El esquema administrativo y operativo del gobierno nacional se está transformando para que sea más eficiente, responda mejor a las necesidades actuales, supere la anquilosada burocracia y pueda servir mejor a los requerimientos que exige el desarrollo del Paraguay. Así como en las oficinas públicas ya no se utilizan máquinas de escribir con teclados ruidosos o calculadoras que se mueven con manijas manuales, sino modernas computadoras con sistemas informáticos de primer nivel, de ese modo es necesario actualizar el sistema burocrático estatal.
Ese es uno de los proyectos de la administración entrante, por lo que ha propuesto la aprobación de las leyes para la creación de Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) y el Ministerio de Economía y Finanzas en el Congreso Nacional.
Ya no se puede continuar con un Ministerio de Hacienda como en el lejano pasado cuando era solo una oficina de recaudación y que se convirtió luego en el principal operador de la economía nacional con numerosas nuevas funciones para las que no está preparado. Ni es conveniente que la Dirección Nacional de Aduanas esté por un lado y la Subsecretaría de Estado de Tributación esté del otro, con normas y requerimientos diferentes cuando su función recaudadora es la misma, aunque el asunto imponible sea distinto.
Ya se ha logrado la promulgación de la ley que crea la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) que unifica a la Dirección Nacional de Aduanas y la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET).
El principal objetivo de esta nueva dirección es recaudar más, sin aumentar ningún impuesto, sino mediante el combate a la evasión impositiva, con más y mejores controles tributarios. Se estima que cuando esté en funcionamiento se puedan incrementar las recaudaciones en alrededor de 2,8 billones de guaraníes (unos 400 millones de dólares). Demás está decir que si se consigue este propósito recaudador el Estado paraguayo saldrá ganando mucho, pues uno de sus principales problemas es la enorme evasión impositiva.
Con la creación del Ministerio de Economía y Finanzas se pretende que el organismo se encargue de la planificación, la coordinación y la conducción de una política de desarrollo económico sostenible para el Estado. En su estructura se busca absorber en un solo organismo central las funciones actuales del Ministerio de Hacienda, la Secretaría de la Función Pública y la Secretaría Técnica de Planificación. Entre los proyectistas de las nuevas normas existe la idea de que, con la unificación de los organismos mencionados en direcciones generales de un solo ministerio, el de Economía, se dará más eficiencia al aparato estatal y se reducirán recursos financieros. La fusión de las mencionadas instituciones ayudará a una mejor organización de las políticas públicas para hacer más eficiente el aparato estatal, de acuerdo con las explicaciones de los técnicos.
Con la creación del Ministerio de Economía y Finanzas y la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios se eliminarán al Ministerio de Hacienda, la Subsecretaría de Estado de Tributación, la Dirección Nacional de Aduanas, la Secretaría de la Función Pública y la Secretaría Técnica de Planificación. La reorganización de estos organismos públicos no implicará el despido de los funcionarios de las instituciones afectadas.
El nuevo gobierno que encabeza Santiago Peña quiere hacer una transformación en la estructura burocrática para que el aparato estatal sea un instrumento administrativo ágil y provechoso para el manejo de los negocios del país. Así como se ha hecho dentro del esquema operativo del Estado en otros sectores de la actividad en los primeros gobiernos democráticos, cuando se autorizó la aplicación del nuevo sistema tributario con tasas impositivas menores y unificadas que permitió la mayor recaudación fiscal, y con menos impuestos que antes.
Las necesidades del país son cada vez mayores y hasta ahora el aparato del Estado es altamente ineficiente. El esquema actualmente vigente de un gigantesco gasto fiscal frente a las insuficientes recaudaciones que va agrandando el déficit no se puede sostener. Es urgente actuar y realizar una reestructuración general que requerirá más medidas como las que se están adoptando. Con las nuevas leyes se está en buen camino y en la dirección adecuada. Por lo que la ciudadanía debe apoyar al gobierno entrante que ya está en plena tarea para conseguir una nación más desarrollada.