Por Carlos Giménez

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El 1 de abril de 1935, apenas dos meses antes de firmarse la Paz del Chaco, en Estados Unidos se estrenó “Storm Over the Andes” (Tempestad sobre los Andes), una película de aventuras, protagonizada por una estrella de la época, Jack Holt (1888-1951).

El primer conflicto internacional americano en el cual se usaron aviones de combate que supuso la Guerra del Chaco (1932-1935), además del exotismo que inspiraba la distancia con Bolivia y Paraguay, resultaron en atractivos condimentos para que Universal Pictures realizara el rodaje simultáneo de dos producciones, con diferentes elencos, una en inglés y la otra en español, a cargo del prolífico cineasta Christy Cabanne (1888-1950), que fuera asistente de D. W. Griffith en “El nacimiento de una nación” (1915), y venía de dirigir a la estrella infantil Shirley Temple en “Red-Haired Alibi” (1932).

En “Storm Over the Andes”, que nunca se filmó en Sudamérica y de la que no se encuentra material audiovisual en internet, el argumento rivaliza a Holt con Antonio Moreno, como pilotos dentro del bando boliviano, por el amor del personaje interpretado por Mona Barrie.

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La versión hispana se tituló “Alas sobre El Chaco”, que llegó a la pantalla de Nueva York, el 22 de noviembre de 1935; y también se estrenó en España, en febrero de 1936. Tuvo como protagonistas a los españoles José Crespo y Antonio Moreno, y a la mexicana Lupita Tovar. No hay registros de que Hollywood haya vuelto a ambientar otra película en esta guerra.

Documentales recuperados

Son siete importantes producciones documentales las que conservan imágenes de la época, en su mayoría grabadas por realizadores cercanos al ejército boliviano. El primero es el mediometraje “Hacia la gloria” (1932, 42 minutos), de Arturo Borda, Mario Camacho, Raúl Durán, y José Jiménez, así como “La Guerra del Chaco” (1932, 20 m.), atribuido al paraguayo Agustín Carron Quell.

Una de las películas relevantes es “En el infierno del Chaco” (1932, 52 minutos), del fotógrafo argentino Roque Funes, que se embarcó con los soldados paraguayos desde Asunción, cruzó la frontera hacia el lado boliviano y fue testigo de las primeras refriegas en el campo de batalla. El documental se estrenó el 21 de diciembre de 1932, en Buenos Aires. Durante décadas se creyó que el material estaba perdido, hasta que apareció un rollo original, que pudo ser recuperado para el festival de BAFICI, en Argentina, en el 2008.

Otro material histórico que fue recuperado es “En la tierra del Guarán” (1934), producido en la época por Lumiton Cinematográfica Argentina, y que el Programa Mercosur Audiovisual rescató en el 2014. A Bolivia pertenecen “La Campaña del Chaco” (1933), de Juan Peñaranda Minchín, y “La Guerra del Chaco (Infierno verde)” (1936), de Luis Bazoberry. Mientras que UFA (Universum Film AG), de Alemania, produjo “Guerra en el infierno Verde” (1935). Además, en YouTube se encuentran unos breves reportes con escenas increíbles que presentó el noticiero británico British Movietone News.

“Hijo de hombre”

Unas décadas después, el guión del paraguayo Augusto Roa Bastos se convirtió en la emblemática “Hijo de hombre” (1961), que tuvo como títulos alternativos “La sed” y “Choferes del Chaco”. Dirigida por el argentino Lucas Demare, y estelarizada por el español Francisco Rabal, con la argentina Olga Zubarry; fue una producción de Argentina y España, filmada en la provincia argentina de Santiago del Estero, sobre un soldado encomendado a una misión suicida, adentrarse con una caravana de camiones en el frente de la guerra para llevar agua a una tropa. Contó con actores paraguayos como Jacinto Herrera y Carlos Gómez, y ganó un premio en el prestigioso Festival de San Sebastián, en España.

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Recién en los ‘90s reaparecen producciones documentales sobre el tema. Del lado boliviano: “Khunuskwi, Recuerdos del porvenir” (1990, 33 m.), de Silvia Rivera Cusicanqui; “La última batalla” (1992, 10 m.), de Rodrigo Ayala; y “Bolivia Siglo XX: La Guerra del Chaco” (1992), como parte de un programa del periodista y escritor Carlos Mesa, quien fue presidente de Bolivia (2003-2005). Del lado paraguayo, el periodista e investigador Manuel Cuenca realizó tres producciones en 1997: “Cachorros de león (La batalla de Boquerón)” (33 m.), “Caireles de sangre, 23 de octubre de 1931” (30 m.) y “De amor y de guerra” (1997, 20 m.).

“Hamaca paraguaya”

Siguieron dos destacados largometrajes paraguayos de ficción: “Réquiem por un soldado” (2002), de Galia Giménez, y “Hamaca paraguaya” (2006), de Paz Encina, cuyo relato, totalmente hablado en guaraní, de dos ancianos que esperan noticias de un hijo que fue llamado al frente de batalla, obtuvo el premio Fipresci de la crítica internacional en el Festival de Cannes (Francia), donde tuvo su estreno mundial.

En Bolivia se lanzan el documental “Iyambaé en la Guerra del Chaco” (2006), de Jürgen Riester y la Asociación de Apoyo para el Campesino Indígena del Oriente Boliviano (APCOB); “Desde el fondo” (2008, 19 m), de Adriana Montenegro; “El milagro de Tarairi” (2010), del Ejército boliviano; el videoclip “Lágrimas de un guerrero (2013, 5 m), de Juan Carlos Velarde; de Pablo Michel Romero, “Boquerón Indomable, 1932” (2008, 52 m.), “Vida y obra de Germán Busch” (2008, 120 m.), y “Los indígenas en la Guerra del Chaco” (2008 56 m.); y “Desmitificando la Guerra del Chaco” (2014), de Pablo Michel Romero.

Además se incentiva, a través del programa cultural “Cochabamba de película”, la producción de cortometrajes acerca del tema, cerca de los 80 años del final de la guerra: “Guerra tatayta Mikhuyakapusqa (La guerra se había comido a mi padre)” (2014), de María Elena Solares y Marisol Díaz; “Heroínas anónimas” (2014), de Cristian Antelo Requena; “Sueños de guerra” (2014), de Santiago Espinoza y Luis Brun; “Quejas del alma” (2014), de Gabriel Prado; “Posguerra” (2014), de Luis Fernando Rodríguez Camacho.

Producción ovetense

En Coronel Oviedo (Paraguay), Hérib Godoy realizó el corto “Guerra Re” (2006). Tras su aclamada ópera prima “Latas vacías” (2014), el joven cineasta ovetense volvería a abordar la Guerra del Chaco en su segunda película, “La Redención” (2017). Con reconocidos actores como Lali González, Ramón del Río, Emilio Barreto y Juan Carlos Notari, Godoy lleva al espectador a la trinchera de Nanawa, días antes de la batalla de 1933, y conecta la historia de su personaje principal con otros momentos más contemporáneos.

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En tanto, el cineasta boliviano Tonchy Antezana presentó “Boquerón” (2015), que recientemente liberó a través de YouTube, donde vuelve a la intensa y extensa batalla de Boquerón, desde la perspectiva de los bolivianos que quedaron asediados en el fortín.

Otro boliviano, Diego Mondaca, estrenó “Chaco” en su país, el pasado 28 de enero de este año, que sigue los conflictos de un pequeño regimiento, integrado por soldados indígenas, que vaga por la inhóspita y seca llanura chaqueña en 1934.

Futuros proyectos

En el 2017, un grupo de jóvenes, de distintas nacionalidades, que estudia cine en Buenos Aires, estrenó el cortometraje “Chákope”, producida por Arandú Films, del productor paraguayo Ramón González. El audiovisual, que dura 8 minutos y se inspira en la historia real de una mujer que se hizo pasar por hombre para alistarse al ejército paraguayo para proteger a su hermano, cuenta con un proyecto de desarrollarse como largometraje.

El proyecto que vuela con grandes expectativas es “Alas de gloria”, que apunta a convertirse en el primer largometraje paraguayo de animación. Al igual que “Storm Over the Andes” y “Alas sobre El Chaco”, el primer combate aéreo dentro de la Guerra del Chaco vuelve a ser un fuerte disparador, esta vez en un guión de origen paraguayo. El equipo dirigido por Joaquín Serrano tiene previsto cerrar este año la preproducción, incluyendo las coproducciones internacionales (ya tiene un socio de Argentina), para dedicar el 2021 al desarrollo de la animación y poder llegar a las pantallas en el año 2022.

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