Mientras haya vida habrá oportunidades para que la misma sea valorada. Definido como circunstancia, momento o medio oportuno para realizar o conseguir algo, el término deriva del latín opportunitas, el cual expresa entre varias interpretaciones, la idea de apertura hacia lo que genera un beneficio próximo, ante el potencial hecho o evento que está por suceder. Es así porque aparecen constantemente. Incluso el hecho de vivir se constituye en la madre de las oportunidades. Se produce intencionalmente una necesaria reiteración de las palabras claves en estas líneas, es que ambas están llamadas a conectarse, sostenerse y quererse. La vida es una oportunidad maravillosa.

Si hay aire la respiración se deleita, y si el beneficio tendría que medirse en cantidades, el infinito haría sus cálculos por primera vez. Entonces la grandeza humana puede apreciar que es capaz de inhalar y exhalar. Y que al hacerlo vivencia una nueva oportunidad. En su grandiosa secuencia puede encontrarse el bien más preciado, la propia vida. Y al sentirla comienzan a surgir innumerables derivaciones, como el surgir de las sensaciones que producen los instantes, como la posibilidad de atender lo que está pasando o como la puesta en marcha de las ideas que alimentan el pensar.

En el despertar de la voluntad hay una lista de oportunidades por vivir. El qué está íntimamente representado por las causas que mueven a cada ser humano. Por consiguiente los propósitos son fundamentales para estimular la presencia de las oportunidades. Para que la titánica fuerza motora de las acciones se realice en su andar, es vital que el entusiasmo y el afecto hagan su parte. En ese conjunto estelar hay lugar para todos los valores que aportan lo suyo. Generando el devenir de las ocasiones que enseñan a admirar lo que cada uno es capaz de construir.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

La coyuntura reside en el interior. Escenario repleto de virtudes que piden su oportuna exteriorización. Espacio inagotable para darle protagonismo a las intenciones que pregonen crecimiento, desafíos, metas y sueños. Por lo tanto, el reino de las oportunidades yace en la mente de quien lo crea. Después se origina el camino de los hechos, de las responsabilidades, de los compromisos; y en ese transitar se aprende a conocer, a vincularse y a colaborar en el amplio y diverso mundo de las relaciones sociales. Ocasionando oportunidades para vivenciar el significado del bienestar colectivo, como por ejemplo durante el desarrollo de una actividad laboral o mediante la participación en una jornada solidaria.

En todos los ámbitos, sean éstos en la faz privada o de carácter público, el ser humano es un hacedor de percepciones que habilitan la posibilidad de descubrir el significado de sus experiencias, generando inexorablemente efectos en su conducta, que repercuten en sí mismo como en el entorno en el que socializa.

Etiquetas: #Oportunidades

Dejanos tu comentario