Brasil, el vecino más grande que tiene Paraguay, es una de las economías más importantes del continente y el mayor socio comercial de nuestro país. En esa nación, el estado de San Pablo ostenta el más importante conglomerado de industrias de esta parte del mundo y moviliza recursos económicos mayores que los que tienen varios países de América. Un gigante económico dentro de un país enorme cuya potencia debe ser aprovechada para la atracción de inversiones que produzcan proyectos económicos entre ambas naciones para beneficio de la economía paraguaya. Tener un gigante al lado y no aprovechar su energía para acelerar el crecimiento de uno sería desperdiciar la oportunidad de desarrollarse con más rapidez.
Explotar positivamente la potencia económica de ese gigante es lo que pretende el presidente entrante Santiago Peña con sus visitas al vecino país. Así, en menos de tres meses de haber sido elegido como nuevo mandatario nacional, ha visitado dos veces el Brasil con propósitos económicos muy bien definidos y fines políticos de gran significación. Por eso, aparte de hablar con los empresarios paulistas, también se entrevistará por segunda vez con el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva, para consolidar la relación de amistad en vísperas de negociaciones fundamentales para la suerte de Itaipú con la revisión del Anexo C del tratado binacional.
Refiriéndose a la importancia del encuentro con diversas organizaciones empresariales brasileñas y de América, Peña dijo ante los hombres de negocios: “Paraguay es una plataforma de producción para la región y para el mundo, una plataforma, donde el empresariado de la región pueda sentirse bien, donde el empresariado encontrará que las instituciones funcionan, un gobierno que apuesta al diálogo. Hoy venimos a contar los planes que tenemos para Paraguay, pero principalmente a escuchar cuáles son las ideas y propuestas que ustedes tienen para que Paraguay pueda arrancar muy rápidamente en el proceso de desarrollo económico y, por supuesto, una apuesta grande que hacemos a Brasil para poder integrarnos”.
Para entender la importancia que el presidente electo otorga a las relaciones con el vecino país, mencionó que éstos van a ser los mejores años en la historia de Paraguay y Brasil, nación con la que se está desarrollando una agenda muy intensa.
A lo largo de la historia, el Brasil ha sido un país que ha tenido una muy fuerte influencia en el Paraguay, algunas veces para mal, como en la guerra contra la triple alianza, como para asuntos positivos, en el caso de las negociaciones económicas y políticas que dieron lugar a la hidroeléctrica de Itaipú y otros numerosos acuerdos comerciales. Aprovechando las ventajas que ofrece nuestro país, gran cantidad de empresas y capitalistas brasileños han realizado inversiones aquí, sobre todo en el campo de las industrias maquiladoras, que hacen reexportaciones de lo producido aquí por millones de dólares al año. Ese es un campo en el que se puede seguir recibiendo capital del vecino país, pero existen también otros sectores de envergadura para provecho de la economía paraguaya y sus consiguientes beneficios sociales.
La venida de la inversión extranjera es uno de los capítulos más importantes para mejorar la situación económica y activar el desarrollo del país. Por eso la invitación realizada por el presidente electo a los empresarios del vecino país, que reciben capital de Europa, Estados Unidos y otros países desarrollados, es de enorme trascendencia. La llegada de capital extranjero al Paraguay es todavía relativamente pequeña y se necesita suficiente marketing para que vaya viniendo en mayor cantidad, sobre todo teniendo en cuenta las ventajas de mercado que implica ser parte del Mercosur, que tiene cerca de 280 millones de consumidores, el segundo más voluminoso en el continente después del norteamericano.
Nuestro país ofrece beneficios de diversa índole como ninguna otra nación presenta a los inversionistas. Por ser el de más bajo nivel tributario, con escasa inflación, precio de energía competitivo y disciplina fiscal. Además, porque en este momento se está haciendo cargo de la conducción nacional un equipo de gran nivel que está encabezado por Santiago Peña, que constituye un aval para el manejo adecuado de los negocios del país y una garantía para las inversiones provenientes de todo el mundo.