En los últimos años hemos venido observando un crecimiento, expansión y diversificación importante en diversos segmentos de negocios de las pymes en nuestro país, las que lamentablemente se han visto truncadas por los efectos negativos de la pandemia sanitaria del covid-19, dada la sensible disminución en sus niveles de facturaciones, obligándolos a tener que “bajar las persianas” a varias de ellas perdiéndose muchas fuentes de trabajo.

Siguen constituyendo las principales generadoras de fuentes de trabajo a nivel mundial, haciendo que muchos países que antes eran pobres basamentaran su potencia económica en el fortalecimiento de las mismas.

Con una asistencia técnica integral, además de financiera, muchas de ellas podrán fortalecerse, crecer y diversificarse, contribuyendo a la generación de más fuentes de trabajo.

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Si bien la contribución de estas empresas al PIB hasta ahora han sido relativas, no obstante, el trabajo conjunto que se viene dando entre el sector público y privado es importante, ya que una de las grandes limitaciones de las pymes se refiere a que a diferencia de las de tamaño corporativo, no poseen la misma fortaleza dentro de su estructura organizacional, haciendo que uno de los mayores limitantes radique en el acceso al crédito en el sistema financiero formal en condiciones flexibles, a tasas de interés accesibles y a plazos que les permitan poder ir generando los recursos necesarios para un repago regular del capital e intereses devengados a sus vencimientos.

Si las mismas no reciben apoyo crediticio para la cobertura de necesidades de capital de trabajo e inversiones en bienes de capital, difícilmente puedan “per se” tener el despegue que se precisa para que puedan contribuir de forma más eficaz al desarrollo y crecimiento de nuestra economía, que no solo apunten sus actividades al mercado doméstico, sino que también tengan la opción de ir creciendo de forma ordenada hacia afuera tanto a nivel regional como en países de extrarregión, pues muchas de ellas pueden enfocarse en atender segmentos específicos que no lo hacen las empresas de tamaño corporativo.

El comportamiento macroeconómico a nivel país sigue siendo razonable, pero hace falta que vaya permeando en forma efectiva hacia nuestra microeconomía, a través de políticas públicas mejor coordinadas, además de un incremento de los niveles de consumo y mayor poder adquisitivo del segmento medio-bajo de nuestra población, puesto que también las microempresas han venido creciendo y expandiéndose y, dependiendo de la performance que les pudieran corresponder, son de hecho las potenciales pymes del futuro dentro de nuestro país.

Nuestra principal banca pública de desarrollo tiene las condiciones para desempeñar un rol importante en la atención crediticia a este importante segmento de nuestra economía, a través del otorgamiento de facilidades de corto y mediano plazo para la cobertura de necesidades de capital de trabajo, además de incorporaciones de bienes de capital que permitan incrementar su capacidad productiva y que se ajusten a la capacidad actual/proyectada, generadora de fondos de las mismas y a tasas de interés accesibles que les permitan poder despegar y crecer cuali/cuantitativamente a nivel país.

Se sigue dando aún un nivel de burocracia superior a los niveles normales para su formalización, lo cual debería ser revertido, dado que lo que necesitamos son más y más empresas formalizadas, que tributen sus impuestos y otras contribuciones al Estado, y que los empleados en relación de dependencia puedan acceder al menos a percibir el salario mínimo legal que aumente su capacidad adquisitiva y un nivel de vida mucho más digno.

El próximo gobierno deberá poner todo su esfuerzo e inteligencia en este importante segmento de negocios, generador de fuentes de trabajo, que es lo que más seguimos necesitando a nivel país y en donde la falta de capacidad de gestión sigue constituyendo uno de los puntos débiles a nivel estructural de nuestras instituciones, pero que con un capital humano de calidad, que demuestre meritocracia, experiencia profesional, y ganas de ser servidor público, todo es superable.

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