos noches en un calabozo en Buenos Aires. Tampoco con Xuxa, ya que sus guardaespaldas lo molieron a golpes. Ni con Ayrton Sena, por mencionar solo tres. Pero, pese a esos episodios, es invencible.
PRÁCTICA TRANSVERSAL
El beso, besar, besemos, besémonos. Desde siempre esa práctica está presente. Y hay personas que lo estudian científicamente. Los filematólogos se dedican a ello. Sí, aunque usted no pueda creerlo. La Real Academia Española de la Lengua (RAE) explica que filematología es el “estudio del beso y de las reacciones que desencadena en las personas, tanto físicas como mentales”. Apunta después que philématos significa “del beso” y da cuenta de que esa palabra deriva de “filéo (amar, querer)”.
El 13 de abril de cada año – ayer– desde 2011 es el Día Internacional del Beso. La efeméride celebra que un hombre y una mujer, en Tailandia, el Día de San Valentín se besaron durante 46 horas, 24 minutos y 9 segundos. Los triunfadores, Ekkachai y Laksana Tiranarat, en 2013 también triunfaron y superaron el récord anterior. Se besaron durante 58 horas, 35 minutos y 58 segundos. ¡Campeones!
Damas y caballeros, señoras y señores, amigos y amigas, todos y todas, lectoras y lectores, el beso es una práctica transversal que trasciende la historia universal y, en general, como seres humanos marca hitos vitales. Etapas. Éxitos, fracasos. Inicios, finales. Llegadas, partidas. Recuerdos, de los que alguien se quiere acordar y de los que otros u otras se quieren olvidar. El cine y la tele han anotado besos trascendentes desde sus inicios. La historia –reciente o lejana– también.
ÍCONOS
La alegría por el fin de la Segunda Guerra Mundial tal vez para muchos y muchas haya sido el momento en que el marinero George Mendonsa –inmediatamente después de saber de la rendición de Japón, el 14 de agosto de 1945– lo celebró cuando en Times Square besó a la enfermera Edith Shain, tan desconocida como él. O, quizás, el que, en junio de 1979, cuando el 30.º aniversario de la creación de la ya desaparecida República Democrática Alemana, se dieron Leonidas Brezhnec y Erich Hönecker, líderes de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y de la RDA, respectivamente. Siempre – siempre– hubo, hay y habrá un beso para comentar. O para cantar, tararear, silbar.
Con mi amigo-hermano Hamurabi Noufouri, arquitecto, doctor en Historia del Arte y Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, aprendo. Me enriquece en cada una de nuestras conversaciones y gano en sabiduría cuando lo leo en deliciosos textos que construye con dedicación extrema. Su pluma parece emerger con potencia inusitada –a veces creo que desde el 1600 hasta nuestros días– por su estilo barroco. Es un don. Y creo que justamente esos textos deliciosos son para mí esa agua en la que abrevo para saciar mi sed de conocimiento.
Mucho más cuando me conduce por los senderos culturales del andalusí (Al-Ándalus) con el que aprendí y descubrí en algunas regiones de la península ibérica. Por el habibi Hamurabi, Granada me puede. Imaginar que alguna vez habré de recorrer sin tiempos ni apuros la Alhambra, sus palacios, sus fortalezas, sus aromáticos jardines –irremediablemente– me produce “taquicardia sinusal”, como llama a las palpitaciones Pablo M., el médico de familia al que recurrimos desde casi tres décadas.
Producir sentido es una de las acciones colaterales del besar. El Café de Rick nunca existió. Sin embargo, algún anochecer en Casablanca – creo recordar que en 2012– bebí con alguien hasta casi el amanecer de un nuevo día un poco más de lo recomendable. Pasaban las horas, pero –aunque no lo crean– era imposible darse cuenta. Estábamos detenidos en alguna dimensión en la que el tiempo desobedecía a la flecha a la que hacen referencia con insistencia los físicos.
ILUSIÓN
Albert Einstein, el padre de la teoría de la relatividad, fue claro y preciso: “El pasado, el presente y el futuro son solo una ilusión”. Seguramente, así es todo lo increíble. Mis ojos viajaban de un lado a otro en ese local casi mágico. Hacían foco en las paredes, en la barra, en las columnas que cerraban en arcadas que la imaginación vinculaba con “Las mil y una noches”. Vi a los camareros vestidos con gabardinas beige y con el ala de sus sombreros Fedora o Borsalino que caen levemente sobre sus ojos. Inolvidable.
Me entregué a las sensaciones en aquella primera vez en el interior de una película de culto como es “Casablanca” desde 1942. Sé que Hamurabi en otro momento estuvo allí. Recuerdo cada una de sus palabras cuando –mientras fumábamos narguile con tabacos aromatizados con manzanas y frutillas en el desaparecido restó Damasco de Buenos Aires– comenzó a describir sus percepciones en aquel lugar en el que, muchos años después, me encontraba.
“Fresco como la brisa marina cruzada entre dos mares. Decadente y romántico por la belle époque a la que corresponde su versión orientalista de la arquitectura vernácula (...) y en el aire percibí claramente un aroma a la mezcla de especies marroquí en la que predomina el comino y el cilantro”.
Seguramente por mi expresión demandante agregó que el Café de Rick se ilumina “con luces de lámparas art noveau ideales para compartir intrigas y secretos”. Su relato parecía tan interminable como aquellos con los que Sherezade –una de las dos hijas del visir– procuraba que el rey Shariar no la desposara para luego matarla cuando el amanecer.
En ese contexto, entre sincronizadas volutas de humo, Hamurabi contó que “las notas del kamun, el laud y la flauta gemela se sumaron entonces al repiqueteo del derbakke para anunciar el tan esperado momento en que entró la odalisca con sus movimientos ondulantes”. Entrecerró sus ojos en silencio. Antes, frotó sus manos con el gajo de un limón. Tal vez procuraba descanso. El recuerdo quedó atrás.
UNA CANCIÓN
Una vez más recorrí cada rincón del lugar y debo confesar que creí ver a Rick (Humphrey Bogart) en todas partes. Pero, especialmente, vestido con su smoking blanco y moño negro acercándose por sobre el hombro derecho al pianista Sam (Dooley Wilson) que, con voz aguardentosa, comienza a entonar “As time goes by” (A medida que pasa el tiempo), mientras acaricia con sus dedos las 38 teclas del viejo piano. Menos de un minuto antes Ilsa (Ingrid Bergman) –con una expresión que nunca dijo– le pidió que interpretara como lo hacía algunos años antes en París ese mismísimo tema.
Del profe Carlos Vallina, allá por 1996 del siglo pasado, aprendí que “el cine tiene cosas visibles, cosas invisibles y cosas que solo cada persona puede ver”. En Marruecos –aquella larga noche– comprendí. Estaba en el Café de Rick, que nunca existió hasta que, en 2004, en el 248 del boulevard Sour Jdid, de Casablanca, abrió sus puertas la economista norteamericana Kathy Kriger, que nunca llegó hasta Marruecos para abrir un bar. Cuando en ese lugar mágico vi el Yamaha de 84 teclas en el que una y otra vez sonaba “As times goes by”, supe también que aquel piano en el que Sam la tocó de nuevo como lo pidió Ilsa tampoco existía, aunque para mí y para millones, sí.
Producción de sentido. Con las primeras horas de la luz del día dejamos la mesa que por mucho tiempo fue el centro de la vida que compartimos con recuerdos, historias, percepciones, sentires y decires.
Partí convencido de que Rick e Ilsa se habían besado en la capital de Francia. Los percibí marcados por aquel momento que deseaban, pero sentían que no debían. Mi marcha era lenta. Inesperadamente descubrí que con mis manos en los bolsillos y andar cansino por momentos canturreaba –cuando recordaba la letra– y en otros silbaba aquella bella canción que por su título en español conocí como “Según pasan los años”. ¡Misterios en Marruecos! En especial, cuando amanece.
Unos siete minutos habían pasado desde que los relojes marcaron las 6 AM. Aún canturreaba. La noche no termina cuando se intenta soltar el pensamiento. “Debes recordar esto / un beso sigue siendo un beso / un suspiro es solo un suspiro / Las cosas fundamentales se aplican / como pasa el tiempo / Y cuando dos amantes cortejan / todavía dicen te amo / En eso puedes confiar / No importa lo que traiga el futuro / Como pasa el tiempo...”. El pasado que vuelve deja de ser. Es presente. Descubro que en esta noche de viernes aquella música lejana que siento tan cerca de mí vuelve a sonar. “You must remember this / A kiss is still a kiss / A sigh is just a sigh / the fundamental things apply / As time goes by...”.
TRASCENDENCIA
A música y letra se le añaden las reflexiones, los interrogantes. ¿Cuál es la trascendencia de los besos? No me animo a responder. Procuro certezas. Juan Carlos Turnes, amigo que además es médico y psiquiatra, acerca su palabra. “Besar es una forma de apertura al mundo”. Pero advierte que “no” puede “dejar de pensar en la oralidad, en ese estadio freudiano”. Explica que “es por la boca que el bebé explora, conoce y degusta el mundo/madre, […] a veces es bueno y satisface el hambre y las ganas de ser amado, pero también a veces frustra y dan ganas de morderlo y destruirlo”.
Juan avanza. “Hay un momento en que el niño se da cuenta de que lo bueno y lo malo está mezclado en una misma persona”. Desde esa perspectiva se pregunta: “¿Todo esto [que también es el beso] se reedita cada vez que besamos?”. Voy por más. “Todo tu ser, y no solo los labios, se te van en un beso”, dice Víctor Manuel Fernández en 1995. Argumenta luego que “el beso es un encuentro de los dos en un momento en que no existe nada más que ellos, y ninguna otra cosa vale la pena”.
Describe que a su juicio “es el amor hecho carne, es el punto donde se unen todas las características del amor humano: ternura, pasión, gozo, admiración, delicadeza, fuerza, descanso, alivio, entrega, comunicación” y que “por eso […] es la expresión más maravillosa del amor”.
Desde esa perspectiva, Víctor Manuel, que también es cardenal de la Iglesia católica, sostiene que “si el cuerpo se alimenta con comida, el intelecto con libros y clases, y la voluntad con el esfuerzo, el amor se alimenta con los besos”. ¿Es tan difícil de entender? ¡¡¡Besos para todos...!!!
Dejanos tu comentario
Peso Pluma y J Balvin darán acento latino a Coachella
Lana Del Rey, Doja Cat, Tyler, The Creator, Peso Pluma y J Balvin serán algunos de los artistas destacados del cartel de la edición de este año del festival de música Coachella, anunciaron los organizadores este martes. No Doubt, la banda liderada por Gwen Stefani que alcanzó su pico de fama en los años 90, también se reunirá en el escenario del festival por primera vez desde 2015.
La sensación mexicana Peso Pluma y el reguetonero colombiano J Balvin destacan entre los latinos. El rapero del Bronx Ice Spice también aparece en el cartel del megaconcierto que tendrá lugar en el desierto de California y que da inicio a la temporada de festivales. El enorme evento se lleva a cabo en dos fines de semana de tres días, comenzando en abril del 12 al 14 y luego del día 19 al 21 del mismo mes.
Lea más: Maná vuelve con su tour “México lindo y querido”
El cartel principal mantiene el espíritu del año pasado, cuando Bad Bunny se convirtió en el primer hispanohablante y en el primer latinoamericano en aparecer, mientras el grupo surcoreano de K-pop Blackpink fue la primera presentación asiática en la grilla estelar. A comienzos de esta semana el festival Governors Ball de Nueva York también reveló su cartel, en el que aparecen Post Malone, The Killers y SZA, así como los latinos Raw Alejandro y Peso Pluma.
Ambos festivales contarán con la participación de las estrellas nacientes Renee Rapp, Victoria Monet y el artista de ascendencia palestino-francesa-argelino-serbia Saint Levant, quien creció durante su infancia en Gaza antes de huir a Jordania y luego mudarse a Los Ángeles.
Fuente: AFP.
Lea también: Dos sencillos veraniegos tras un año de pausa
Dejanos tu comentario
Nuevo amor de Rosalía, ¿Jeremy Allen copió estilo a Rauw Alejandro?
El actor estadounidense Jeremy Allen participó de la ceremonia Critics Choice Award este fin de semana último. El famoso en la alfombra roja llamó la atención por un broche en forma de rosa, que lució en su esmoquin, guiño que sería por la cantante Rosalía, con quien actualmente comparte un romance. Lo cuestionado en redes8 es que el mismo broche usó Rauw Alejandro en 2022.
Fue en los premios Latin Grammy del 2022, que el reguetonero y la española, pasaron por la alfombra roja, con el mismo detalle en el traje de Rauw; en aquel tiempo los famosos aún eran parejas. Esta similitud con el broche de Allen White no pasó desapercibido, pues en línea afirmaron que la española estaría detrás de esta semejanza.
“Está todo armando en ese mundo”, “Es una relación para que se limpie la imagen de él y ella gana mas audiencia”, “Jeremy ni debe saber quién es Rauw”, “A mí lo que me está raro es lo rápido que confirmó su noviazgo, cuando se tardó 3 años en confirmar que estaba con Rauw”, son algunas de las reacciones del público ante la coincidencia.
Leé también: Retuvieron a Julio Iglesias en Punta Cana por viajar con 42 kilos de comida
Sobre el nuevo romance de Rosalía
Fue el pasado octubre cuando se viralizaron las primeras imágenes de Rosalía y White compartiendo una cita. Desde entonces, se empezó a vincular sentimentalmente a ambas celebridades. En aquella ocasión, ambos habrían ido al cine y tenido un encuentro romántico en un restaurante de Los Ángeles.
Todo parece indicar que la “motomami” ya superó su pasada relación con el reguetonero Rauw Alejandro y siguió adelante con su vida amorosa. Fue en julio del 2023, la española y el puertorriqueño sorprendieron a sus fanáticos al hacer público que habían decidido separarse luego de tres años de relación.
Te puede interesar: Viral: pobladora de Altos regresó a la soltería y lo celebró de manera peculiar