Muchos años y varios gobiernos han transcurrido para esperar lo que hoy públicamente está sucediendo. Atropellos constantes y abusos de “un país hermano” que, en forma sistemática, castiga a su vecino limítrofe. No es agradable sentir ese destrato de parte del Gobierno argentino a nuestro querido Paraguay.

Ya era el momento que nos paremos sobre los frenos, bienvenidos los comentarios de nuestro presidente Santiago Peña en respecto a la relación bilateral. Ya demasiado nos han tomado el pelo, la última vez en nuestra propia casa, con la mentira del ministro argentino Sergio Massa que acuerda un stop al pago de peaje, y al otro día se desdice. Nuevamente esta semana, una barcaza paraguaya retenida por el Gobierno argentino. ¿Qué más sigue, señores? ¿Hasta cuándo nos van a tomar el pelo los gobiernos vecinos?

Esto no es solo un tema de peaje o no, es un tema de respeto de un país vecino, considerado hermano que, sobre todo en los últimos gobiernos K, ha tomado constantes decisiones unilaterales que perjudican al Paraguay.

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Recordemos, lo mismo ha hecho con Uruguay en su momento, no olvidamos el tema de la instalación de la papelera finlandesa en tierra charrúa. Si bien la primera opción era su instalación en suelo argentino, los “pedidos fuera de contrato” y otros temas vinculados llevó a la decisión de su instalación en Uruguay. El conflicto se extendió por más de 5 años, con un perjuicio enorme para Uruguay por puentes bloqueados y finalmente se resuelve gracias a un fallo de la Corte Internacional de Justicia.

Pero el problema va más allá. Ya son más de 15 años de gobiernos kirchneristas, que afortunadamente para nuestros hermanos argentinos parece llegarán a su fin este año. No ha sido suficiente arruinar la economía interna, su sistema productivo y empresarial generador de empleos, sino que también busca riña con sus vecinos.

Paraguay está cansado de que le mojen la oreja en forma constante, los paraguayos somos pequeños-gigantes que estamos despertando y el respeto, tanto de Argentina como de Brasil, es clave para un crecimiento en armonía. Podemos ser chicos en tamaño, pero merecemos nuestro lugar en la mesa como cualquier hermano del Mercosur.

Por otro lado, se viene una mega negociación con el Gobierno de Brasil y estamos confiados en poder tener un nuevo acuerdo win-win con el gobierno del presidente Lula. No será tarea sencilla, es un titán con vasta experiencia en negociación y una diplomacia ejemplo a nivel mundial, Itamaraty. Afortunadamente hoy gozamos de buena salud en el relacionamiento con ese gran país, esperemos que la misma fluya en la mejor de las relaciones y lo que se acuerde sea beneficioso para ambas partes.

Paraguay y Uruguay son los países pequeños del Mercosur, es deber y obligación de los grandes, Brasil y Argentina, velar la igualdad pese a las asimetrías. Esperamos que estas grandes diferencias que hoy tenemos con el Gobierno argentino puedan tener el mejor de los desenlaces, pero sobre todo, que no vuelvan a ocurrir. Ya no estamos para soportar atropellos de nuestros vecinos, crecimos y vamos a seguir creciendo. ¡Paraguay volvió a despertar!

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