La vasta población paraguaya que crece rápidamente va demandando nuevos requerimientos económicos y sociales, los que implican la necesidad de crear proyectos ambiciosos y poner en marcha realizaciones novedosas tanto por parte del Gobierno como del sector privado. Nuestro país es uno de los que, porcentualmente, mayor cantidad de jóvenes lanza cada año al mercado del trabajo y a la vida social, por lo que se requiere de un fuerte dinamismo de acción gubernamental para responder a las necesidades cada vez más crecientes. Un gobierno que se quede quieto sin concretar nuevos proyectos ni encarar los desafíos, como el actual, es una administración paralítica que no responde a lo que necesita el Paraguay actual. Se requieren con urgencia ideas creativas para encarar el presente y el futuro, además de la capacidad de ejecutarlas según las necesidades.
Las propuestas de cara a las elecciones del próximo 30 de abril son fundamentales para ver quiénes tienen ideas claras y proyectos oportunos para hacer posible el crecimiento del país y el bienestar de la gente. Ya no basta con generalidades ni promesas irrealizables que solo pueden engañar a los más incautos. Se acabaron los tiempos en que había que desafiar al oponente con palabras de grueso calibre o descalificar al enemigo político para atraer la opción de los votantes, sin tener propuestas concretas que responden a los diferentes grupos sociales. La población mayoritariamente joven del Paraguay mira con curiosidad el horizonte, deseando la concreción de proyectos cuya realización dependa de la capacidad de los dirigentes y de los recursos financieros.
¿Qué decirles a los que salen a buscar su primer trabajo, a los que estudian una carrera con miras al futuro y necesitan respuestas valederas para su vida? ¿Qué responderles a las familias de escasos recursos que viven en alquiler y necesitan una casa propia? ¿Acaso se pueden contentar con las promesas de los que quieren desprenderse de los socios del país que vienen a invertir aquí y quieren emprender nuevas aventuras sin rumbo en el futuro?
De acuerdo con las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), los jóvenes de 15 a 29 años serían alrededor de 2 millones de individuos. Esta es la cantidad de personas que está ingresando al mundo del trabajo y que iría perfilando una vida independiente de su familia. Muchas de ellas ya tienen una ocupación rentada, pero una gran porción requiere puestos de trabajo para no quedar marginados o verse ante la necesidad de emigrar a otros países. A medida que pase el tiempo, necesitarán una vivienda propia y otras comodidades difíciles de alcanzar para independizarse del hogar familiar y encarar los desafíos propios de la edad.
Pensando en el gran porcentaje de las familias que no tienen casa propia y de la población joven que surge con nuevos requerimientos, el candidato colorado a la Presidencia de la República, Santiago Peña, ha lanzado el proyecto “Che róga porã”.
Teniendo en cuenta de que hay miles de familias que destinan parte de sus ingresos al pago del alquiler de su casa, propone hacer una fuerte inversión en viviendas sociales que se instalarán en barrios modelos. De ese modo, mediante cómodas cuotas mensuales podrán concretar el sueño de la casa propia, según explicó el presidenciable de la ANR.
Otra propuesta que acaba de dar a conocer es la denominada “Plata en tu bolsillo”, un proyecto encaminado a bajar el costo de vida mediante la disminución de los precios de los productos de consumo para que le sobre plata a la gente. Para ello bajará el precio de los combustibles, que tiene fuerte injerencia en los costos. Quiere darle competitividad a Petropar, el principal responsable de la importación de derivados del petróleo y productor de alcohol combustible.
En el centro de todas estas propuestas se encuentra la creación de 500 mil puestos de trabajo. Lo que será posible solo con un alto dinamismo de la economía, ya que los empleos dependen fuertemente de los emprendimientos privados. Por ello la dinamización de la producción, tanto agropecuaria como industrial, además de la comercialización serán de gran relevancia. Cualquier proyecto político que desconozca la realidad económica y las necesidades de la gente no le servirá al país.