“La certeza de que un Paraguay mucho mejor es posible, un Paraguay ya no solo en donde todos tengamos la oportunidad de tener salud, educación y trabajo, sino de constituirnos en protagonistas activos en la construcción de nuestro destino. No un Paraguay de mendigos (…) y ese Paraguay que queremos no será alcanzado a no ser que medien esfuerzos extraordinarios de la suficiente cantidad de personas. Existe un camino que debe ser construido y debemos hacerlo juntos”.

Qué lejos quedaron esos pilares fundacionales que llevaron a la creación del Partido Patria Querida, cuando dejó de ser un movimiento ciudadano para convertirse en una verdadera alternativa de poder, a partir de una posición y oposición constructiva no destructivamente.

Lamentablemente, ahora vemos que el PPQ dejó de lado estos ideales y principios señalados en su fundación, para sumarse a la línea de la oposición tilinga y destructiva, con cero aportes positivos para el país. Hoy la dirigencia actual del partido va de contramano a la “revolución positiva” que motivó su creación.

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Con la renuncia de su senador y uno de los fundadores, el PPQ pierde a uno de los referentes más importantes que tenía en el Congreso, puesto que el legislador chaqueño siempre se caracterizó por tener un discurso conciliador y se mantuvo al margen de las posiciones populistas o de las disertaciones dirigidas más bien a ganarse amplios espacios en los medios de prensa afines a la línea opositora antes mencionada.

Penner lamentó justamente la falta de una política constructiva en el PPQ al sostener que desde la agrupación no encontró respaldo para impulsar proyectos de ley para el desarrollo del Paraguay. Asimismo, el dirigente chaqueño afirmó que la nucleación se mantiene aislada de los requerimientos ciudadanos. Definitivamente “no es el mismo Patria Querida de aquel entonces, cuando fue fundado primero como movimiento y después como partido, están más encerrados, no hay ese roce con la gente en las calles y eso los llevó a no entenderme cuando hablaba de cuestiones pragmáticas”, sostuvo al justificar su renuncia.

Como parte de la sociedad, lo que corresponde a una agrupación política es buscar el bienestar de la gente, sobre todo de los más vulnerables y que viven en peores condiciones. A nadie escapa que uno de los principales problemas de la región Occidental del país es la falta de agua y lo más lógico es que sus representantes busquen paliar esta situación.

Sin embargo, lo que vemos es que la oposición paraguaya sigue anestesiada y bloqueada, obsesionada con el cartismo como al que considera su peor enemigo, desconociendo a la gran mayoría de paraguayos que optaron por darle su confianza para ejercer el poder en los próximos años. Prefieren seguir victimizándose, creyendo que de esta manera van a conseguir el acompañamiento de la ciudadanía. Definitivamente, necesitamos una oposición seria cuyo papel crítico ayude a fortalecer el sistema democrático en su conjunto y a proteger los derechos e intereses de los ciudadanos. Puedo estar equivocado, pero es lo que pienso.


Etiquetas: #oposición#PPQ

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